Futbolarte

Si no quieres estar aquí tienes la elección de estar en otro sitio. De irte. No se si captaré tu interés lo suficiente para que te quedes conmigo. Igual no me quieres leer. Tienes algo más importante que hacer. O dormir. Y no quieres historias. Suficiente tienes. Ya sabes lo que vas a votar. Y lo que hay. También sabes los que se presentas. Los has visto antes. En su día has seguido lo que opinan. Cada día. En el ajo. Como politólogo escuchando la Ser y el Mundo, para no perder matiz. Sin afiliación. Catalanes por el mundo. Ticatalanes de vuelta.

El futbolarte es lo sublime de la vida. La fusión del futbol con cualquier cosa lo hace mejor. Está en la cima de lo que creemos. Nuestra catedral es ahora el estadio. El club es nuestra iglesia. Y nosotros, confeccionamos nuestra confesión en función a lo que se debe decir en cada momento, según nuestra parroquia.

¿Esta sociedad necesita más o menos futbolarte? Pues no lo sé. No seré yo el problema. Aquí el más tonto hace aviones. Y yo soy el último en llegar. Un nouvingut. Aire fresco a un debate rancio que hace tiempo que se enconó en una misma pantalla repetida. Esta sociedad es increible, y merece salir en una foto en la que la respuesta ortogonal a todas vosotras, partidas, nos resulte más apetecible que sus pinches babosadas de siempre. Al menos a un 9% de los votantes.

El número de votantes al que quiero acceder es un número duro. Se comparará con el número de votantes que los candidatos de verdad recibirán. Y veremos qué apoyo recibe una propuesta alternativa que no compite en concurso. Como una de esas películas fuera de cartelera en Cannes. Pero que causa más ruido. Y de alguna manera conquista los corazones de un pueblo reconstituido: un poble nou. El poble 9. Ticataluña.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.