La campaña

El asesor de campaña se subió a su pirámide para meditar con ambas deidades: elle y lui.

Elle era travesti; Lui puto.

Literatúra mínima ticatalana.

Golman

Candidato en las próximas elecciones

Órale

Plan y campaña.

Cada párrafo es independiente del siguiente. La libertad en la creación de un espacio limitado no finito es la plenitud de l’acció. La inmersión en esta dimensión te hará surrealistamente libre. ¿Le entras?

Vas a parar a la página de la inscripción. A esta otra movida. Imagina uno mundo paralelo. ¿Va? Asume la alternativa de eso mismo. La otredad a la novena potencia.

Pregunta trampa. Si esto no fuera literatura no te contaría lo que implica apretar ese botón. Sería una trampa de verdad. Una triquiñuela. O una puertilla para mandarte a la verga. Piensa que ahí vas a ir a parar. Por pendejo. Así es la pinche vida. Nos mandan a la verga. Y no me nos de una ves estamos a puntos de que nos cargue la verga. México coexiste con la muerte. Es como todo.

Tengo un gran amigo chilango del sur. Son una raza especial. Hay que ver lo blancos que pueden llegar a ser. Y aún así la mexicanidad admite güeritos. Si no somos comos ustedes, pinches gachupines. Ahora resulta que la cultura de la cancelación hizo inoportuno los chistes de gachupines. Ahhhhhhhhh. Pus qué o qué. No chinges. ¿Va?

El mexicano fino es fino fino.

Podría importar los mejores finos de Andalucía, Zamora, Guadalajara, Cáceres, Villanueva de la Fuente, Fuenteovejuna, Port Lligat, New Barcino o donde la chingada gana que hagan el noveno mejor fino de las bodegas con más abolengo en el cultivo y el acto sublime de hacer alcohol de cualquier tipo. Las grandes familias españolas del buen beber. El primer gesto de nobleza antiquísima de terratenientes afortunados y permanentes en la industria del vino. El Falcon Crest de nuestra zona. Lo que sabemos que sucedió en esa transformación de empresa familiar a multinacional capitalista durante los años del crecimiento de nuestros padres. Y a dónde fue a dar el mundo. Y cómo de pronto nos conectamos a todos. Todo el tiempo. Sin conocernos a penas. Pero ya interactuando en plano muy superior al que experimentamos cuando nacimos. En la época preinternet.

El internet es lo que nos divide. Los nativos y nosotras. Ya habiendo perdido el macho que un día habitó en mi pasado cretino. El cretino que un día fui. La novela que editó el editor olmeca, Chela.

Chelita, pa los cuates.

El editor más soberbio en el medio campo defensivo. El pastoreo del medio campo. Un rol con quién jugamos a transitar el partido más brutal de nuestras vidas. Yo aprendí a jugar futbol de verdad en el Colegio Madrid, la cuna de la República en el exilio mexicano. El paraiso de lo que quedó. Lo que fue expulsado del país al que pertenezco. La memoria republicana tiene capital: Tlalpan.

Coapa, pues. ¿Qué pedo?

Eso te lo puede decir hasta un güey del TEC.

A los pepepunks se les aplaca enseñándoles su relación con la frontera.

Y ahí su virtud. Una calidad de buena banda vive en el sur. El gran sur. Lo que nuestra ciudad ofrece se concentró en un grado importante entre Tlalpan y Copilco. Lo demás ya valió verga. Como excluyendo a Coyoacán. Por considerarlo heteropatriarcal colonialista blanco. La antítesis de lo que siento que soy. Lo soy porque lo siento.

Aun ahí te posicionas en la negación. O en la afirmación por odiar. Tu tendencia a divergir. A la verga. A la mala. Te caga los putos huevos. Así de Franco.

Nunca supieron distinguir si era tributo o insulto.

De hecho ese fue la serie de Netflix más longeva de la historia NEW: ¿Tributo o insulto?

Los noventa y nueve episidios no tienen desperdicio:

  1. Un tributo al dicatador por su más inesperado inspirado truan.
  2. Un pepero con buen sentido del humor.
  3. El programa va de lo malo del sentido del humor de estos españoles conservadores de más rancio lazarillismo. No confundir con los cojonudos pérezrevertistas. O los santos cojonazos de Pérez Reverte. La asunción del periodista ya es escribir lo que quiere contar. Lo que quiere contarnos. La noticia con editorial. La búsqueda de la historia más allá del sensasionalismo con el juzgamos las noticias según la manera que entendamos de clasificar la fuente que nos presenta estas opciones editoriales del arco político de las ideologías reflejadas en las revistas, los periódicos y las editoriales de libros libros. La tendencia de los estudiantes de periodismo de estudiar los que han hecho de esta profesión una construcción de una verdad que se enfrenta ante la sensación de dar voz a los testigos de lo que aquí ocurrió. Lo que pasó con profundidad. Lo que nos pasó. Nuestra memoria ante la infamia vivida. A sabiendas de las libertades adicionales de ciertas minorías con el poder de las intituciones que decían defendernos a todas por igual. ¿Por qué tanto hijo de la gran puta ha recibido premio en esta sociedad heteropatriarcal contaminada por su miopía ante la violencia de los machos.
  4. ¡Vámonos de aquí!
  5. Este sitio apesta.
  6. Antípodas.
  7. Luz.
  8. Infinito.
  9. Golman

Y así hasta 99. Pero la primera temporada acaba ahí. Y la historia se puede alargar. Todo lo que se quiera. La ficción nos permite ir a rellenar los espacios que podamos manipular con la mejor interpretación de quién queramos llegar a ser, en el plano imaginario que mejor nos sienta ante la(s) cámara(s). La película completa. Esas 99 series de tiempo y espacio del devenir futuro/pasado de nuestra bidireccionalidad.

La unicidad está muerta.

Perdió ante la incredulidad de los otros cuando emitió su condena sin fin: «Soy el único Dios».

Las risas infinitas acabaron secando sus pulmones.

La voluntad de hacer esto lectura. Como si lo que dices es componer una poesia situacional que nos permite asumir un rol social más allá de nuestras posibilidades. Bienvenidas al mundo de lo contrario. Se trata de un viaje ortogonal que nos lleve a la chingada de aquí.

¡Vayan y chingen a su madre!

La precisión de saber cuándo mentar la madre, y cuándo respetar a la jefecita del susodicho, quién quiera que este fuere.

Todo mexicano puede ser mandado a chingar a su madre.

Hasta ahí el mexicano aguanta vara.

El mexicano tiene la mano pesada.

Es herencia de nuestra mano pesada vinculada a la violencia de nuestras civilizaciones. De aquí y de allá. Y curiosamente explicamos nuestra historia familiar como un conflicto continuo de unos gandallas machistas que permitieron que los cretinos hijos de la gran puta que despreciaban la mujer que debajan de desear, o todas las otras que ignoraba, ante el único pensamiento que habita en un ejemplar de macho ibérico de lidia en peligro de extinción. El orgullo del hombre español, con un par de cojonazos.

El hombre español tiene los huevos cuadrados. El hombre español tiene una polla entre la de Abascal y de Smith. El lance de las lanzas españolas sucumbiendo ante Holanda. Hasta que un día la historia da vuelta. Y tienes en tus pies, en el último minuto, la oportunidad de Iniesta. Si la tengo yo la meto.

He convocado esta rueda de prensa para dar a conocer mi intención de ayudar a mi país a que podamos soñar con una versión más actualizada de nuestra Costa Rica. Mae, tenganme un poquito de paciencia hasta que consiga llegar al punto exacto de lo que les voy a explicar. Se trata de un plan. De un plan estratégico. En el que vamos a soltar las amarras del Status Quo. Y nos vamos a proyectar hacia un escenario emergente. La puta revolución chavales. Ya empezó. Aquí. Hoy: con vos.

Mae, y uno qué va a decirle al mae. Diay que a-já. A-já.

Mae, no sias tan sinvergüenza con esa historia dictada por el demonio. El fuego contaminado de tu mirada satisface mi intuición para proyectar sobre un ser mi odio premeditado más irracional. El ser avocado a odiar. ¿Creemos que somos obligados a mantener la opción de la violencia como mecanismo necesario de defensa? ¿Nadie ve la contradicción de sostener la hipótesis de la hipérbole de nuestro temor más cabal? Nadie le da opciones a Dios Padre para estar equivocado. ¿Por qué va a tener que ser infalible? Nos dijo que era que como nosotros. Eso me ha dicho a mi también. Pero él no es hombre. Es sólo Dios Padre. Previo a la experiencia primigenia del hombre. Por tener en cuenta lo mínisculo que queda nuestra interpretación de un Dios que decidió ser cómo sólo una de las especies del reino que él creo. Ya se vería lo hijueputilla que debía ser el cabrón para no haber racionalizado la naturaleza de nuestra voracidad antiecologística. El Ecoloco era un personaje real. Hoy día somos el Ecoloco tan sólo por nuestra condición de consumidores.

Es lo más barato que podemos hacer. Creamos en sociedades consumistas.

Habitemos ciudades utópicas que no lo sean.

Como habituarnos a competir en un juego de rol participado por cada ciudadano de un nuevo estado emergente. Ahora ya está. Vamos a proyectar una ficción. Algo que nos permita salir. Sacar a la luz nuestras alternativas multiversales. Muchas opciones. El movimiento hacia atrás y hacia delante. Como el tiempo que sólo interpretamos hacia delante. O hacia atrás, si el reloj de aquél minuto se va quedando detrás. Mientras tanto uno nuevo siempre está en camino. El tiempo y el espacio son palabras de llegada. Una vez vas a caer a ellas la transformación ocurre cada a nivel dermatologíco por la erección de los cabellos que se levantan como un campo de nabos en la cabeza de una feminista desenmascarando las mafias de los campos de nabos de la España rancia que abandonamos a su suerte. En las antípodas de la capital emergente de una alteridad del otro lado del planeta. El futbol, como todos los deportes, son enunciados sagrados de una ceremonia del ejercicio físico de los unos contra los otros. La contraposición de ejercitos encontrados. En el fondo todo deporte es fascismo. Así como la recuperación de las mismas. O la elongación de lo que nosotros llamamos juego de pelota, con unas pelotas de hule con la que todavía hilvanan jugadas al ataque que también se dejaban ver por las canchas de basket de la ciudad.