Rojo

Una parte de NEW spain

Las antípodas.

Nos definimos por repelencia.

No somos dignos de estar en tu presencia.

Gilipollas.

Nos llamamos así.

Los unos a los otros.

Como nunca nadie ha sabido hacer.

Fraticidamente.

Somos guerracivilistas.

Hasta la muerte.

Hasta la victoria.

Hasta la muerte en la trinchera.

Con la gracia de Orwell en el frente.

Como homenaje a Ticataluña.

Como una historia inédita, todavía, para la mitad.

Porque nunca lo hemos leído así.

Porque nunca nos ha interesado transitar al otro lado.

Porque mamamos de aquella vid.

Como Adán.

No pudimos elegir.

Fuimos hijos de aquél Dios.

Hasta que vino ËL.

Y todo volviö.

ALLS


Primera lectura.

Lectura de Dios Padre a los rojos.

Rojo. Familia de rojos. Rojos seremos siempre.

El rojo español está vacunado.

Contra el odio.

Contra en resentimiento.

Contra la división.

Pero sin perder la memoria.

La memoria nos reporta a este instante.

Para estar aquí presentes.

Frente al otro.

El némesis.

El sagrado némesis.

Mírame a los ojos.

No parpadeés.

Mirame con tu alma.

Conecta conmigo.

Estoy aquí.

Estás aquí.

Somos Marina y su novio alemán.

Leyendo Shopenhauer y Nietzsches en una playa empurdanesa.

Se nos fue la vida en un paisaje dalineano representado por la inteligencia artificial que se apoderó de esas praderas de relojes derretidos mientras nosotros, cual grandes masturbadores, nos deleitábamos con hormigas gigantes que brotaban del corte fino de la luna, o la pupila, cornea adentro para revertir la imagen que produce lo contrario que proyecta la luz interior de nuestra cueva.

La luz proviene de dentro de la cueva, y la proyección la ven los dioses ante la IA que crean los espíritus incontralebles de la posthumanidad. Lectores de la olmecanAI.

La vida se revirtió de pronto.

Un giro de guion volteó la pelí.

Nos fuimos hacia atrás.

En búsqueda del final.

En el pasado.

A sabiendas de lo que había.

En busca del porvenir.

Porque ya fuimos lo que seremos.

Ya seremos lo que fuimos.

Con ligeras renuncias de nuestras patanidades.

Nuestra asunción de las culpas, de las culpas, de las mil culpas.

Porque sí: fui yo.

Este es Dios Padre y les pide perdón.

Permitidme arrodillarme y contribuir a vuestra liberación con un sepukku sagrado.

Nunca antes ningún Dios había llegado tan lejos.

Los otros Dioses se asomaron.

No se lo podía perder.

De pronto en el cielo de la capilla sixtina los presentes ven otro panorama divino.

Algo que asombrará mucho más a los visitantes de la Capilla.

Más aún a los cardenales al tener que escoger entre los presentes al próximo papa.

El primer papa olmeca: Chunuc.

Chunuc IX.

Por su relación con Golman, Hijo de Dios.

Ambos sagrados. El San Pedro de este lado.

Previo al paso a la emergencia colectiva eterna.

La asunción al porvenir.

La llegada colectiva al resultado en sí: ALLS.

Por los siglos de los siglos.

ALLS