«Nada que festejar» day

El día que ya nadie quiere festejar salvo un único tipo de español

Vamos a ver. El elefante en la habitación: soy español.

Lo tenía que sacar del pecho. Pero antes que español soy del más allá. De otro reino.

Vengo de unas antípodas que definen, de alguna forma, el viaje que en este día se conmemora. ¿Será Colón el malo de la película?

Al final no sabemos bien bien lo que pasó. Hablamos de oidas. Nos lo han contado todo mal. Y no tenemos una gran película que nos los cuente. De hecho, estavo a punto de llegar. Se trataba de una serie en la que se retrataba a Hernán Cortés. Tan ansiada era la historia que dos produccciones, independientes la una de la otra, y al mismo tiempo, se dieron a su producción. La vida en Tenochtitlán a la llegada de Cortés.

Ya no es Colón el que nos interesa. Sino Cortés. Por conmemorar los años después de la llegada de aquél, de este otro, a la capital de la ciudad más importante de aquél continente: la gran Tenochtitlán.

Un respeto por esa gran ciudad. Y qué mejor con una producción histórica que recabe los años en los que finalmente esa bienvenida tan mexicana y hospitalaria, acabará con un árbol, una noche triste y unos pies chamuscados.

Malinche de por medio, que no me queda claro qué tan bien haya conseguido retratarla Nacho Cano, que sin duda ha sido un chivo expiatorio en el que la culpa recae sobre una mujer, y de un lado y otro del heteropatriarcado se le señala a ELLA como la que encaja la el estoque de muerte de una traición que todavía hoy lleva su nombre en las actitudes de los que siendo mexicanos le hacen ojitos a las de fuera: malinchistas.

Qué día el doce. Qué curioso que el reino de España, que no aparece en aquella historia, como sí lo hace Castilla, los reyes católicos y Extremadura, de dónde salen tan valientes hidalgos y cabelleros que se llevarían consigo novelas de Cervantes para edulcorar sus crónicas con un énfasis en querer parecerse a don Quijote, cuando quizás tenían más números de ser Sancho Panza. Sin desmerecer a los fieles escuderos ni a su gremio.

Es muy dificil plantarse hoy y no soltar un lugar común que no se haya escuchado ya en la versión aparentemente más veraz de lo que deberíamos secundar, como originarios de esta tierra. Lo cierto es que la existencia de una cultura única e irrepetible que deslumbró a los españoles (¿erán ya españoles?… súbditos de las coronas recién unificadas de Isabel, muy católica ella, y Ferran, muy aragonés y combatiente) al pasar entre dos montes sagrados: Popocateptl e Iztaccihuatl. Y ver desde ahí, aquél paisaje imborrable de sus retinas, que sin embargo, ya nunca más veremos.

Golman, servidor: único e irrepetible

La biografía de un futbolartista dualizado entre multiversos ejemplares

Durante unos cursos del master en administración y dirección de servicios sanitarios que cursé entre Madrid y Barcelona en el año 2003, tuve un ilustre profesor que daba unas clases de habilidades directivas, cuyo nombre no recuerdo, y que en su día me inculcó un mantra: cada persona es una biografía única e irrepetible, como una es como una concha en el mar, una ostra, que se abre y se cierra, y que dentro se guarda un tesoro especial, hermoso e invaluable: uno.

¿Por qué hacía esa reflexión? Porque a lo largo de nuestra vida nos vamos a relacionar con otras personas, y en un momento dado tendremos que jugar en el mismo equipo, a veces con roles distintos, complementarios, que requieren de nuestra parte atender al resto de las biografías únicas e irrepetibles que tenemos delante.

La metáfora de la ostra, decía aquél gran profesor, representa que nuestro instinto de defensa nos mantiene protegidos dentro de una concha que solemos manter cerrada, y que no abrimos a no ser que sepamos que podemos hacerlo sin correr riesgos mortales. Toma tiempo. Y ante la más mínima incertidumbre, cerramos la concha. Las personas somos así, y todos vamos por la vida con la sensación de que no podemo exhibirnos del todo. Debemos procurar hacerlo con mesura. Y sólo cuando valga la pena.

Lo que este profesor enfatizaba ya no era sólo el elemento de nuestro caracter especial, único e irrepetible, que era un canto a la afirmación. Sino a pensar que las personas, todas, tenemos esta característica. Y que una habilidad directiva imprescindible es entender de qué manera entablamos relaciones sinceras con cada una de las personas con las que tratamos, de tal manera que consigamos abrir nuestras conchas y presenciar el vínculo que se genera ante dos conchas abiertas, hermosas, únicas e irrepetibles, afirmativas y libres, ante la ausencia de violencia, sin depredadores de los que preocuparse.

Las relaciones humanas son así. Tal y como las describió aquél profesor.

En mi caso, mi indentidad única e irrepetible está periodo de mitosis. Y de entrada comienza con esta dualidad: G(olman).

Golman a punto de chutar un balón mientras emite un multiverso dalineano de su mano derecha y un multiverso tico commons de la izquierda mientras canta el gol.

ALLS

¿Cómo e(ma)ternar el retorno?

Mañana culmino una vuelta más al sol… es hora de comenzar

La vida es sueño y vigilia. Entre estos dos está el equilibrio. Y de alguna manera también el tránsito.

El cuerpo tiene memoria de aquellos eventos traumáticos que vivimos. Y de alguna manera, esta vuelta al sol nos lleva a ese momento maternal que me trajo aquí. Y a todo lo que ello significa. Más allá del óvulo que se hizo grande. Más allá del insignificante espermatozoide que ganó la carrera. Quizás a la vida hay que aprender a darle la vuelta.

La narrativa que me explica está más cercana a lo que tengo a mi alrededor, pero tanto así como lo que ese día, aquellos momentos, aquellos años, entre 1975 y 1976, que acontencieron en la vida de mi familia. La frontera entre existir y comenzar a existir. Una dimensión distinta, ajena a la existencia de los ya presentes, excepto por el sensible medium de una madre. La mía.

Hace tiempo que tengo la percepción de que mis cumpleaños me incomodan. No tanto por cumplirlos, por cerrar ciclos, sino por la centralización en un día de una atención que se abre a la felicitación colectiva de aquellos que me recuerdan, aquellos se presentan de una u otra manera para verbalizar algo tan sencillo como: feliz seas en «tú» día.

La verdad es que me gusta, como a todos, cumplir años. Será por la fiesta. Por la sensación con la crecemos desde pequeños que cuando llega ese día cosas especiales suceden. Y esa atención, ese cariño, nos abraza y hace sentir bien. Y luego se difumina. Y seguimos viviendo.

Pero quizás en el contexto de un mundo interconectado llegará un momento que nuestra pertenencia a una comunidad irá más allá de ese momento en el conectamos. La omnipresencia en las redes me puede llevar a ese punto de inmovilismo. Como los suricatas esperando al león petrificados ante la inminencia de la cacería. Cuando uno es el plato fuerte el festín pierde su brillo.

No es el caso de los cumpleaños. La vibra ahí se produce en una sintonía que admite estar ahí, en esa primera fila de la atención. No hay leones dispuestos a aguarte esa fiesta. Eres simplemente uno más que cumple años. Lo vemos cada día en facebook. Siempre, hoy, es cumpleaños de alguien. Es esta obligación de festejar el día de alguien con una frase que no suene a disco rayado, o a la copia burda de la última felicitación que leíste que te pareció auténtica. Todos somos un copycats.

La identidad pues se ha transformado. Lo que pensábamos que éramos ahora es algo más. Y me angustia tener que serlo… todos los días. Pero cada día cuenta. Y cada día es un regalo. Estar vivo hoy es lo más sutil y magnífico que pueda celebrar a título personal. Tener las personas a las que quiero aquí «cerquita» es también un regalo inmenso. Y los siento cerca. Y a veces me siento ausente. Y a veces me siento solo. Como todos. Como todas.

Si tuviera que elegir un día a partir del cuál renacer, esta vez de una vez por todas, ese día sería mañana. Mañana ya está aquí. No es un truco para tirar el balón hacia delante y ver qué pasa. Es la inevitable confirmación de que estamos frente al marco ante el gol de nuestra vida, y estoy preparado para meterlo.

El futbolarte es así. Ya no tengo apuro de decirlo. Mi camino es el inverso al de Joaquín. Yo voy a regresar al futbol añadiéndole arte, en un momento en el que edadismo prematuro de esta práctica profesional y de este entretenimiento de masas no lo consideraría posible.

A no ser que tú me catapultes.

Hoy es el día previo a la emergencia. Mañana (re)nazco, por fin, Golman.

ALLS

What is AMR?

And why should I (you) care

You know I’ve said it publicly: «I’m an evangelist».

Here’s the first thing you should know: AMR stands for Anti microbial resistance.

People (I mean regular people) don’t know much about it. And maybe, it’s far too technical to understand. But hey, it’s not just a term, it’s not just a trend, it’s actually a pretty important issue. Here’s what the World Health Organization says about it:

In fact, the WHO then tells us in five bullet points why should we care:

That’s just the introduction of WHO to let us know that we are facing some serious issue that I will try to recapitulate on why should I (you) care:

  1. Global health and development threat.
  2. Requires urgent multisectoral action.
  3. Need to attain Sustainable Development Goals.
  4. Top 10 global public health facing humanity.
  5. Misuse and overuse of antimicrobials.
  6. Drug-resistant pathogens.
  7. Lack of clean water and sanitation.
  8. Inadequate infection prevention and control.
  9. Spread of microbes, some of them resistant to antimicrobial treatment.
  10. Cost of AMR on economy.
  11. Death, dissability, prolongued illness.
  12. Longer hospital stays, more expensive medicines and financial challenges.
  13. Without effective antimicrobials modern medicine is at risk.
  14. Succes of treating infections, as in major surgery or cancer chemotherapy, challenged.

And why do I care? Because as you recall I am an evangelist. Not just any kind of evangelist. I am an innovation evangelist. Not just an innovation evangelist. I’m procurement of innovation evangelist. And I want to present you RaDAR PPI, a procurement of innovation that is pushing the boundaries to resolve an unmet need that affects us globally, as we are one world.

Rapid Detection and control system for Antimicrobial Resistance: RaDAR

Visit the web and follow the project as this demand-driven innovation procurement is destined to create a new market for our future sustainable health and social system.

How to structure you life

What you need to do to start feeling good

Life is this. Today. Right now. The way you are. They way you are feeling. The hopes you hold within your heart to do today. The people you meet. The things you talk about. The time you shared. The food you eat. The exercise you fit in. The passion you posses. The values that hold you up. The life that’s been dealt to you. The game you play. The presence of your consciousness. The wounds that heal and still keep the memory of that strain. The actions you start. The cicles you go through. The wishes you pursue. The quest you unveil. The cause worth standing for. The trust you hold. The faith you breath. The impulse you take. The height you reach. The strike you blow. The blow you take. The stand you hold. The call to action. The shout worth risking. The silence you veil. The compassion you build. The attention you pay. The active listening. The virtous compliment. The real deal. The surreality trust. The possitive thinking. The will to fly. The careful landing. The resistance to the odds. The belief in the vision. The hope you build. The example unveiled. The humble retreat. The obsession with peace. The absence of violence. The book read. The art produced. The legacy stacked. The caution addressed. The fear surpassed. The barrier behind. The written thought. The spoken word. The kind gesture. The gentle renounciation. The passing bird. The inner voice. The intense desire. The joint communion. The final wisper. Don’t stop………ALLS.

La visión olmeca

Justo antes del final: lectura recomendada

Soy un engendro ecléctico. No existo más que en mi cabeza, y ahí, justo, soy único.

No está mal. Tampoco es nada del otro mundo. La gente es así. Toda. Todos. Todas.

No hay porqué ruborizarse de lo que uno es. Uno es así, como una es así, porque la subjetividad de la que provenimos juega esta partida con cartas marcadas. Afortunadamente (para nosotros) a favor nuestro.

Pero no siempre es así. Corremos el riesgo de estar en presencia de un autoboicot. Es así. Somos así. Nos ponemos piedras en el camino que luego fingimos no ver para tropezarnos e indignarnos. Vaya chorrada. Pero es así. Es así. No me discuta.

¿Con quién habla este pavo?

Yo me entiendo solo.

Quizás con esa sea suficiente. Quizás estamos plenos, llenos de gracia, y no necesariamente por tener a ningún Señor dentro de nosotros. Quizás una misma es autosuficiente para tener la máxima gracia a la que aspira nuestro cerebro llegar. Paz.

La paz es una entelequia inventada por los gringos. A punta de guerras. No lo has entendido todavía. No se entiende ni en 1984. Aún menos si no se lee. No podemos progresar a punta de memes. O sí, si estos están concatenados en un hilo.

Los argumentos de una crónica dividos en pequeñas secciones que se rompen y se cristalizan como un ente en el que las cosas adquieren otra dimensión. El juego de estar haciendo lo que otros indagaron, probaron y pusieron ahí, en lo tangible, para que masa se revuelque en Caletilla.

Lo popular, el pópulo y el partido popular no son lo mismo. De hecho beben de distintos guiños sociales que les inhibe entenderse sin juzgarse el uno al otro, con la perpectiva contraria a la razón. Es esta trinidad en dónde se encuentra perdida nuestra humanidad. Y la culpa, es posible, que la tengamos nosotros.

Nunca nadie quizo asumir un error. Casi siempre nos pusimos en la parte en la que no resultaríamos dañados por las circunstancias. La cuestión es poder estar a salvo. Es lo que nos pide automáticamente el cerebro. Huye. Que se coma el mamut al gordo aquél, o a la criatura indefensa, pero que sacié su hambre; no-conmigo.

Egosimo. Nos corroe. Escupimos nuestros sesgos como si fuera nuestro derecho divino. Total fue lo que hizo Jesús.

¿Entre Tamara Falcó y el Papa Francisco?

El 99% del partido popular eligió a Tamara.

Crisis de identidad.

Españoles, EPÑA ha muerto: viva NEW spain.

ALLS