M – Botón

Todo está a un click de distancia; presiona el botón.

El acceso es un privilegio de quién tiene a su alcance la decisión que le permite entrar. No todo el mundo puede conseguir llegar al sitio en el que partir de nuestra elección personal podemos dar un paso definitivo hacia un horizonte inexplorado. Esto es lo que nos proporciona un botón. La industria de los botones acaba de dar un vuelco. La escencia de cualquier intención que cualquier persona pueda intentar generar en cualquier otra estará representada, en su mínima expresión, por un botón inequivoco que nos proporcione esa experiencia.

La industria de los botones como claves de acceso a mundos insólitos nunca se había explorado desde esta perpectiva, hasta ahora. El Lord de los Botones. Por un momento la vida de Golman se vio distorcionada por la fama que su aventura emprendedora narrativa-performativa le ocasionó en un abrir y cerrar de ojos, con el lanzamiento de la colección de botones con el que se despertó el 2022, el primer día de aquél fantástico año de los patos y la cabeza olmeca.

La innovación disruptiva había tomado tintes de meme. O de canción de trap. Pero debía tener un video provocador. Una colaboración con una artista complementaria que entiera el rollo de los botones como el siguiente paso en el trampolín para catapultar, a su vez, su efervencia hacia su propio limite del caos. La vida, una, se está multiversalizando al paso que damos un paso, seguido de un pasito tuntún, y de un pasote, este sí, que nos devuelve la adrelina para trasportarnos directamente el centro del bienestar comunitario permanente y multiversal: ALLS.