Me quedé sin nada que decir.
Se podría dar el caso de una persona no tenga nada más que decir. Creo que estoy en ese punto. No me salen las palabras. No quiero expresar ni una más. Ya las dije todas.
No tengo más ideas que confrontar.
No tengo más argumentos que dar.
No tengo más historias que contar.
Todas están ahí. Contadas. En algún sitio. Pero ya no en mi cabeza.
Mi tiempo se distorcionó y no me queda más remedio que observar.
Dejar ir.
Salir.
Ir.
¿Y?