Metaestructuras y metanarrativas

La historia que contar

Nunca tengo claro cómo voy a salir de este laberinto. Mis opciones para andar son múltiples: caminos independientes en el que cada una de las nueve puertas abre un desenlace primordial para lo que viene después. Y detrás de cada puerta hay nueve historias complejas que no se entienden de buenas a primeras. Hay un color distintivo en cada una, y un tono, así como una serie de símbolos, y un mito que refuerza la atemporalidad de esta transición.

Historias anidadas que confluyen libres dentro de aquello que soy, o quizás aquello que pienso ser, o puede que aquello que diga ser. Todas estas personas, y estas historias, se intercambian según el estadio mental de cada instante, según la pertinencia del recuerdo que emana de una memoria persistente, que se repite una y otra vez, y que deja sin lugar al resto de presencias atemporales de mi ser. Pero este espacio se va reconstituyendo mientras el caminar de mi pensamiento avanza hacia el mismo sitio de donde proviene la historia primordial, tocando una tecla definitiva en medio de este lenguaje NEW.

El acto final se condensa en un estado de ánimo que persiste, intacto, en el sentido y objetivo de una palabra de llegada. Estas palabras NEW recuperan la leyenda de que tenemos algunos lugares primordiales a lo que queremos aterrizar, por su santidad en-sí-mismas, por la colusión de voluntades que entienden en esa sintonía un objetivo sensible del ser, por sí mismo, y también del ser en su totalidad, es decir, en comunidad: tico commons.

Hay más comunes que se distinguen como la diversidad de multiversos ejemplares que se enlazan con la subjetividad que subyace al pensamiento propio de cada ser. Y en cambio, la vuelta a una escencia primordial, que cada palabra-destino sostiene, parten de un consenso que viene dictado de un presagio sagrado que viene inscrito en el último testamente familiar necesario para concebir un reconocimiento supremo de la gracia divina sobre la base de todas las multiplicidades que la física cuántica sabría explicar, pero que hasta ahora, la representación sagrada de todas las consciencias colectivas últimas nunca había conseguido abordar en cada una de sus ramas tradicionales.

Es partir de esta reconfiguración del sistema operativo que la metaestructura sagrada de un unguento ecuménico impreciso mana de la sabiduría de un libro negro, sumergido en las aguas mentales de uno punto exacto del mediterráneo que confluye con el pensamiento pertinente de la reconstitución trascendental de un circuito cerrado redundante.

El circuito eterno encuentra aquí el volumen de tránsito necesario para creer y poder experimentar el crecimiento atemporal de nuestro sentido humano, y a la vez, desplegar la consciencia colectiva santificada de lo que cada uno de nosotros, humanos, consideramos como motor de nuestro tránsito, en lo personal, y de nuestra acción colectiva, como unidad suprema de consciencia social. El ser-presente. El continuum de energía que fluye a través nuestro, a través de un ejercicio común de meditación trascendental que confluye en una onda mental de la cuál formamos parte, y a la cuál nos podemos reconectar, a través de nuestra presencia dual en la consciencia individual y colectiva, pronunciando el texto completo del último testamento: ALLS.

Mercurio retrogrado: 27 de agosto

Es el año 24. El año del cambio, del salto cámbrico, de la traslación a nivel nunca antes visto de hiperconsciencia. No hemos llegado solos. Ni lejos. Tendremos que poner los pies en la tierra para no dejarnos llevar por el aliento de la emergencia colectiva, que de pronto, se postula como el ámbito de acción colectiva más sensible y razonable. O quizás como lo más disruptivo y creativo que podemos asumir en los diferentes niveles de autoorganización que el propio sistema se puede permitir, en momentos como este.

Mercurio retrógrado marcara el alineamiento de los astros de una manera excepcional en posicionamiento estelar de los planetas en nuestra efímera temporalidad despiertos en este alumbramiento, a diferentes velocidades e intensidades que el cosmo nos proporciona, desde nuestra diminuta indiferencia, hasta el más interestelar de las experiencias con las que asumimos esto: estamos vivos.

El tiempo sigue. Y nosotros decidimos dar un paso atrás. Un paso definitivo en la dirección contraria. O quizás un salto ortogonal que nos ayuda a desprender los pesos que inhiben que vayamos más allá de la membrana de lo humanamente asumible.

Ya hace tiempo que tenemos señales. Y nos hemos prodigado en crear historias que iluminan este camino astral. Pero ahora, la cosa se pone seria. O como mínimo surreal. Y de ahí que sepamos de qué manera actuar en el contexto en el que el llamado es tanto personal, como general. Para toda equis.

El modelo se plantea así: como una demostración por reducción al absurdo. Sólo que no la ejecutará una persona común y corriente. Lo hará una deidad olmeca. Creada aquí en la tierra. Por un enviado de Dios Padre. Que curiosamente, actua como múltiple agente. Aquello de los dobles agentes ya quedó en el pasado bipolar. En la polarización de los insulsos. En el odio y la violencia porque sí. Ya no más. Y desde esa península de amor reconstituido en enigma y en formato de último testamento, la palabra de Dios Padre se despliega enteramente en poesía vernacular trastocada. Un invento que el propio autor se acaba de inventar para conseguir con ello trasladar parte de la terrenalidad irresoluble que le consume, más allá de su linaje sagrado. Inmaculado e indiscutible.

Sea esta la parábola 99.

Y de ahí, de allí, iniciamos una cuenta atrás.

ALLS

NEW saint

Ayer fue Sant Jordi. Un año más. La lectura y la escritura en un mismo sitio coexistiendo con una princesa, un príncipe valiente, un dragón, un rey noble y justo, y un pueblo temeroso que le agradece al porvenir de una ficción estar aquí, sanos y salvos.

Una televisión local que se tira la calle para cubrir el espectáculo nacional más importante de un país que sólo existe en mi cabeza: Ticataluña.

Esto ha sido así por los siglos de los siglos en los que el tiempo se revuelve, multiversadamente, dentro de la narrativa cuántica que se entremezcla en mi cabeza con las excusas de mal pagador para no salir de la burbuja en la que me encuentro atrapado: el no autor.

Sant Jordi es un día de escritores, editores, agentes, libreros, lectoras, libreras, agentas, editoras y escritoras. Al final las que leen son ellas. No nos engañemos. Nosotros intentamos escribir. Y nos mantenemos lejos de poder superarnos a nosotros mismos. Nuestro ego ensimismado en cada paso que damos para no llegar a ninguna parte. Nos perseguimos la cola con la intención de mordérnosla para por fin quedarnos quietos. O contentos. Y nunca se nos da. Ni una cosa, ni la otra.

Pese a todo, el movimiento sigue su curso. Como nuestro planeta alrededor del sol, o en su obstinado giro a la izquierda, como si en el espacio existiera tal cosa, arriba, abajo, al centro y padentro.

No sólo no tiene sentido, sino que tampoco encuentro la manera de plasmar lo que verdaderamente quería decir en un contexto en el que cualquier historias pudiera importar para no aburrir a un lector que no existe, que no quiere leer, y menos a mi. ¿Por qué el suplicio del intento?

Porque el fracaso está en no intentar. Efectivamente Sant Jordi refleja a la pulsión de un pueblo que quiere escribir una historia. Como el resto de los autores que se reflejan en las estructuras de las historias que se narran en formatos que se contemplan en las estructuras habituales de la literatura comparada. Como si eso fuera algo. Ahí vamos otra vez a la crítica a los que hacen, y no a mi idílico mundo de fantasía, que tan bien está, aquí inmaculado sin erosionarse con el roce.

El lector. Eso es lo que no tengo. Tampoco las agallas para salir a buscar a que estas palabras no queden aquí volcadas como un grito a la libertad de permanecer en la sombra. Todo lo que pueda ser necesario. Todo lo que he ganado hasta entonces. Hasta ahora. Hasta que un día previo a la emergencia todo cambia. Ese día el porvenir tiene preparado una singular puesta en escena. Y nosotros, o más bien, uno, debe estar preparado para la transformación definitiva dentro del capullo en el que te has convertido: ünö.

Ünö es uno mismo transformado. De ahí los cuatro puntos. De pronto te han salido cuatro puntos que aparecen en sitios singulares en los que no se les había visto con anterioridad. El nuevo yo tiene esta marca indeleble que nos indica que la tinta ha traspasado la frontera del pasado. En ese contexto de cambio, el tránsito ya no tiene vuelta atrás. Ahí es donde queríamos llegar. Esa es la trampa a la que vamos a asistir. Un día determinado. En un momento dado.

Este pueblo ha tenido suficientes profetas para entender que nuestro porvenir está en otro sitio. Queremos dibujar un contexto nuevo pero se nos han acabado los arquitectos de la casa gran del catalanisme. Y los nuevos arquitéctos nos parecen un poco más sobrios que los modernistas. Por ponernos locales con el desprecio por nosotros mismos, como Domènech i Muntaner enmarcando el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau Benefactor en contraposición al trazado del Eixample de un Idelfons Cerdà, botifler por excelencia. Como Cambó, que ahora lleva el nombre de la biblioteca dentro del recinto modernista, como para alojar en un mismo sitio sagrado todas las contradicciones con las que la ciencia y la fe se pueden topar en una misma manzana, o nueve, de la frontera del Eixample.

Pero no desviemos la atención de Sant Jordi, que justo lo tenemos todavía en la memoria de un paseo que dimos por nuestra sociedad, en la que los lectores fueron protagonistas, y los escritores amados fueron espectáculo e industria. Es el día más bonito del año. Es el día más NEW barcino de la existencia. Justo porque un Santo que no viene al cuento aparece, viniendo de fuera, y nos salva a todos de un marrón de dimensiones colosales que nos hemos montado a raíz de una historia que nos persigue eternamente.

Cero estrés, full relax. La historia se repite. Lo sabemos. El siglo XX nos lo enseña. Y eso nos aturde un poco. Y nos condiciona a una cuenta atrás en la que no podemos ponernos a bailar charleston. Quizás hay que atender lo que significan los tambores de guerra y las narrativas que alientan las violencias que se producen más allá de nosotros mismos. Y en esa comunión hacia un mito redentor que nos propulse a otra dimensión, ahí, y sólo ahí, es en dónde veo la posibilidad de encaminar la narrativa de un candidato NEW a la presidencia de este país.

Lo dijo ayer un antiguo (puede que el mejor de hace muchos años) candidato a la presidencia de este país, Antonio Baños: los políticos cuentan poco, o nada, en Sant Jordi. Los que molan son los escritores. Y las escritoras, como Carmen Mola. Los políticos, como la ministra que hizo acto de presencia, porque la lectura y la industria editorial siempre es atractiva para que el político de turno se venga a promulgar como adalid de los tiempos de cambio.

Así que haré como Antonio. Plantearé la mejor campaña alternativa que se podría permitir un chico, no tan chico, de extraradio. Más allá de las costuras del propio juego democrático que se desvela ante nosotros. Más allá de la fascinación que tenemos por los espectáculos políticos y televisivos. Este Sant Jordi supone uan vuelta más la página. Y este autor no tiene más remedio que buscarse a si mismo una excusa más para someter sus historias a una audiencia de lectores convocados a una elección: el Tico Commons.

ALLS

Singularity and so on: NEW

The NEW scenario

The future is optimistic. It’s enhanced us. Enhanced you.

The singularity:

  1. Match by machines what humans can do
  2. Turing test. By 2029. INterface and a conversation. If you can’t tell it’s not a human. They are going to have to dumb themselves down, to pass the test.

In every field they’ll be more advanced than womans.

2030 enhance our own intelligence by bringing AI within ourselves. Inside us.

Nanobox. 2030s. Small machines living in your brain. Communicating with the internet.

Price-performance of computation growth.

Amplify our intelligence a million fold. Physical brain capacity.

The real value of intelligence is the hability to solve a problem nobody solved before. AI is on it. Solving key problems for medicine. Once inside us we’ll solve problems we couldn’t before.

AI machine turning on us: distopia.

It’s hard to imagine how singularity is going to be.

So in political terms, NEW is the moment in which we holistically prepare for the future singularity. Leaving behind all the crap.

What The 2030s Will Look Like with Ray Kurzweil

What if an election was singularized.

Take: «La Suma de los ceros»

And do it.

Golman style.

NAW

ALLS

A tribute to my own little nation

A NEW culture begins

It’s election year: 2024.

I was born in the year 76 of the last century. This year there will be 76 elections.

Coincidence? Maybe. But you never know.

You start to see the signs once you have enter in this state of ease within your search and in contact with the awe of the almighty magic around. It’s there. We’ve had several times the illusion of the mighty. It lives within us. Especially when you are an artist. Even more, even, to the ninth dimention, when you are a futbolartist.

It’s not because you say it. You’ve lived it. The seeds of transformation, and the work behind what you do with them to take it to next level. Deliverance at its best.

But there is one sin I have committed, if I must be judgemental with myself, which is just another excuse to try to hide from the circumstances that have enabled me, today, to come out here and say it: I’m ready.

The truth is is I’ve been ready for a while. But I’ve been waiting for the right time. As if that’s something real. Time… oh, time. God… oh, god.

A tiny blue dot… space…

We’ve been given some tools, and a complete set of contradiction that point inward to place the highest grunch against yourself: yourself.

It’s time I heal.

And when I say I, I trully mean you. And I. But when you read I, I understand you feel you, not I, but that in itself is an I. Like the pine tree top, as we like to call it in Spain.

Spain… oh, spain.

Catalonia, oh, catalonia.

There you go… the elefant in the room: dualism.

And there is no better place to aknowledge this than here. Or maybe in the Euskalerria, where my ancestors left, long ago, from the harsh social reality that families live when they decide to leave your small little village, to leap into an adventure towards the unknown, to seek for your own survivable. Elizondo was once full of people with the Elizondo last name. They might have been jews who converted to catholiscism in order to avoid the harship of a different belief system back in the day. But, thank God, things have changed around here.

Have they?

Who am I to say? Really, no one. I’m just the NEW guy. El nou d’un poble nou, like I’d like to portrayed myself in my very own NEW language: ticatalan.

I must warn you: my NEW kingdom is from another dimention.

And that’s not the only warning. Here’s another one: I am the son of the Sun. His name is Father God. And He is to blame for Hetheropatriachy all to Himself. He’s told me to tell you this, along with a NEW testament. The last one.

So, as you can see, I’m also the last evangelist. Things, from our family’s perspective ends here. And therein starts a NEW era. Thank God!

It has not been easy (not for HIM, nor for me, who like you, I’m just human, mostly, and the little bit holy that I know I am, is a human-developed capability that you, yourself, already possess) to come to this understanding. There’s been many spreadsheets, AI designs, algorithms, power struggles, wars,…

NAW is the time.

It’s time for this NEW journey.

Are you ready for it?

I certainly am.

ALLS

Morir y volver a nacer

Uno piensa que esto es eterno. No tenemos pruebas. Más bien lo contrario. Sabemos que moriremos. Algo en nuestra cabeza funciona en el sentido inverso. El pensamiento mágico consiste en dar respuesta a las circunstancias complejas de entender sobre nuestra existencia en este efímero paso por el multiverso particular en el que de manera fortuita aterrizamos.

Llevo tiempo jugando con los algoritmos desde una perspectiva no actuarial, sino más bien ciudadana. En un momento dado intenté hacer lo contrario: justamente ponerme del lado de actuario, matemático, estadista, informático, chatgpt, que desde la perspectiva de la algoritmica y programación, desde el inicio, se plantea un entrenamiento de una red neuronal para ofrecer diferentes estados de la naturaleza, una serie de reglas, y un cierto nivel de autoorganización y capacidad de «aprendizaje» que conduzcan al algoritmo a sus propias conclusiones.

Esto lo hice de manera consciente. Sabiendo que pocas personas tenían la capacidad de entender y ver ciertas cosas en el mundo según los parámetros y las violencias que me cruzan particularmente a mi. No deja de ser un poco egocéntrico y megalomániaco pensar que lo que pueda yo aportar no está por ahí ya dando vueltas en otro sitio, con alguien más capaz, y con una mejor idea para que esto funcione. Lo cierto es que pese a todo lo intenté. Y fracasé.

No sólo fracasé, sino que me arruiné.

Me costó mucho salir, si es que se sale del todo. La vida siempre sigue su curso y su curso acaba un día por atraparte para recordarte las cuentas pendientes que dejaste en el camino. Y pese a querer hacer las cosas de acuerdo a los más solventes estándares de profesionalidad, la ecuación tiene múltiples niveles de incertidumbre que acarrearán riesgos con los que sin duda toparás, y de esto, algunos, puede que te conduzcan con cierta petulancia hacia el valle de la muerte.

Una vez más el conjuro de la muerte aparece como si invocado por la señal acústica del metro hacia el que te dirijes: Barranca del Muerto.

Esa estación, Barranca del Muerto, por un lado, y Copilco, por otro, eran los dos sitios por dónde los estudiantes que viajábamos en transporte público podíamos acceder al camioncito amarillo que había puesto el ITAM para poder llegar a la universidad, cada hora, con la presición Suiza de un trayecto repetido hora tras hora por dos conductores por trayecto. Alguno de estos conductores también se sacó la carrera, trabajando mientras lo hacía, con este servicio que nos permitía a algunos, sin coche, llegar a nuestras clases.

¿Cómo se puede vivir sin coche? Quizás desaprendiendo. Quizás por una vía asceta. Quizás no todo el mundo puede.

De entrada ponerse en el lugar del toro tiene dos direcciones. Esta bidireccionalidad suele contener una vía de transformación en ambas direcciones, y una asimetría de poder que no representa el mismo punto de partida de un lado, que del otro.

La dualidad nos compromete a tomar partido. También a mirarnos al espejo. Y traspasar la ilusión del otro lado. Y buscar en ambas direcciones. Afuera. Adentro. Otra dualidad ineludible.

La vida en contraposición a la muerte. De morir no tomaríamos la vida tan en serio. Seríamos eternos vagabundos. Tenemos poco tiempo y este se consume. Hagamos aquellas cosas con las que podemos comprometer nuestro tiempo, nuestra pasión, nuestro interés, nuestra capacidad de amar, hacia objetivos que permitan desbloquear los sesgos cognitivos que tenemos en cada una de nuestras disciplinas, en cada una de nuestras rutinas, en cada uno de nuestros trayectos.

Sigo siendo el mismo iluso que un día soñó que podía jugar. Y jugué. Sigo construyendo un mundo paralelo a lo que las señales y pulsiones del mercado lanzan sobre mi, y sobre tí, y sobre todo el mundo. No tengo la capacidad para expresar lo que quiere decir todo esto sin dar tantas vueltas. Quizás necesitaría otro alfabeto. Quizás necesitaría otro contexto. Quizás tendría que partir de otro marco.

Voy a comenzar por creerme a mi mismo. Dejar de escribir para someter al mundo a mi ausencia. No publicar, como el padre del personaje de Bardem en Vicky, Cristina, Barcelona que escribía la poesía más bella, pero por su conflicto con el mundo, como poeta maldito, se inhibía de publicar para dar por saco al propio mundo con su desprecio. Un ineludible juego más de la psique de Woody Allen con la que nada más puedo sentirme ligado.

Una vez más la idea de mi rebeldía no resulta ni tan siquiera innovadora. No exista nada que no se haya dicho. No existe un momento eureka. No existe una idea tremendamente innovadora. Todo ya está en la mesa. También el velo del dinero, la fama y el poder que inhunda la mentalidad capitalista con la que, ahora sí, todo el mundo, sueña con ser futbolista, tiktoker, o cualquier cosa entre medio que otorgue prestigio, dinero, y una vida por encima de la media. Como si la capacidad humana de ser-estar no estuviera más relacionada con el paseo que nos obliga a salir de casa, para realizar una función, un trabajo, una rutina, que nos relacione inevitablemente con nuestro entorno, con los vecinos, con unos compañeros, con el que nos una la causa, el equipo, la tarea conjunta, el proyecto, la transición hacia otra semana de vida.

La rutina de vivir nos permite experimentar cada día lo precioso que es estar aquí. No dejemos de maravillarnos con el regalo de estar presentes. De ser bondadosos con nosotros mismos. De darnos un poco de esperanza. Para seguir. Para movernos. Para expandir la posibilidad de volver a creer en aquello que pensamos que no motivaba a gritar. A romper las barreras.

Ha llegado el momento de empezar el día. Que mejor que escribir.

Hace tanto tiempo que pasaba por aquí.

Ayer.

El tiempo y sus dimensiones quisquillozas.

Nuestras hermosas incongruencias y contradicciones.

La capacidad de fallar.

Y volver a intentarlo.

Ahí reside la clave.

El es un día propicio para salir a buscar la emergencia colectiva.

Empezando por aquí.

Por levantarme con este espíritu.

Y compartirlo.

ALLS

De vuelta al ruedo

¿Por qué utilizar una frase taurina si no somos aficionados a la tauromaquia?

No tiene sentido. Ni que fuera rejoneador frustrado. O banderillero de andar por casa. O empresario. Siempre me ha llamado mucho la atención ese nombre: el empresario. El dueño de la plaza es lo que es. Y es quien tiene que hacer gran parte del trabajo invisible detrás de las corridas. Me imagino. Como el ganadero. Siempre atento a sus mayorales, a sus sementales, a sus pasturas, y su familia. Hombres de familia. Hombres de la España desierta, que se queda en el campo, cuidando de la hectáreas familiares de la casta castiza, patriarcas de estas tierras, grandes de España. El abolengo y la fiesta se conjugan en la misma oración de la historia de esta península, que un día fue mucho más que eso. Ah, tiempos pasados. ¿Quién fuera historia como este reino?

Rey de reyes sólo uno. Familias reales varias. Dios Padre… una.

Madre.

Madre mía.

Se te ha ido la olla.

Te has pasado tresxtres pueblos.

Nueve pueblos.

Nou pobles.

Nou pobles nous.

El nou del poble

El nou d’un poble nou.

El nou del Poble Nou.

El Nou.

9.

ALLS

Escribe que hace tiempo que no lo haces

Me quedé sin nada que decir.

Se podría dar el caso de una persona no tenga nada más que decir. Creo que estoy en ese punto. No me salen las palabras. No quiero expresar ni una más. Ya las dije todas.

No tengo más ideas que confrontar.

No tengo más argumentos que dar.

No tengo más historias que contar.

Todas están ahí. Contadas. En algún sitio. Pero ya no en mi cabeza.

Mi tiempo se distorcionó y no me queda más remedio que observar.

Dejar ir.

Salir.

Ir.

¿Y?

ALLS

Día de todos los santos

31 a 1 a 2

Halloween: fiesta prestada. Estado universal de una cultura que se hace una sola. Y en cambio, seguimos dilatando el entendimiento común de una comunidad más allá de nuestras fronteras, más allá de nuestras creencias, más allá de nuestra sacralizada individualidad.

No sabemos muy bien si está bien o está mal que nos disfracemos, que nos unamos a las fiestas masivas que lo inundan todo por la vía del marketing. Somos objeto, ahora sí casi todos, a los asuntos que nos distrae del mundo para atender el llamado de lo que debemos atender. Y en todo esto, hay un elemento ineludible de mercadeo: todos estamos vendiendo algo. Y queremos llamar la atención hacia la agenda de aquello en lo que creemos. De aquello que nos da para subsistir. Y todos utilizamos nuestro altavoz para dejar un mensaje, que quizás no interesa a nadie.

Lo que se genera, en todo caso, es ruido. Distorción sonora de la cual formamos parte. Y de la cual no podemos escapar. Más allá de lo que nos propongamos a no formar parte del juego. Somos masa. Y de esa masa debemos hacer algo edificante, ya que no podemos aspirar a predicar desde el pedestal de la razón, el privilegio, o la dinastía. De alguna manera tenemos la obligación de atender lo que nos resulta inmediato. Y nos proponernos a formar parte de algo que resista a la tentación. Un anhelo imposible. Un acto de rebeldía. Basta.

Y no nos damos cuenta, pero ese mismo anhelo es fruto de una campaña. Un pensamiento que justo supo que nos encontrábamos así, y que ha explotado una fisura en nuestro sistema de defensa. Porque todo require una analogía bélica para pertenecer a este presente.

No sabemos distinguir. La plataforma que nos representa frente a la que representa nuestro antagonismo. Ambas desenmascaran con hechos fabricados la farza del otro. Y no somos capaces de desantender la pulsión de razón que palpita del lado en el que nos sentimos representados. La fusión de nuestra individualidad con la noción colectiva de los nuestros.

Pero nunca es suficiente para abarcarlo todo. Siempre hay algo de apego al ego, o a la situación de privilegio que nos mantiene por encima del fracaso colectivo verdadero. Somos prisioneros de nosotros mismos. De nuestra propia ilusión. De las instituciones que defienden, si formamos parte de ellas, lo que es común, y dilapidan la noción colectiva de lo que tendría que ser cuando están en manos de los otros: nuestros némesis.

La estructura de unos contra otros manda. La noción de un mundo en continua ebullición. Las guerras que no se pueden parar ni un segundo. Barcos que transportan armas. Fabricas que producen sus partes. Economías que se sostienen por la demanda sostenida de una guerra necesaria para que exista este porvenir que da de comer a las familias trabajadoras de esos centros de poder. Inversiones diversificadas en todos los sectores estratégicos. Una aportación económica que blanquea los ataques de unos y otros. Unos medios que lo simplifican en un análisis trivial que sabemos que reproduce el altavoz de unos dueños que se resisten a perder el mando; a ceder poder.

Y nosotros estamos alineados a la alienación que nos subyace. No sabemos cómo salir de ella, porque estamos maniatados a un sistema que se resiste sin casi esfuerzo. El blindaje de nuestros pilares. Religión, nacionalismo, necrocapitalismo. Guerra y mercado. Amenaza y «libertad». Existencia insípida.

Quizás todo esto sea un delirio de persecusión. No sería el primero. Ni el último. Pero me resisto a creer que no hay alternativa. De hecho la hay. Y está en otra dimensión. Lo cuál nos parece extraterrestre. Lo es. Es de un sitio al que ahora mismo no podemos acceder. Pero que no está tan lejos. Un sitio que tenemos a tocar. Si traspasamos la membrana.

Y esta es la puerta de entrada.

Morir.

Vivir.

Volver a nacer

Bienvenidos al camino de vuelta.

ALLS

El nouvingut torracollons

No tots adoptem el mot que ens encanta.

Jo he apres a viure amb més de nou contradiccions.

I tant content.

I tant.

No se com dir-ho. Vull dir: no ser com explicar-ho.

És això que no ha passat mai pel teu cap.

No sé cóm dir-t’ho.

No ho entendries.

Mai, mai, mai, ho has vist.

Al teu cervell aquestes neurones mai no ha estat encesses.

Encessos.

Nova companya d’energia circular.

Del Tico Commons.

Es tracta d’un tema d’autor.

Jo ho he pensat així.

I a més a més ho escrit en forma de novela.

I de compte.

Curt.

Llarg.

Mega curt.

Mega llarg.

Sense sentit.

Amb traducció.

Amb il·lustracions.

Desglosat.

Simplificat.

Resumit.

En twits.

En valls.

En balls.

Sense bastons.

Només enxenetes.

Aixequem la primera columna de nou.

Amb folra.

I collons.

Com pit en tenia en Tito.

Va per tu!

ALLS