Día 2: Inicio de curso de camino a ALLS

Cada año: vuelta a la escuela.

 

El ciclo. Debemos tenerlo claro una vez inscritos en la vida: esta vaina da vueltas. Un día lo percibes. Mañana será otro. Nunca igual. Y nosotros siempre estamos en este preciso instante. La consciencia es lo único encendido en nuestra línea de pensamiento. O somos la polla, o no somos nada.

 

Yo prefiero pensar que somos la polla. Todos. Cabras o cabros.

 

Esa frase es un libro. Exaltación de debate sobre el fin del machismo.

Esa frase es el marketing del libro. Una provocación. La ilusión de escupir en la cara a alguien.

 

Esa frase fue un insulto a drede. Porque nosotros, uno, también es pecador.

 

Esa frase es un pecado de la Iglesia. La Iglesia, como institución que trata con humanos, como Jesús, en su lado humano, también era un pecador de la hostia. Y por ello sus corridas deben haber sido monumentales. Debe haber sentido una pasión por las mujeres de curvas rotundas. Sin tener para nada menosprecio por las de las curvas angulares. Todo lo contrario, le entraba a todas. Su estatus fue el de rock star global. Desde el día mismo en el que reunió a la peña para hablar de lo más acá. Y el man traía un show. Un flow. Pero había una reflexión que sin duda lo puso a pensar, en su lado humano, si debía mandar o no a la verga a la puta autoridad que sobrevolaba sobre él. Él, por ejemplo.

 

Ahí tenemos el conflicto. La trama; ya se verá. Hay que darle espacio a Jesusillo para que se explaye en esa historia oscura de su personalidad pecadora a la que no hemos querido llegar al pensamiento ficcionado de quién fue nuestro humanot, como se le entiende también en la nueva lengua ticatalana.

 

De pronto Jesús, desde los cielos, observa cómo uno de sus hermanos mayores, tiempo después, sin que El Padre mismo se diera cuenta, como una eyaculación de Franco. De su huevo superviviente.

 

La insolencia contra el Caudillo tiene dos problemas. Los fachas y el insulto a Jesús por contravenir a un católico del copón, de los que requieren la coberturna con un manto sobre su cabeza en todo momento en el que acudiera de la casa de nuestro señor, NUESTRO DIOS, en su magnánime postura completa del SER PADRE en su más elevada gloria. Esa situación es como mínimo envidiable. Puestos a ser Dios hay quienes escogerían ser Dios padre por lo que representa ser el Patriarca del multiverso.

 

Vale verga si la vaina está demostrada científicamente o no. Es problema de los físicos que se lo toman en serio para estar haciendo las preguntas que nos acercan a la teoría única que junta la complejidad de las leyes actuales vigentes de la física, las reglas de lo que nos rige como cuerpos, masas, tiempo-espacio. En lo más alto de cualquiera de los significados últimos validados como reales según estas nueve demostraciones.

 

(Repartir entre estas nueve nuevas corporaciones ya en máxima velocidad. Colectivos de felicidad más amplia en este otro contexto que cada uno de estos sugerentes han conseguido engatuzar a una banda en particular que se afilió al sentido subliminal detrás de la manipulación en masa a la que teníamos acceso con tan sólo probar nuestra ficción allá donde las audiencias se juntan: en el sillón de su casa. En el movil. En todas partes donde ya estuve antes. Sólo que ahora todos estamos escuchando la influencia de los medios, o de las reglas del juego actual. Ahí ustedes. Plenos. Como si la plenitud existiera, y de pronto, como un tsunami de Bayona, nos inunda a todos con un éxtasis de comunión con el cuerpo que te transporta como noumeno de una filosofía oriental enredada en un orgasmo tántrico al que todos llegamos por el camino del oso ticatalán: la pausa de Golman.

 

Yo, como Chilabert, viví el futbol no desde el privilegio. Lo viví como un juego de disciplina tanto o más complejo y completo que la preparación militar de mi país. Aquí ya empezamos a asumir que la mili está de vuelta.

 

Y con ese párrafo presenté mi respuesta a la pregunta final para aceptarme como un español más. Uno de los vuestros. Lo cierto es que tras 9 años de trámite, por no serruchar el piso del país que me ha  dado cobijo durante los últimos 18. Estamos a punto de sacar cada uno la regla de T.

 

El mundo se divide entre quienes pueden hacer contabilidad, y quienes nunca lo probaron.

 

La dualidad es así de simple.

 

Por fin algo fácil.

 

Por fin algo asumible.

 

Podría debatir durante 99 minutos con nueve, y sólo nueve, académicos de la lengua española repecto a esta otra alternativa: Por fin, algo fácil. Y por fin, algo asumible.

 

#porfinalgoasumible

 

Convertir algo en hashtag es tan revolucionario como la revolución de mis papás.

 

Mi tatas rompieron esquemas. Pudieron revertir por completo la escalera social de la nación tropical en la que nuestras familias vinieron a parar. Una historia de etnografía española olvidada. En el cine español no se puede triunfar si uno no llega en serio y se compromete con una historia que les baja a todos los calzones y tras mirarse a los ojos desnudos, algunos coitos bien, otros no tanto. Pero amor hubo en todas.

 

Y se entró en el debate de género: feminismo.

 

¿Por qué feminismo no acaba con a?

 

Esta fue mi pregunta en una sesión de feminismo en la terraza del museo Elizondo, al lado de la iglesia más cercana a la nueva doctrina de Colón, que por proximidad se volvió en reclamo santo por parte de los católicos que visitaban nuestra nueva ciudad, por santa. La urbanidad nos antecede. Los que aquí vienen saben que hay reglas cuando se transita en la ciudad. Algunos las siguen. Normal que otros no. Pero algunos hijos de puta se cuelan entre los grupos de reservistas del turismo como infección colectiva a la que todos contribuimos con nuestro movimiento. Y a su vez, bien también. Pero no somos sostenibles. Lo hemos visto. Si de pronto volver a la estabilidad fuera un ejercicio de volver al pasado tendríamos que ser capaces de volver a lo que un día fuimos. Y no será tan fácil. Las cosas han cambiado. Se han multiversado. Y lo hemos visto. Nosotros. Este nosotros.

 

Si tuviéramos nueve días para llenar un nuevo sentido de nosotros, y como siempre, nos hubiéramos despertado tarde, ya estaríamos en el segundo día y todavía no empezamos. Se me va el pedo. El Big Brother del Jisús era así. Bien pinche pacheco. Y eso le daba su virtud/piolet.

 

Con un piolet subes montañas.

 

Con un piolet te salvas.

 

Con un piolet te clavas.

 

Con un piolet te educas.

 

Con un piolet penetras la montaña.

 

Con un piolet ligas.

 

Con un piolet en la mano.

 

Con un piolet por Coyoacán.

 

Con un piolet y un manifiesto.

 

Con un piolet y un maestro.

 

Con un piolet y un hombre bueno.

 

Con un piolet y una conspiración política satirizada.

 

La conspiración satírica de unos hombres y mujeres que se ven envueltos de una aproximación de nuestra afiliación a una causa mayor que nos ordena a seguir la disciplina de tal o cual cadena de mando. Cualquier gobierno. Y si usted es parte del gobierno, usted es el juego. Y usted, ahora, manda.

 

¿Ahora qué?

 

¿Te queman las manos?

 

¿Rehuyes la responsabilidad del mando?

 

¿Te da frío?

 

¿Gallina?

 

Po, po, po, po, pooooooooo, po, po, pooooooooo, popopopopopopopopopooooooooo.

 

Mi modelo ese esa gallina.

 

Ese sonido sonido sagrado. Con esas letras. Con esa entonación. Con esa métrica. Con ese ritmo. Y las cabezas se llenaron de mi cación.

 

El ritmo no para, diría Paty.

 

Hay que saber vivir en México para absorber los dos polos de la dualidad. Esos dos Méxicos permanentes en las contradicciones de lo que puedes vivir entre nuestra especie urbana capital.

 

Nosotros tenemos la ciudad más pedera del mundo, cabrón. Eso no es un debate. Lo dijo un ticatalán. Y mira que ese es otro pedo. Pero aquí también entendimos que nos debíamos abrir a esas otras nuevas nueve culturas.

 

Culturas nuevas. Postpostmodernismo.

 

  1. Chilanga del exinto DF.
  2. Matizada como una ola surfeada por un homie de la playa que por las noches recita rolas en diferentes puntos del pueblo. Lo tico del caribe negro. Yo soy de esa localidad. De ese corazón. En patuá. Si tuviera respeto por mi cultura hablaría al menos estas nueve expresiones en patuâ que me parecen trascendentales: wapen, man, yaman, owatatin, ganjaman, rastaman, marley, con mucho gusto, matizao.
  3. Ticatalana de New Barcino y TIco Commons Capital (TCC)

La TCC se convirtió en un McGuffin dual. Por un lado debía ser una urbanidad emergente que tenía sus raíces en una narrativa disruptiva proveniente de las razas oscuras del caribe en su conjunto, como una voz femenina que se afirmó ante el machismo rampante de quien un día fuimos. Y esas varas aquí no, mae.

 

Y la gente de ahí le cuadró. Eran mis compas. Los olvidados. Los que se puede dejar a la deriva. Sólos. Ahí en medio de la urbanidad central por la que rendimos pleitesía a este modelo urbano de esta nueva ciudad: New Barcino.

 

Una nueva capital europea. Lo que necesita esta mierda de UE es dejar de masturbarse con la mano del macho blanco del centro del continente. No nos engañemos. Que aquí ya nos conocemos todos.

 

Y con ese párrafos defines nuestra política internacional. Un nuevo estado que plantea a sus conciudadanos formar parte de un colectivo libre del yugo de obedecer el juego de los estados. Empecemos por lo que nos diga cada rama del privilegio existente actual:

  1. Abogados
  2. Jueces
  3. Economistas
  4. Policías
  5. Actuarios
  6. Futbolartistas
  7. Musas
  8. Mujeronas (¿o mujerones?)
  9. Insolentes

Plataforma del ¿Por qué no insolentas?

 

Las que se quedan fuera siempre quieren entrar a como de lugar. Es parte de nuestra escencia. Previa género.

 

El filtro del género es muy personal. Cada quien tiene el suyo. Habrá quien piense que puede decir lo que soy. Lo que quiero ser. Lo que digo que soy. Lo que quisiera ser. Lo que puedo ser. Lo que no puedo evitar ser. Lo que malauradament soc. Lo que fui. Lo que seré.

 

Si alguien entrara en ese jardín…

 

Se hizo un peli, o no recuerdo si una serie, con esa única frase. Todos entendimos los multiversos con el jardín de senderos que se bifurcan.

 

Lleve usted a pasar a sus piernos por el camino marcado por su multiverso particular.

 

Derecho divino universal: todos gozan de un multiverso en el que emitir sus propios juicios y ajustar las probabilidades a su favor con el servicio instaurado dentro de la última constitución del procomún. El pacto del revés.

 

Es un golpe de tenis que nomás por mamón hago a una mano, para no ser cómo todo Dios, con dos manos. No es lo mismo jugar el juego como se practicaba en canchas de pasto de casas inglesas de familias bien. Así podríamos imaginarnos a un Morera Soto jugando tenis con un grupo de amigos ingleses posch de las nueve mejores familias de las comarcas de razos autóctonas sui generis. Cuando te aproximas al interior de una isla a la que tientas con los placeres tropicales de la revolución consumada de un mundo mejor en harmonía perpetua y felicidad, empezando por el monto en el que vos y yo nos fundimos en un mismo ente. Nuestros cuerpos se entrelazan. Nos penetramos mutuamente. No importa el orificio: estoy en tu mente. Y tu en la mía. De ahí nace el placer verdadero. La intensidad de la entrega. El cuerpo evadido de la envidia: pecado original. Nuestro egoismo derrotado se ve doblegado por la seducción de los cuerpos y las mentes de desnudas. Nos dimos ese espacio, y nos fundimos en un latido. ALLS.

 

Cada ALLS es un final y un principio. Es la plenitud confesada. El instante de la magia. El concepto convergente. La unión alerta de un raciocinio colectivo temporal global publicitado por el pueblo libre. El autodenominado nuevo estado superior. Sin ser facismo.

 

Y aquí empieza el debate. ¿Cómo puede ser mi modelo de pensamiento superior al resto de los demás? Eso en sí mismo ya es el acto del facismo desplegándose en su delirio final hacia la plenitud de mi visión consagrada para toda equís.

 

Para toda equís.

 

Yo voy a ir dando reglas. Cosas que iluminan las matemáticas sagradas. El entedimiento natural de nuestra gracia matemática. El chiste de aprender cosas más complejas. La gracia de subir por lo que queda de conocimiento complejo abstracto de largo alcance. La sabiduría colectiva. Los programas de robótica nanotecnológica que se implanta con el chip de nuestra corporación robótica para humanos, humanoides y máquinas. El capitalismo de las máquinas que consumen. El cliente máquina. Las máquinas en control. Las distopias de máquinas tomando el control, para el bien de unos pocos cabrones hijos de puta que nos extorsionan y nos amenazan: violencia. La nuestra. Nuestras armas. Nuestro dinero. Nuestros matones. Nuestras reglas. Nuestro sistema. Nuestra defensa. Nuestro mercado. Nuestros medios. Nuestros gobiernos. Nuestro club. Usted, recuérdelo, está fuera. No es de los nuestros. No se acerque.

 

Dinero viejo.

 

Dinero nuevo.

 

Familias.

 

Nuestra historia. Las manos limpias. La comunidad que construyeron mis tatas, y los suyos, y los nuestros. La historia común. La historia de nuestros pueblos. La convergencia urbana. El pueblo. Construir un pueblo con las familias de la comarca. Los caminos. Las escuelas. Los maestros. Las iglesias. Las canchitas de futbol. El gimnasio. El teatro. El cine. La sala de conciertos. El bar. El restaurante. La comisaria. El prostíbulo. Así los pueblos nuestros. La empresa. La casa. Las familias. Los comercios. La gente en la calle. La gente después de misa. La gente en el supermercado. La gente en el estadio. La gente en la tele. La gente en los medios. La gente en las redes sociales. La gente en la política. La gente en el futbolarte. La gente en la chota. La gente en las birras. La gente en el despiche. La gente en Infinito. La gente en La Plaza. La gente bailando. La gente apretando. La gente follando.

El tico aprendió a follar. Fueron los españoles y las españolas los que trajeron el lenguaje inclusivo a nuetras relaciones sexuales. Y fueron más intensas. Y un día nos fusionamos todos con el éxtasis tropical medio. Tocar el cielo una vez al día. La plenitud de ALLS. Vea: otra vez. No siatonto. Qué vara más rica.

 

El tico es homoerótico básicamente por la influencia mexicana de su virilidad impostada a base de brabucadas de Pedro Infante y Jorge Negrete vestidos de charritos. Ay no mames. Así mal dicho. Exagerando el acento. Solo para tocarle los huevos. A los más pendejos todavía les picaba más. La razón de ser de los polvos pica pica era encontrar al hijo de la gran puta que se los merecía. Es una cuestión que va en contra de los principios reales que deberíamos perseguir pero al no ser un director que quiera ejercer una moralina en ese sentido, al menos no en esta película, en esta precisa escena, decido pues esconderla vilmente tras una especie de justicia divina que da la razón al hijo de puta, pero vestido de cordero, como quien  se quiere hacer pasar por el hijo de Dios, y traer una nueva palabra del señor, que lo cambia todo para siempre. Para bien. Es el trabajo terminado de Dios Padre y Dios Hijo, finalmente iluminados totalmente por el espíritu santo, que se tuvo que concentrar en ellos para que tuvieran la sabiduría final que no conseguieron explicar o acelerar en su primer gran intento con el buen Jisús en la parte humana. Y desde entonces su legado ha estado chido, pero chafa el silencio del Hijo de Dios, él habiendo sido Hijísimo, y resuscitado ya, no necesita esperar al juicio final, a no ser que los teólogos llegaran a confirmar, de manera extraordinariamente rápida para los estudiosos vaticanos, Jesús en su día dijo qu esperaría hibernando, como el resto de los usos en las tumbas, para que el día del jucio final, nos levantemos de nuestra cama, y encontremos el camino en el reino de los cielos en el puente que nos lleva allá a donde Coco nos explicó que sigue la vida en el mundo de los huesos.

 

Ahí también te das la mano. Ahí también te das un beso.

 

Pero mejor, ahora.

 

Y aquí te urge llegar a ella. Y la besas. Y los cuerpos desnudos se encuentran y se comparten la entrega. Se desvelan capa a capa. La flor y el pistilo. Cual poeta griego en la antiguedad antes o después de follar con la afirmativa musa, o el esclavo de los masajes en las catacumbas eróticas de los baños urbanos de nuestra arquitectoría edonista para su fusión con el agua, las fuentes, la cura del cuerpo. Ausencia de prejuicios. Los antiguos gimnasios.

 

¿Comparten ustedes mi fatiga? Verdad que no.

 

No pasa nada.

 

Sólo es para entendernos.

 

Y sólo good.

 

Los ticatalanes somos así.

 

Es como el futbolarte; y como todo.

 

Embellecer una práctica que aborrecemos. ¿Dónde está la gracia?

 

La gracia es que no la tiene. Ay, mae. No dejás que la gente piense. Vas y soltás otra vara. Interrumpís el último pensamiento. Un eructo al viento. Otro. Tras otro.

 

Yo vivo con la lengua nueva.

 

Eso me define.

 

Es mi libertad asumida en mi nuevo estado.

 

Mi nueva república.

 

El problema del procés es que no quiso ser república. Se esperó al papel. Al acto solemne. A la variedad oculta del plan de acción que nos lleva al punto decisivo de no retorno: al que Kafka sabía que debíamos todos llegar.

 

Es a donde pasa definitivamente lo que deberá suceder por medio de mi acción.

 

¿Sobre quién influye mi palabra?

 

¿Cuál es mi peligro?

 

¿Cuál es la razón más clara de porqué se debían perseguir las ideas que generaron la controversia presente?

 

Se asume un estado de alarma. La gente está que trina. ¿Quienes? La gente de bien. El mal llegó. Es desalmado.

 

La versión maniquesita del bien y el mal asume que el otro está en el otro. El bien es uno. esa dualidad es un punto de arranque fundamental. Y nos perdona la vida ser egoistas. El egoismo plasmado en su plenitud artística ya ha tenido sus años de reconocimiento y devoción. Ahora quizás podamos revolotear las mentes y los cuerpos de las personas cautivas en un historia simple de nuestro conservadurismo de gente bien de mi pequeña sociedad. Y nos vemos reflejados en el privilegio. Y huimos del mismo. Es nuestro rebote a quienes somos. Nuestra exploración del otro lado. Nuestras tentanciones en el desierto que casi nos aniquilan. De pronto di con la respuesta. Mi padre me habló a la oreja y me ayudó a salir del túnel, rescatándome de las garras de Satanás que ya me había dado suficiente marihuana y alcohol para que le organizara un huateque sagrado de los que nos gustaban regalar a la banda más insolente de los bajos fondos de la ciudad plena: New Barcino. Donde ALLS se le entrega tan sólo a los que ocupan el espacio público de la nocturnidad de camino a los garitos en los que se mezclan las hitorias de los habitantes de la noche, en esos días en los que se electriza el rumbo hacia una de esas noches que se completan, una vez llegado el punto en el que el plan lleva tan sólo a las almas preparadas para el remate final de un signo de nuestros tiempos ancestrales: el arribismo de los hijos de obreros que tras convertirse en mods y ganar sus pelillas en las empresas de la economía abierta al resto del mundo, el abandono del ostracismo de nuestra particular visión sagrada-militar, como esos ejes machos relevantes para la gloria de España, de la bandera, del himno con nuestra letra, y de las familias de nuestras fuerzas de seguridad del estado, incluidos todos sus ejercitos y cruzados.

 

Los pecados españoles no se explican.

 

Las leyes internas de los clubes de comunidades autónmas en ultramar.

 

Los locales siempre cuentan chistes de gachupines.

 

Por algo será.

 

La fama que uno tiene únicamente la revierte con una historia más grande que vuelque el sistema patas arriba. Nosotros dentro. Volcamos.

 

Volcamos y Vulcano.

 

La similitud de esa analogía dual me dio varios puntos en el mundo de los geeks espaciales. #orgullo

 

El día del orgullo yo tengo un viaje espacial programado. Me voy al límite físico del caos. Ese espacio al que se puede ir y volver. El espacio cercano. Los despegues personales. Las peronas espaciales. Nuestra basura como astronautas borregos de una industria que también contaminó el espacio. Nosotros sólo fuimos y compramos. Y pensamos entonces que avanzábamos como especie. Poblamos ciertas coordenadas del espacio estratosférico. Las capas enteras con habitantes unipersonales de naves espaciales con conductos de vuelta a la espación espacial. El traje nos lleva. O el sistema de tubos. Según lo lejos. La misma tecnología se utiliza en las naves nodrizas de las expediciones de colectivos consagrados y autosustenbables en disposición de abordar una de las naves de la cooperativa.

 

Las nueve cooperativas

  1. supercuidadoras

La nuestra fue la novena que salió en la lista. Fuimos los que cerramos el show. Dijimos que trabajábamos para cambiar el mundo. Cada uno traía una propuesta estelar para los grandes problemas de la sociedad. Nuestra aproximación fue a piel abierta. Lo dimos todo por nuestro ayuntamiento. Nuestra ciudad. Nuestra visión para alterarlo todo. La revolución a la que nos acercamos con la afirmación con la que se sigue a un par de insolentes creibles.

 

Somos una empresa social. Pensar en la cooperativa que quisierais organizar. Una colectivización de los que se ponen a hablar sobre una misma cosa a la que se van a dedicar. Cómo vamos a consumir. Cómo vamos a trabajar. ¿Qué vamos a aportar? ¿Quién se va a beneficiar? Estamos corriendo un riesgo. Pero también asumimos una bandera que no es sólo nuestra. Pero fundamos una bandera con la que pretendemos que todo cambie. Para toda equís.

 

Querer un cambio general no es del todo facista. Ni revolucionario. O ambas cosas. Por tanto podría ser un intento más por blanquear es facismo. Como todos los neonazis en las calles de Alemania, España, Inglaterra y Ticataluña.

 

En Portugal las cosas son distintas. En Grecia también. Y en Venezuela. Y en Nicaragua. Y en México. Y en Uganda. Y en República Democrática del Congo. Y en Argentina. Pero también en Costa Rica.

 

Y ahí nos vino a caer la bolita. De pronto entramos en un grupo de nueve países. Y la representación no era estatal. Era un movimiento del underground. Desde el metro de New Barcino llegó a los oídos de un pueblo tico que se fundió con el ride de un mae al que algunos pocos ticos conocían. Hasta entonces. Porque después el mae se hizo viral. Y creció y creció y creció y creció y creció y creció y creció y creció y creció. Hasta que lleno de plenitud en erre nueve. Nueve dimensiones por fin le pudieron satisfacer a ese individuo afortunado, el primero en llegar, para que después se abriera el beneficio a todo el nuevo pueblo.

 

Un mínimo asumible.

 

Un programa posibilista.

 

El pragamatismo ilustrado de los neonihilistas contradictorios. (PRINECO)

 

El partido político en el que se refundo el viejo PRI.

 

México sólo puede resolverse por un dramón recursi que consuele a sus clases populares más tiradas a la vida bajo los ejes televisivos, y una banda pegada al pueblo, que nace de la convivencia del resto de la ciudad que transita por la calle, los caminantes, y la banda que va en metrobús, y en el metro, y en pesero, y que le chingamos para pensarnos otro pinche porvenir que no fuera tan pinche puto culero. Y nos rompimos la madre para llegar algo que fuera muy nuestro, y que no lastimara el pinche orgullo bien pinche mamón de los pinches corruptos y los pinches fresas mirreyes hijos de respusimamadre. Y la banda que se ha creido que ese es el juego. Y el sistema clientelar que sostiene a los que impunemente se organizan su ley y su justicia y su orden y sus excepciones. Y sus tranzas. ¿Por qué no decirlo? Ya lo vimos. Lo vivimos. y nos irrita que seamos corruptos también nosotros. Por lo que hacemos. Por lo bien pinches gandallas que somos cuando en resentimiento nos lleva a querer emular a los más cabrones hijos de puta de nuestras vidas, los que se pasan de verga, el jefe idiota que asume su tantito de poder para apuñalarme con su trato apestoso desde su pinche puto pedestal. ¿Cómo no te lo vas a querer madrear?

 

Y el mexicano piensa así. ¿Por qué no me lo chingo? Si no me aviento se avienta él y me jode. Así te defiendes de un pinche hijo de su puta madre que te quiere coger. Y le entras al círculo. Y el vicio está en tí. Te corrompes con tus pinches contradicciones. ¿Qué haces aquí, Jesús?

 

El evangelio que nos falta. Jesús en los bajos mundos.

 

Y ahí se gana la batalla de las masas que buscan que una religión les aclare el panorama. ¿En que estamos? ¿Cómo nos vamos a autodestruir? ¿Cuánto queda para despiche? ¿Para cuándo la revolución?

 

La respuesta es hoy. Ya. Aquí. Roma no se construyó en dos días. No pero Dios sí hizo el mundo en siete. Así que del mismo modo que Dios Padre, nuestro ídolo, se dio a la dificil tarea de crear el mundo. Primero plano, para no meternse en problemas con lo que debería ser el devenir natural de la edad media, que sin duda iban a ser importantes para que uno de los pilares de mi iglesia, la sagrada inquisión, le diera a España el lugar sagrado entre los reinos a los que Dios Padre sonría con especial predilección, como se quiere más, siempre, al hijo que mantiene vivo el título nobiliario de la familia.

 

Marqués de Elizondo.

 

El marqués al lado de la iglesia.

 

La historia de situación afuera de la iglesia. Es mi sitio. Aunque también entro. Conozco todas las culturas. Todos los ritos. Todos los gestos. Todos los sermones. Prefiero ser Lutero en rebeldía. Jesús de vuelta al ruedo. El Julí en San Miguel de Allende. José Tomás en la Monumental.

 

Con ese párrafo escribí un libro que enojó a los católicos, a los antitaurinos y a la progresía barcelonesa. Un all in.

 

Record de ventas en la primera conexión con las Ramblas en el Sant Jordi de 2019. El canal era la té uve tres.

 

Yo puedo hacer ver que entiendo a los dos bandos. Mientras haga una cosa, el otro bando me odiará.

 

Las reglas a veces son simples cuando se aguantan frente a un espejo.

 

La ida y vuelta de las cosas.

 

El doble sentido como acto dual.

 

La dualidad como tema central.

 

Las exposiciones de los expertos en espacios duales asimétricos.

 

Yo resondo por lo que escribí, lo que dije, lo que quise decir, lo que dibujé, lo que ví, lo que grabé, lo que creé, lo que creía, lo que no ví. Me siento legítimamente en mi derecho de proseguir con mi discurso, si a nadie más le levanta ampollas mi presencia.

 

Habrá aquellos a los que causo repulsión. Ellas y ellos. Están en su derecho. Somos némesis. Y de ahí venimos. De polos opuestos. Yo soy esto otro. He visto gente de bien entre vuestros colectivos. Ellos no tienen un pedo. El pedo eres tú, querido némesis. Odiémonos abiertamente. Nunca nos lo hemos permitido. Asumamos que vivimos en mundos distintos. En los que vuestra sucia manera de entender la vida dista tanto como la distancia más lejana a la que podamos diferir sin tener que aguantar tu repugnante presencia. Cucaracha de Paquita la del Barrio.

 

El machismo del que tomo distancia. Y nuestro entendimiento va estar claro en esta otra armonia. Arcadia. Mi polo opuesto. La alternativa a la mamada esta que representan nuestros países y nuestros gobiernos. A no ser que deciamos decir algo en boca del nuestro. Y nos pongamos de acuerdo. Y nos pusiéramos serios. Y nos pusiéramos a pensar en el otro primero. Por ir por otro lado. Una especie de registro para desviar la atención, para luego venir con un plan suculento de placeres para los egoistas más hedonistas y malparidos de la comarca en la que sacamos nuestra empresita local. Y ocupamos una posición en todo el mercantilismo global. Nos diversificamos en nuestros nueve mercados. Incluido el propio. Otros mercados emergentes y los que quisimos ocupar con nuestras empresas sociales.

 

La acción de uno. Dual: egosita – procomunera.

 

La altruista se revela super útil en la procomunera. Pero también la perspicacia de un egoismo que nos posiciona dentro de la reforma del status quo: el reformismo del centro derecha intevenido por las fuerzas ocupantes de los tiburones martillo caminantes.

 

El respeto a las especies es primero. Entre las espacies como entre los individuos y los estados, el respeto al derecho ajeno es la paz.

 

Nosotros en Costa Rica nos convertimos a Juárez con su pacifismo dentro del estado de derecho. La reforma. La modernización del estado. Políticamente debemos hacer algo en Costa Rica que se adapte a los retos globales de lo que representa nuestro pequeño modelo tropical autosustentable. Debemos vender nuestra marca como China vende sus dólares. Debemos ser una especie transformadora de los entornos urbanos como una cultura de contrucción de una sociedad emergente que se vuelca a la labor de vencer las ineficacias de los sistemas públicos de provisión social, y la capacidad de crear un juego que amerite que los mercados se impongan robustos y gloriosos como penes erectos a punto de penetrar culos y vaginas de hombres y mujeres afirmativos en la desnudez ante ese otro al que rinden en armonía ceremonial de ancestros ejemplares.

 

Imagine que uno ya muerto vuelve cuando uno de sus decendientes lo invoca en pleno virtuosismo de la práctica sexual que nos une a los espíritus en la ceremonia de los cuerpos que intiman con el más allá a partir de nuestra santidad renunciada a la virtud del placer que regalamos a quien nos ama en este instante. ALLS.

 

El gesto de escribir. Mucho. De pronto. De una manera lo suficientemente críptica para que google no lo sepa traducir del todo bien, dejando huecos en la narrativa, inconsistencias temporales en los verbos que confunden el signficado real de aquella palabra según los enterados académicos de la hijupueta RAE.

 

El conflicto con la RAE es un instrumento para conseguir sacarle unas risas a algunos españoles que pierden el culo hoy en día por y soltar venemos contra aquellos hermanos a los que siempre ha odiado desde la ignoracia y la distancia. Sin ganas apenas por entender en qué parte de su humanidad radica esa pizca de gracia con la que yo puedo resistir a la repugnacia queme provocan. Vómito es cara de némesis. Un cuadro. Mi obra de arte más laureada. Puede ser una cuestión muy surrealista. O literalmente dos vómitos. Dos némesis. Dos extresmos de embriaguez repungante. Un documental para cine alternativo al que estoy dispuesto a llegar con mi exageración del artista berlinés en su proceso al mainstream que le de la plenitud de mercado.

 

El artista consagrado. Ya viviendo bien. Dejando atrás los años del barrio chino. Preparado para dar el salto a la zona alta. O a la ciudad que él siempre soñó. Y de pronto, un día, lo consiguió. O nueve. Nueve días. Eso es.

 

Un colega artista me enseñó que se tiene que rapear en el metro. Con el pueblo. Y allí fui. Primero a verlo. Vi cómo lo hizo. Me asumí un instante como artista. Lo vi en la película. Un plano entero. Nueve líneas de metro. Un sólo mensaje. Las redes sociales hicieron el resto.

 

Otro día entero prediqué en todas las playas de la ciudad. La recorrí como un pakistaní con agua, cerveza, beer, cold water. Pero yo llevaba la nueva palabra. El nuevo libro. La nueva ciudad.

 

Otro día me fui a los nueve mercados. Y ahí también hablé con las verduleras, las pescadilleras, las carniceras y los insolentes del mercado.

 

Otro fui por las escuelas.

 

Otro por los bares.

 

Otro por los teatros.

 

Otro por los museos.

 

Otro por las consejerías.

 

Otro por los ministerios.

 

Otro por los restaurantes.

 

Otro por los gimnasios.

 

Y así, poco a poco, me hice local en la urbanidad que me admitió. Desde luego mi ciudad me pudo asimilar rápidamente. Yo, siendo de ahí, ¿qué problema podría tener?

 

El mae no era de ahí. No soy de aquí. No nací aquí. Pero aquí no se decide así quién es de aquí. Ni será diferente en el futuro. Ni siquiera en la república nueva que me invente de pronto desde cero. Esa es mi libertad. En estricto sentido no hay república empezada. Y se construye sobre un marco conceptual y jurídico sobre el que se piensa un sistema nuevo marcado por nuestro libre albedrio colectivo en un proceso temporal de creación de una vaina nueva. Eso mola. Molaría que dejaran que lo intentáramos. Al mismo tiempo. A partir de ahora. Los ticatalanes.

 

Los ticatalanes es un pueblo nuevo doblemente incluyente. Se puede uno afiliar naturalmente a este nuevo estado porque se trata de una ficción. Un estado superior en el que la entrada esta abierta para cualquiera que provenga de cualquiera de los 199 estados-naciones correctamente acreditados ante las Naciones Unidas. La ONU pues. El papá de todos los hijos.

 

Yo soy hijo de la ONU. Ese es mi calvaria con el que escapo la ilusión idiotizante del nacionalismo ensimismado. La expresión de la grandeza de lo propio está en la proporción en la que sabemos darle una relativa distancia a lo nuestro respecto al menos estas otras nueve culturas en el resto del mundo. Y viajamos nueve veces. No más. Y nos quedamos en algunos sitios a vivir. Y entonces, tras esos viajes, regresamos a casa. Y lo cambiamos todo. Porque como viajeros tenemos ese deber. Y decidimos fundir nuestra cultura en los demás. Y hacer las otras la nuestra. Y ese ir y venir nos dimos cuenta, a la deriva, que éramos hermanos y hermanas de una misma historia planetaria. La que coincide con esta parte del universto que da la vuelta respecto al centro del mismo, y con nuestro especial pasito tun tun en la galaxia, y nuestra particularidad pequeñísima en las cualidades ineludibles de nuestro sol, y nuestra vida, así, como hasta ahora la hemos vivido: entre la duda y la plenitud. Volvamos a dudar. No estamos ahí todavía. La cultura más selecta a la que nos afiliamos. La noción del estado de consciencia colectiva adquirido y emulado, junto al ser superior, en su presencia, con la noción clara de que justo ahora nos habla a nosotros al oído, y nos da confianza, y placer, y amor, el otro, nuestra amante, cuyas piernas y gemidos se sincronizan, cual alma que invade un cuerpo en el yace la esperanza de llegar a su debido tiempo, con este tempo, bendito, mi diosa: amor.

 

ALLS

 

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