El heteropatriarcado y el futbolarte

Compañeras, compañeros, niñas, niños, niñes:

Estamos aquí reunidos para, una vez más, transgredir la norma. Somos una comunidad escolar vibrante, fruto de las estrellas, del Sol, oh Sol, la Luna, la lluvia, los arcoiris, la ciencia, los colores y, Cala LLevador.

Pero nada es eterno. Y ahora, más que nunca, Torre de la Mora.

Pero, ¿hemos roto ya con el pasado? Dificilmente. Lo cierto es que somos unos heteropatriarcas de la ostia. Y lo queremos ocultar. Pero no sabemos muy bien cómo. Aunque tenemos clara nuestra batalla contra el establishment opresor: muerte al heteropatriarcado. El lema tiene su polémica. Algunos de nosotros guardamos una cierta estima a nuestro origen heteropatriarcal. Y nos cuesta dejar ir. Quizás, ya entrados en canas, nos vemos más cercanos al patriarca que al niño, niña o niñe que un día fuimos. Y sin embargo, nuestra revuelta contra el status quo nos produce una juego de espejos que nos deja descolocados ante los sucesos que están a punto de acontencer.

El heteropatriarcado ha muerto; viva el heteropatriarcado.

Como lema de mi campaña, la mitad de mis votantes se sintieron ofendides. No podían creer, que de pronto, el lema de mi campaña les ofendiera tanto. Se trataba de una innovación electoral en campaña. Ir contra los tuyos. Nunca antes se había probado. Todo el resto de violencias verbales, pasivo-agresivas, subterfugias, submarinas, por debajo de la mesa, puñalada por la espalda, trompicón, bullying, falacias, fake news, … se habían utilizado hasta el cansancio. Pero esta nueva campaña, a tomar por culo, decidió que los patos le tirarán a las pinches escopetas. O como decía, el chavo del ocho, en aquél viejo y conocido refrán, más pronto cae un hablador, que cien volando.—Ah, no, pérame tantito—me dije a mis adentros—tantos como centros tiene el himno nacional—anudar otro paréntesis no ayuda, pero es por vicio—retiemble en sus centros la Tierra al sonoro rugir de-El Cañón—así no iba—más vale pájaro en mano, que un cojo—porque, hoy día, quien quiere ser cojo pudiendo volar—si uno ya quisiera ser pájaro y no tanto blablablá—agarra el pinche pájaro, que a fin de cuentas, así cojo.

Ya puestos a volar: Huitzilopotchtli

Si de pronto la campaña tuviera que pegar un salto cualitativo para arengar las decepcionantes encuestas que maneja mi equipo demoscópico, tendría que tirar del siempre denostado populismo. Pero esta vez, habría que buscar la manera de que su recepción pudiera ocultar, de ser posible, las verdaderas intenciones detrás de tan rebuscada conspiración. A fin de cuentas, el movimiento debe arrastrar a la peña al campo de juego. Y resimbolizar el mito originario en uno nuevo, pleno y glorioso. Una forma geométrica perfecta que se proyecte en un plano paralelo a la realidad circundante. Una esfera, com la nostra terra. Lliure. Una. Cap.

Pelota-cabeza

El rito esférico nos atrae. Vemos el sol cada día y decimos: Padre nuestro que estás en el cielo. Su redondez no es tal en los límites: ni al nacer, ni al ponerse. Pero el rito se repite cada mañana, como si un día no fuera a ser así. Lo damos por sentado. La vida sigue su curso, nosotros nuestro camino, y el sol a su puta bola. Pos vale. Y todos contentos. Comimos perdices.

No perdamos la cabeza; recuperémosla. Como vuestro nuevo presidente, me comprometo a restaurar el mito, revertir el moviento de los astros, bajar la luna con una serenata huasteca, una última república bananera reloaded, recuperar la Nueva España, abolir el heteropatriarcado, abolir la historia, abolir las juntas de vecinos, y por último, abolir el ejército. Esto último es una provocación. El tiro en el pie. Todo el mundo sabe que somos potencia mundial, cam-pe-o-nes de Europa, chaval, y no contentos, campeones del mundo. Del mundial, eh. Somos la reostia. Qué digo reostia… somos la repolla. Sí señor. Dispense usted señora, no fue mi intención ofenderla.

La restitución del caos pasa por reformular las reglas que lo propulsan. El denostado orden mundial no suelta prenda. De pronto nos damos cuenta que somos clase media aspiracionista a ser benestants. Ja… como si eso fuera posible. Y mientras tanto, nos dejamos llevar por la marea que nos marea más. La clase, el toque, la conducción con la cabeza en alto, el tacón, el taquito, la palomita, la chilena, la pared, el achique, el tres cuatro tres, la presión a la salida, la recuperación de balón, la construcción del juego, subir la pelota, los centros, el desmarque, el hueco, el uno contra uno, el remate… GOOOOOOOOOL.

Rito iniciático

El padel está muy bien. No se me malinterprete. Lo cierto es que esta actividad en particular, siendo ya una tradición establecida dentro del ideario colectivo, ya forma parte del establishment. Y siendo más papistas que el Papa, se trata, ni más ni menos, de heteropatriarcado puro. Y me explico:

Aznar, más o menos a nuestra edad, popularizó el padel entre los deudos de su patria. Somos aznaristas, al menos por nuestra pleteisía al padel, como mínimo. Y nos mola. El torneo es chulo, y tal. Nos hemos preparado todo el año para llegar en forma a esta mítica competición. Pero hay que quitarle el velo al heteropatriarcado y mostrarlo como es: el padel es el tenis. Y encima su origen es mexicano.

Que provenga de México no es pedo. Inclusive podría ser hasta chido. Pero también las encomiendas, la hacienda y la sociedad estamental son herencia de la Nueva España, y no veo aquí a nadie recuperándolas. Como aquí nadie siente orgullo, del bueno, de la Santa Inquisición, cuando reflejan nuestro momento cumbre en la cresta de ola europea. No es momento de ponernos nostalgicolonialistas. Pero el elefante en la habitación ha pedido la palabra: jugar un torneo de futbolarte en el campo más cercano al más reciente enaltecimiento del aznarismo.

El elefante se sintió fuerte tras decir sus primeras palabras y prosiguió—Puede parecer heteropatriarcal resucitar el futbol de las sucias manos de mercantilismo mediático que ha llevado la burbuja del futbol a encumbrar a los Tebas, los Florentinos o los Laportas.—El elefante hizo una pequeña pausa para introducir una última petición—Llamadle torneo Olmeca Alonso, en honor a un compadre que tenemos en México, de quién nos acordamos y a quién le rendimos tributo, por la amistad y las risas compartidas, por los pases al espacio, los desmarques, y los chutes.

El futbolarte es ese juego de nueve contra nueve en el que siempre ganamos nosotros

Habrá tres equipos. Dos jugando y uno descansando. El equipo que meta dos goles se queda en la cancha, y entra el otro. Los equipos deben tener una representación mixta de de niños, niñas, niñes, madres, padres.

El torneo se juega en paralelo al torneo de padel para generar un contrapeso al aznarismo reinante con un refrescante juego antiheteopatriarcal.

Cada quién debe asumir un referente futbolartístico que represente el elemento aspiracional que queremos reflejar en la cancha. Yo seré Meagan Rapinoe.

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Los cuidados colectivos

¿Quién se encarga de las niñas, los niños y les niñes cuando haya el torneo de padel? Pues las que no se apuntaron en la lista. Las tres o cuatro pringadas. El heteropatriarcado una vez más, se consolida entre nosotres. Pues no, oiga. Hay que pensar en otras vías. De ahí que el torneo Olmeca Alonso (OA), se programa complementariamente, para amenizar y entretener a la canalla con su primera pachanguita mundial. Sí habrá marcador. Sí habrá estadísticas de pases. Sí se saldrá tocando. No vale cañón. Pases, preferentemente al pie. conducción con cabeza levantada. Uso de ambas piernas. Porteros fijos o rotativos.

Mientras tanto, las disidentes de la resistencia heteropatriarcal disfrutarán de un tiempo libre para hacer lo que les plazca. Es el tiempo para ellas, ellos y elles. Las vacaciones de verdad. El autocuidado.

El resto de los equipos estará participando en el torneo inaugural del Mundialito Olmeca Alonso 2021. Un triangular con 9×3 participantes. Equipo Olmeca Alonso. Equipo Nueva España. Equipo 9T.

La lista del MOA 2021

Ticataluña

  • Golman

Nueva España

New Spain

El MOA está diseñado para, nueve por tres… veintisiete jugador@s. Si hay más, ya veremos. De momento planteamos este objetivo paralelo al aznarismo que algunos llevamos dentro. Cómo México. Como el recuerdo de los amigos. Como los épicos partidos de futbol de nuestra infancia.

Fin de la campaña

Hasta aquí el comunicado del candidato. La reflexión ahora es de ustedes. Podemos pasar olimpicamente. O podemos encarganos de los cuidados de nuestres hijes con una actividad paralela redundante. El resto, mientras tanto, disidentes de la revuelta, disfrutarán de un espacio-tiempo paralelo.

Un cabeza olmeca que une dos mundos. El nuestro y el otro.
1er torneo MOA