No está mal. Uno vive perturbado, pero en paz.
La vida es también eso. Paz.
Paz.
Paz es una palabra bonita. Preciosa, diría yo. No es por exagerar. Tiene un sonido rotundo. Pleno. Está hecha de voluntad de ser. Es filosofía y medicamento. Es solución y punto de partida. No encontraremos otra palabra más eficiente en todo el libro. No hace falta más. Es eso. Lo que uno busca en medio del caos. Paz.
¿Cómo mejorar lo presente? Cuando uno viene de un sitio deseable, en las cótas máximas de la gloria terrenal, es dificil imaginarse una cosa mejor. Esto le sucede a Paz. Esta en sí plena. Ella sola reina sobre el porvenir. Si hemos de ser futuro ha de venir de ella: paz.
Paz con minúsculas para bajarle de huevos el ego.
¿Qué chingaos se piensa Paz?
Ya se pone complicada la cosa. No buscamos odiar a nade, pero…
Se fijan que siempre hay un pero. No podemos estar tranquilos. No podemos sentirnos plenos. Alguien nos lanza la idea: duda.
Y nosotros dudamos.
Lo cuestionamos todo.
Pero sobre todo lo que cree cierto determinado grupo de la comedia humana. Lo que sabemos lo hemos leído en un libro que escribió un insolente de otra época. O de la época actual. Un tío vivo. Un mae juegaevivo. Ese, señores, es el objetivo.
Uno: machista.
Ese último párrafo puede ser un alegato, una confesión, una sentencia, un linchamiento, un regalo, un halago, una polémica, un símil y/o una película.
Y/O
Como concepto.
Luego: marca.
La marca paga.
Yo le vendo ideas para vender.
Me vendí un día a esta idea.
Y desde entonces cobro.
Y vivo la vida como los ricos.
Soy rico.
Ostento poder.
Ya no me quejo tanto.
Dios está conmigo.
En algo parecido a Arcadia.
No se trata de un Dios Padre convencional. Siempre hemos pensado que debemos seguir unos cánones que nos han impuesto, quizás nuestros propios amigos. Vamos a darle una dimensión de realidad al asunto. Desmitifiquemos a Jesús. Desnudémoslo del todo. Démole más latigazos. De verdad. Usted tiene el látigo en la mano. ¿Ahora que hace? Ahh…
Usted también tiene derecho a torturar. Le susurra en la oreja Billy «El Niño».
Hay párrafos que suman.
Hay sentencias que torturan.
Hay juicios que te hielan la sangre de toro que corre por tu venas.
Ben-Hur. Si tengo que escoger un tipo de la ficción de todas las historias que vamos a recordar esta semana semana santa me pido ser Ben-Hur. El mae estuvo a la altura en todas las fases de la misera universal de la comedia humana. Inclusive en sus tiempos más gloriosos para el entendimiento de lo que deberíamos resolver en nuestro paso por la Tierra.
Esta creencia es terrícola. Por mucho que los extraterrestres se quieran apropiar de nuestra ideología, nunca será nada más que literatura para sus bioprocesadores. La ecología de nuestra inteligencia artificial nos pone frente al espejo: ¿estás creando algo para salvar el puto mundo o te estás dando unas palmaditas en la espalda para que nos abracemos otra vez en esa fraternidad que hemos venido aquí a compartir: con un par de huevones españoles.
Oceano Infierno y Armando Gallo.
Les dimos finalmente la oportunidad. Que pasen al escenario. Entran los invitados. Se trata de dos personajes de la era de Internet. Durante nueve años se ocultaron en el underground en donde el tiempo no pasó. No se subieron al carro de lo que siguió sucediendo en el vagón de tren en el que viajaba la historia. Se plantearon 9999 alternativas y 999 se presupuestaron con los presupuestos más sociales de la democracia. 99 de ellos se cristalizaron en al menos un documento de word y al menos tres mediocres presentaciones de power point. Somos hijos del word y de power point y no tenemos reparo en aceptarlo. Sabemos trabajar como una máquina de producir words, power points, excels, libros, canciones, poesías, ensayos, podcasts, películas. Pero nunca habíamos intentado una red social.
Hasta hoy.
El día llegó. Hay que salir. Mi papá me enseñó a ordenar mi vida para proyectar el resultado más notable de la transformación en directo de la trascendencia de la historia. Lo mejor que nos puede pasar es que nos topemos en medio de la revuelta, y en pleno torbellino de sensaciones removidas y conmovedoras, nos demos cuenta, juntos, de que ya hemos llegado. El estado santo se hace presente y se conjura así mismo con un último rezo: ALLS.
ALLS pudo con amén y con ohmmmmmmmmm…
Y ahí su grandesa.
El partido es ALLS.
La propuesta es ALLS.
La uno.
La primera.
La más grande.
Premisa inicial. O preámbulo del estatut. Esta campaña lo puebla todo. Y el país no sólo sale adelante, sino que gana todas las carreras. Se contrapuso al sistema, y el sistema se doblegó. Tumbamos finalmente al sistema. Y nos unimos a la última revolución.
La revolución de supercuidadoras.
Supercuidadoras es una red social.
Igual les he hablado de esto alguna vez. Lamento ser tan cabezón. Una vez que pasen por el aro nunca más nada volverá a ser igual. Pretendemos cambiar radicalmente la surrealidad. Y ahí nuestra virtud. Somos más insolentes que Jesús, Mohammed (pero Alí, eh), Buda, Nietszche, Shoppenhauer, Lord Byron, Camús, Quique y Armando Gallo Pacheco.
Armando Gallo Pacheco nunca supo muy bien a llegar a esa lista de personajes. Lo primero que pidió es que se le borrara y que incluyeran una vieja, pinche bola de machistas idiotas hijos de la gran puta. Vayan y chingen a su puta madre. O mejor, métanse este dildo por el ano, y encima, disfrútenlo.
La ofensa mexicana.
Estreno en Bellas Artes.
Si yo vuelvo a México estreno en nueve chantes:
- Teatro Blanquita.
- El Hijo del Cuervo.
- Rockotitlán.
- La México.
- El Estadio Azteca
- La Coliseo.
- Garibaldi.
- Bellas Artes
- La plaza de las tres culturas.
Voy a tocar con mi banda. Y mi banda va a subir al escenario y vamos a dar un espectáculo de música y transformación. Les vamos a enseñar el chile. Al chile. Y les va encantar la verga. Como ya se las han metido dobladas durante toda UNA vida, pues qué más que convertir todo esto en pura vida. Y así nos damos un poco de azotón y tanto de delirio: ambrosía. Nos lo merecemos. Hasta el punto de empedar. De perder la razón. De trasladarse a un lugar en el que Huitzilopotchtli nos abraza con su plumaje mientras curzamos trayectorias de parábolas en el espacio con nuestra ave sagrade: ave Quetzalcoatl. Presente, dice el dios nuevo. Dios necesita también un reductivo. Como mínimo en su letra inicial. Nominalmente; dios.
El sentido de un punto y coma.
Un libro escrito por nueve eruditos del punto y coma de la nueva lengua ticatalana.
Una lengua nueva era lo que este país necesitaba. Y que alguien viniera de fuera para mandarlos a chingar a su reputísima madre. O lo que en España se conoce, o más bien se traslada a su audiencia con es siguiente imperativo: que os follen.
Y España, la mitad, se partió la caja.
La otra; inerte.
Las dos españas existen. Les hemos tirado maze en los ojos. Tranquilos: no hablan inglés.
Hoy en facebook leí un texto brutal de las dos españas. La España que representa la España con mayúsculas, la que se forja de la mística y mítica tradición de Castilla y la Mancha, origen de todo lo español, español, español, y por tanto la cuna de lo que a los españoles de bien nos apetece conjurar al buen hacer de tan notables llanuras sagradas habitadas por los persoanjes más ilustres de nuestra hidalguesca cultura, nada más, y nada menos, que los ilustres don Sancho Panza y su señor, don Quijote de la Mancha. Hidalgo de la España Grande y Una.
Albert Plá. Un catalán hablando de nacionalismo catalán y de nacionalismo español. Y nos topamos con verdades como puños. En pedazos de tierra que nos entra por los ojos. Esnifadas seguidas de cocaina. Vómito en la ensalada. Veganos vergonototones. Mamadas con dientes. Mordiscos ordinarios. Pinchos en el estómago. Arcadas de incinerado. Blasfemia ante Dios Padre en el día de su santo.
José.
¿Qué tiene usted, señor José, a decir?
San José.
Costa Rica.
Renunciación: renuncio a mi país.
¡Qué fuerte!
Los españoles repiten tres veces.
Español, español, español.
Este tío escribe mucho en español. Y de España. Algo raro debe tener. Es un nacionalista al que le han lavado el coco. Es un hijo de renagado. Es un comunista camuflado. O un rojo.
Les voy a contar una historia de padres e hijos. Creo que es lo oportuno.
¿Cuál es mi lugar?
El teatro.
Un día lo pensé.
Mi obra es un texto dramatúrgico.
Pero no quiere tener lugar en un único espacio.
Los quiere todos.
Todo el espacio público.
Para el bien común.
Algo que ya ha visto.
Esto es lo que aquí ya existe.
Y esto es una conquista.
Quien sale conmigo a la calle sabe lo que es ese poder. Es un miedo que aquí no existe. Porque estamos con todo. Con todos. ALLS.
Pero en realidad, no lo conocemos todos. No todos estamos en la lucha. Los actores sí. Y los directores de cine. Y los artistas. Y los insolentes que toman la noche. Y los que nos visitan y se cruzan en nuestro camino. El camino de los insolentes locales. Rara avis. Los personajes que no existen. Porque se fueron a refugiar en sus casas. A reescribir sus historias. Persanajes de un novela que todavía no han escrito. La metaliteratura de mierda a la que nos tienen ya tan acostumbrados nuestros insolentes autores favoritos. ¿Qué libro regalarte en Sant Jordi? Este. Pero hoy es San José. NO es momento de hablar ni de Jordi ni de Joan. Ellos ya tendrán su día. Hoy vine aquí a hablar de mi padre. Golman.
Mi padre es el tipo más ilustre que he conocido. Es un tipo que me abrió todas las compuertas de la vida. Lo que yo obtengo de él es su capacidad de hacer lo que siempre ha querido: servir a un bien general. De la mejor manera posible. Con su máxima capacidad. Haciendo lo que implica trabajar bien según los estándares más altos que existen en nuestra sociedad estamental intercultural. Mi papá es un ser que se creó a sí mismo a partir del paradigma moderno de los pueblos que transitaron del campo al campus universitario de la capital. Ese formato de vida es que nos une estos dos mundos aparentemente en las antípodas: el multiverso rural y el multiverso urbano.
Mi tata viene del rural. Y se transformó en el urbano. En la capital de su país. Y el mío. Pero su visión siempre fue salir. Desbordar el discurso de lo que le pertocaba arreglar. El bien general. No se por qué no le había escrito tributo a mi padre. Lo he guardado para este momento, porque hoy es cuando tienen sentido. El día del padre, por hacerle un homenaje a José, y nada más, se debe organizar por todo lo alto cuando llega antes que la celebración de la semana santa, para que en el cielo José le recuerde a Jesús de las injusticias que debe soportar por la historia que se cuenta de su penetración a su señora madre: María. La penetración de amor de José. ¿Estamos locos?
Puede ser. Pero la cosa vino a parar aquí. Nadie se imaginó que pudiéramos imaginarnos la verga erecta de José. En boca de un centroaméricano seguro que algún obispo le tira la primera piedra, o si es un crio, el primer arrimón. Padre ¿sabe usted lo que es un arrimón?
El padre, tras la rejilla, comienza a sentir una erección.
Ese momento justo al que se refería Johan.
La erección de tu padre. La erección de Dios Padre. La erección de Jesús. Ah, no. Ese no es padre de nadie. No puede entrar. No entra a la fiesta. No tiene nada que decir. No lo dejen hablar. ¿Con qué autoridad vienes tú ahora a hablar de papás? Y expulsan a Jesús. Por siempre.
Música, Refree.