La llamada de la muerte

Ya van dos días que pasa. O tres. Duermo plácidamente. De pronto, la garganta se cierra. Es el final. The end. X.

Despierto.

Un día fue tan fuerte que desperté de un sobresalto que me salvó la vida. Y despertó a toda la familia.

Hoy tuve que salir de la cama para escribir esto. Por si vuelvo a dormir, y esta vez no despierto.

Quizás ya esté muerto.

Si es así, no duden en volver aquí. Aquí está todo. O parte. Lo demás me lo he guardado. Como Mejía Barón a Hugo.

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