Fui todo.
Restaurantero. Coreografó. Modelo. Tuve una agencia de modelos. Fui marketing director. Fue el director de una marca de ropa que me hizo viajar por todo el mundo. Yo fabricaba la ropa, la vestía, la fotografíaba, escribía los textos, me monté una agencia y me hice una. José Coronado le explica a Bertín Osborne. Y este le dice: yo también tuve una. Fui socio. Me invitaron a invertir en una. Y pues…
Ríen.
Necesito algo que me libere de esta cuestión. Empecé tardecito. A los 42. Estaba ahí Cristina Rota, y ella fue mi mentora. Supe manejar al tiempo las herramientas de la interpretación. Aprendí haciendo kilómetros. Yo también puedo ser actor. Tienes esa parte de hombre. Tienes esa parte de niño. Yo soné un poco cuando hice una película con Isabel Pantoja. Yo tendría que escribir un guión para la tonadillera, en la que dignificara, con una cámara, su presencia, ante un público no afín, a quén conquista. Esas Españas que no combinan. En la misma boda. Las bodas son la metáfora perfecta de dos familias que tiene sus propias piezas. Y sus insolentes benditas. Todas. Las familias más insolentes de la historia generacional de estos primos juntos. Primas y primos. Primos eran todos. Primas eran ahora. Todos nos convertimos en el sexo opuesto: por convicción personal, popular y colectiva. Fue una idea de procomún que todavía no se había expuesto ante.
En 2012 le dieron un Goya a José Coronado. Se lo dedico a mi mujer, a mi hija, a mi madre, a mis hermanas, a mi padre. Por patriarca lo dejo al final. Como si explicar la familia.
Un actor que se precio no puede hacer televisión.
Un jefe de policía. Un tipo duro. Historias de polis. Dime dónde hay más bombas. En todas las urbes de Lationamérica se me conoce. De pronto llegó como un artista popular que se presentó en el teatro local. Esa historia se puede desdoblar en 9 teatros de la ciudad. Los que la ciudad tenga. Desde los sitios más sagrados, hasta los más humildes remilgos.
Lo periférico. Me parece que ya algunas voces fueron vertidas sobre libros que iniciaron una conversación. Un libro inicia una conversación con el procomún. No importa el formato. Ni que haya escrito muchas veces sobre lo mismo. ¿Dónde lo quieres leer?
Ahí te van opciones:
- En el teléfono.
- En un ordenador.
- En una tablet.
- En una APP.
- En un cine.
- En un projector.
- En un teatro.
- En un bar.
- En New Camp Nou.
La decisión de lo que finalmente decidirá la masa social respecto al futuro de nuestra instalación como club. Y la parte social que nunca hemos tenido. De verdad. Aunque algunos sí usaron el club como su casa. Como lo es ahora. Más para ellos que para nosotras. Las mujeres estamos ofendidas de verdad con lo que en estos últimos años hemos vivido todas. Principalmente. Una y grande. Ahí lo tienes. Su masjestad: su unidad.
Y salgo de la corte.
La corte del rey no era exactamente el sitio en el que quería estar para acabar de solventar nuestra postura en las antípodas. El rey y lacayo recién llegado de una República Tropical centroamericana. Se debatió ese día en la RAE, a petición de Pérez y con la necesaria secundación de Vargas. Yo no se estos pendejos de dónde sacan tanta capacidad para aparentar ser cretinos, sin logralo. Fracasando. Una vez más. Y con la gracia que ellos adolecen, crea un tributo a tu némesis más personal: ese estereotipo de cretino que te hace interpretar que por lo sano sólo existen dos opciones: o estás con el cretino, o te vienes a mi banda.
Y en esa banda lo posees todo.
Ya estás hecho.
Ya llegamos hace años.
La sublimación de tomártelo todo con la sana distancia con la que te permites hacer las bromas que los locales no se atreven. Por ofender a alguien. Puedo ofender a nueve diferentes culturas. ¿Pero por qué hacer esa mamada? ¿Por qué ir a ofender a millones de personas ofendidas por mis caricaturas de sus despreciables surrealidades sociales? No tiene sentido ser hijo de puta. Menos si puede ofender a una gran parte de la población mundial. A fin de cuentas, nunca puedes quedar bien con todos.
Roberto Álamo. Que Dios nos perdone. Siempre fantaseé estar en los Óscars entre ellos, por chismosear. Estar ahí por gilipollas. Queriendo ser público. Y luego aparecer en la alfombra. Entrar al juego. Y salir airoso. Quedar bien con los muchachos. Los actores consagrados. Esa historia de hacerse uno más de los chicos en el mando de los privilegios de los de aquí. Los actores son unos privilegiados en un mercado del arte que se interpreta a sí mismo como un si Truffaut reviviera en una artista afirmativa que se cría en Valencia y habita Barcelona para serlo toda desde el taller de l’Eixample que sostiene a la reencarnación del francés en una artista que lo que quería ser todo; consiguiéndolo. Con cada pieza. Con cada pensamiento. Con cada trazo de su mano mientras crea. Su voz es su potencia: cuerpo libre de una mujer. Las mujeres encontrándose alrededor de ellas mismas en esa conversación afirmativa del femenismo con todas las presentes. Absolutamente todas. Y todas reímos. Todas fuimos.
Cuando hacía lo que me gustaba dejé de ser inseguro.
Actuar. La cámara. Grabar. Interpretar un tiempo. Un rol. El creador. El artista. El loco. El tipo en el límite. El actor. Un arquitecto social. Un matemático artistico en eterno retorno. La literatura de un sistema propio. Un complejo plan. En 99 tomos. Cada uno de ellos marca un único plan. El plan de los últimos nueve años. Es lo que llevamos diseñando esta otra cosa.
Plazuela Javier Cámara.
¿Oye, le han puesto nombre a una calle de tu pueblo?
La hechura de Bertín ante un programa para el gusto de italiano medio. Lo equivalente a un español medio. La paridad de una insípida clase media de al menos nueve ciudades de europa verdaderamente recorridas y completas: urbanidades capitales.
Urbanidades capitales.
Mi holding.
Mi empresa.
Esa siempre ha sido una cuestión respecto a la peculiaridad de la idea. El libro debe salir en un momento dado. Pero usted lo puede comprar ya.
Necesito llevar esto a una página en la que entres a mi tienda. Mi tienda online. Lo acabo de cambiar todo. Un día fui un artista reconocido. Pero principalmente, soy un artista ignorado. Una obra que no se ha visto. Chavela Vargas cuando muerta. La vida de un persona que sale del trópico para descubrirlo todo. Y plantarnos en el presente de una noción familiar que supera la noción histórica del propio país que hemos contruido con nuestra biografía. El privilegio de estar aquí. De haber tenido todas las oportunidades. Y de transitar por la vía recta. Para hacerlo bien, hasta que te das cuenta de que debes asumir una única salida. Y te desnudas en público. Se te fue. No pudiste evadir el espectáculo al que te llevó el primo Dyonysos y Baco.
Tu hija merece algo mejor. Un yerno nunca es bueno. Es un peoresanda. No hija. La nada no está mal. Pruébalo también.
Yo soy medio venezolano. Mis hijos son 50% venezolanos. Yo llevo yendo a Venezuela desde el año 1981 cuatro o cinco veces al año. Se lo que era y se lo que es. La gente vivía con mucha diferencia. Eso sí. El América es así. Pero vivía. Hoy en día la mortalidad infantil es tremenda. No hay comida. Los niños. La corrupción es, yo creo la mayor en todo el mundo. Yo en el año 2000 también habría votado a Chavez. Luego vino la deriva mesiánica. Algunos han venido porque sus hijos se morían. Necesitaban comida especial. No la podían conseguir. Los supers sin estanterías. Lo recuerdan. Yo lo he visto.
Yo tengo amiogs en el infierno. Tu hijo se ha ido fuera de España con fulanito. ¿Qué hacemos? Me salió la vena Al Capone. Eso sí. Fue a la tele. Y le convencimos de ___. Si uno es golfo de profesión… me las se todas. Un padre golfo no deja pasar a ningún golfo de la talla de lo que viviviste. La realidad se parece mucho a la ficción. Ojo Bertín, se te puede haber ido la pinza un par de veces o tres o nueve. No pasa nada. La vida es así. También en las buenas familias. Eugenia y Alejandra. Un expolicia seguía al novio de una de las hijas de Bertín. Porque salía con un maleante. Un malviviente. Un golfo de mala muerte.
Papa, me he hecho un tatuaje.
Lo del piercing en la lengua sólo lo llevan en las pelis porno. Bertín llevando al altar a su hija mientras escuchaba el partido del Real Madrid. Dj y Grupo de rock and roll en la boda de la otra, y jugaba el Barça Madrid, y la sala de la hija se llenó de hombres viendo el partido. Qué mejor lugar.
Mi hija tiene 14. Está saliendo a conocer mundo/vida/multiverso.
¿Qué pasa si llega un cretino con tu hija? ¿Cómo lo arreglas? Nos vamos del país. A otra capital. Nueve urbanidades a recorrer. Entonces estarás completa. La urbanidad primera que has vivido está muy bien. Te da para venir a Madrid y entender el máximo exponente de la urbanidad de las ciudades de la New Spain.
Llegar a Madrid con unov vinos y que quiso
Venezuela, cine, Justin Bieber. Mis niñas. Mis amigos en el Infierno. Todo lo que hago es por tu bien. La historia del tío Villarejo. Bertín tiene amigos en el Infierno. Hay que hacer lo que Bertín. Vivir de la vida de quién viene de las grandes familias de España. Las 99 familias de la Nueva España. O lo que es lo mismo, la reunión de dos culturas La conexión con las antípodas.
Mikimoto amb el públic. Como una producción de hace muchos años. De la televisión pública de tu país. Un día empezaste a contar historias de lo que nos acontencía. En nuestra lengua nueva. El ticatalán. Y nos reunimos todos. A hablar de cosas. Y saldar cuentas con la risa. La Periodista de moda. La Julia Otero. De molt jove. Part de la nova generació de personatges públics que veue i descriuen la realitat en la que vivim. Amb la informació que ens donen. Vosté és molt original fent preguntes. Li diu al Mikimoto. No em parlis de vosté. Estic molt refredada. En contacta per fer un programade televisió. Condicions. Pot que passi que tingui exit. I aixó fará que canvi la teva vida. Mai mes faig topless. Reununciar a això no és res greu. M’observen continuament. I em saluden pel carrer. A la Julia tant al Mikimoto. De fa anys. El audio de MIkimoto está más bajo que el de Julia. QUizás para bajarle de huevos a Mikimoto.