No me gusta cuando hablas mucho tiempo sobre una misma cosa.
Mi hija de ocho años me acaba de pedir esto. Y paré. Yo entiendo que a veces, cuando un tema en particular me interesa, y tengo algo que decir, lo digo. Y puede ser que encadene en el transcurso de una idea, múltiples ideas más, que se van amontonando para tener voz en una sala de espera que se empieza a saturar. El mensaje va saliendo más o menos ordenado. Al menos sólo hay una voz. No como en nuestra mente. Quizás en nuestra mente también hay un sólo hilo de pensamiento. Pero va rápido. Y puede concatenar ideas que vienen de diferentes puntos de nuestra mente. Pero podemos adiestrar para que en ese vagón de pensamiento tengamos varias cosas en espera para salir. En ese vagón previo al del locutor del discurso mental que tiene en estos momentos el micrófono.
Ese vagón es un hervidero de buenas ideas que están debatiendo abiertamente sobre lo que dice la idea que está en el micrófono. Ellas creen que son mejores y más trascendentales que la que está ahora en el show, con todos los reflectores. A fin de cuentas, quieren dar con el clavo. Entre ellas se debate abiertamente quién de ellas va a tomar la palabra cuando acabe el pensamiento completo de la idea vocalizada en ese momento.
La idea termina.
Hay dos escenarios. La otra persona habla. Entonces se queda libre el micrófono. Y todas escuchan. Aunque siguen balbucenado su argumento unidimensional. Es posible que en el vagón de las ideas en espera se puedan juntar dos ideas afines que se convierten en un argumento más completo. Y en un momento dado se pueden ordenar ellas mismas para plasmar un pensamiento complejo que ya tiene un orden narrativo coherente. Y se ponen en fila. Esa fila toma el control sobre el caos que hasta ahora aparecía reinar en el vagón previo al habla. Y entonces tenemos una línea temporal de ideas que saldrá a hacer el mejor discurso que tenemos disponible para este tema que nos ha traido aquí. Esa espera finalmente termina cuando podemos salir a expresar nuestro show. Las ideas autorganizadas dan su recital y se pasa a otro nivel de comunicación.
Mientras tanto el vagón no pierde ese ambinte de bulliocioso bar en el que las intelectuales ideas se abrasan las unas a las otras con el ímpetu de los borrachos sincerados por la desinhibición elocuente de los insolentes. Ese espíritu en el que los debates se dan sin mesura ni insultos, tan sólo el goce de ideas dispares que se tercian en un mano a mano que tiene como expectadores al resto de las ideas. Y a un ser superior que de alguna manera está presente en el debate, y que tercia por algunas de ellas, y se posiciona, pero deja que el flujo libre de la palabra se celebre como quién accede a que su omnipresencia sea puesta en duda para dejar que las ideas libres tomen sus propias decisiones ante el momento presente.
Le habría podido contar esta historia a mi hija pero no habría venido a cuento. Ella me pidió antes que no le dijera durante esta semana una palabra que no le gusta, que le hace sentir mal, y que considera un insulto. Chingá. Me explicó que a ella le suena a chincheta, y que cuando la escucha le parece que le estoy diciendo que es una chincheta. Cuando me lo contó se me desmoronó el corazón. Y al mismo tiempo, mi cerebro detectó un impulso que me hizo sonreir, de esa manera en la que ocultamos que lo estamos haciendo, para que la persona que nos está contando su desgarradora historia, no vea que hemos dibujado una sonrisa en medio del drama. Nada menos oportuno.
Pero en cambio me dio paso a explicarle lo que significa esa palabra en el contexto en el que la estaba utilizando. Después de pedirle varias veces que se metiera a bañar para que podamos salir a tiempo para ir a comer a casa de su avia, sin éxito, le espeté un «órale, chingá», que en mexicano quiere decir: vamos, va…ya estuvo bueno de tantas pamplinas, ponte las pilas en este mismo instante que ya no hay más margen de ir por las buenas.
Le dije que en inglés sería como decirle: common, hurry up. Pero en todo caso, ella se siente ofendida al escucharme decir esas palabras. Y le duele.
Al explicarle el contexto y el origen mexicano del mismo, me dijo: pero no estamos en México: estamos en Barcelona. Yo no quiero que me cambies. Yo quiero ser de aquí. Y aquí no se dice. Así que quiero que no lo uses.
Entramos en un debate en el que quizás ella me estaba intentando cambiar a mí para que fuera más como la gente de aquí. También me dijo que no quería que le forzara a cambiar. Le parecía que al explicarle el contexto del lenguaje con los parámetros de otros territorios y culturas, ella podría acabar perdiendo lo que realmente significa ser de aquí. Y eso le daba miedo. Me dijo que no quería ser diferente a su prima. Que si yo le forzaba a entender todas estas cosas de otras culturas, que un día ella sería diferente de su prima y que eso no lo soportaría. Le expliqué que el cambio no se lo estaba imponiendo yo, de ninguna manera. Simplemente le estaba explicando otros contextos de mi manera espontánea de hablar, sobre todo para que entendiera que su padre no le estaba intentando llamar chincheta, y mucho menos, ofenderla con una grocería como la que podría parecerle a cualquier otra persona que nos escuchara, una persona que únicamente hablara en «cristiano» y que no fuera capaz de discenir los matices de otras relaciones verbales del nuevo mundo. Pero le advertí: los cambios son innevitables. Cambiarás muchas veces de ahora en adelante, y eso no es malo. Debes aprender de cada cambio y también debes tener la sensibilidad para eschuchar a personas que vienen de otras culturas y de otras contextos distintos al tuyo, ya que a partir de lo que ellos te puedan explicar, y lo que tú les puedas replicar, seguramente aprenderás que unos y otros te pueden influenciar a cambiar. Y eso no es malo. Cambiar de opinión es pertinente, si te llegan a convecer de que un sistema de pensamiento establecido se basaba en fundamentos erroneos o falaces. Y también, es posible que alguien con una idea contraria a la tuya, pueda expresarla junto con sus argumentos, y que aún así, una vez expuestos tus puntos de vista, no consigan cambiar sus posturas. Esto también pasará. Y no pasa nada. Saltas de tema. O quizás, según la dimensión del debate, puedes despedirte y marchar.
Debatir y discrepar es parte de nuestro proceso humano para plantear los temas comunes. Cada individuo es parte de un contexto de estructuras y de ideas marcadas por su entorno, su comunidad, su familia y sus relaciones. Y también por lo que ha podido aprender, lo que ha conseguido leer, y lo que ha podido ordenar dentro de su esquema mental, social y personal. Cada quien tiene su punto de vista único e irrepetible. Y somos parte de una escena social que dan vida a una humanidad alerta, de pronto, a un porvenir común. La pandemia nos ha llevado a compartir un mismo vagón previo al discurso de la nueva normalidad. Y aquí estamos, encerrados, hablando del tema con nuestra mochila en las espaldas, defendiendo la posibilidad de poder mejorar el sistema colectivo social que podemos permitirnos, como hermanos, y obvio, hermanas, para dar paso a un cambio de tercio, que erradique por siempre la violencia, la ceguera emocional y la intolerancia al otro.
Algo bueno saldrá de todo esto. No me cabe la menor duda. Pero hay que saber que tenemos que renunciar a algunos aspectos que nos parecen pilares de nuestra cultura. En mi caso, por el momento, deberé aceptar que mi hija me quiere cambiar, y no le volveré a entonar ese: chingá.
La sensación global se armoniza en torno a un evento disruptivo que nos ha cambiado para siempre: la pandemia. No podemos escapar de ella por más que mucho insensatos sientan la necesidad de cuestionar la autoridad sanitaria por creerla parte de un bulo mastodóntico para instaurar la conspiración final. Evidentemente la conspiración final siempre atenta sobre nosotros. Sobre el que teme. Sobre uno mismo viéndose aplastado por los ministros del a conspiración. Y esto, así en abstracto, aplica para cualquier estructura de poder que en estos momentos esté en funcionamiento. Por lo tanto, es un arma que desde la masa manipulable y sensible, algunos incautos encuentran fácilmente utilizable para establecer la agenda del apocalipsis.
No es algo nuevo. La paranoía siempre está presente, especialmente cuando algunos poderes que antes merodeaban por debajo de la estructura social como una especie de underground oscuro de los intereses estratégicos de los organismos de control de la seguridad de cada estado, y de las entidades globales. Es decir, la era de los espías de postguerra, entreguerras, o en tiempos de los zares, o revolucionarios, si prefieren, para tener las dos perspectivas, los dos polos opuestos, el poder arriba en manos de los de siempre, y el oscuro poder de los comunistas una vez llegaron al poder. La historia tal y como la conocemos hoy en día nos pone a los comunistas como los perdedores, justo a partir de la caída del muro de Berlín. El imperio contendiente colapsó. Y el capitalismo de occidente ganó la batalla global. Desde entonces, el contrapeso se difuminó. Pensamos que todos éramos felices y plenos. Que habían llegado los tiempos de las vacas gordas. Y no fue del todo así.
El capitalismo, o más bien, su principal impulsor y contendiente en la pirámide mundial, los Estados Unidos, marcó la pauta de los años en los que el capitalismo nos llegó a todos en todas las esquinas del planeta. De pronto todos vimos en su entretenimiento, en sus productos, en su estilo de vida, el nuestro. Todos quisimos tener un sueño americano. Y de alguna manera, algo globalizó nuestra consciencia. No es del todo malo. Algo común tenemos como humanidad, pero en el paquete en el que se nos vendió este progreso, nos encontramos rápidamente consumidores de un producto mundial: el marketing. Y debajo, un sistema económico que nos prometió que tras la apertura de todos los mercados la mano invisible lo pondría todo en su lugar. Y aquí estamos. Con todo en el lugar que le dio la gana a nuestro sistema.
Han pasado cosas en medio de todo esto. Cosas grandes. Como las torres gemelas; o su ausencia. Todos recordamos ese momento y también al comander in chief. Y también los análisis de inteligencia que un Colin Powell presentó en un power point en el que se nos enseñaba las pruebas. Actos de fe que creyeron como amenzas reales los presidentes de tres países más. Y entonces cuatro países fueron a la guerra contra el terror. Épico. Y se hicieron una foto. A uno de ellos no le gustó el lugar que tendría en la foto, así que le pidió al único país, de los cuatro, al que podía menospreciar, que se hiciera a un lado. Es el momento de los señores, muchacho. Y el muchacho se corrió. Y la foto nos dejó el nuevo talante de un mundo que se precipitaba hacia un abismo al que todavía hoy no le hemos encontrado el fondo.
Símbolos. Imágenes. Todo había cambiado. Desde la caída del muro, las imágenes nos llegaron en directo. Pero las torres fueron más dramáticas. Y lo vimos todos. El mundo había cambiado para siempre. El shock nos fue inoculado con ese imagen para siempre. Nunca más lo olvidaríamos. Algo primario permitió que el mundo entero dejara a estos cuatro hombres liderar, pese a las protestas de muchos de sus ciudadanos, a ir a una guerra fuera de lo establecido a partir del acuerdo colectivo que nos propusimos en el marco de las Naciones Unidas. Algo había saltado. Las reglas. El acuerdo. El sistema. Un mal menor/mayor.
La cultura de la guerra se impuso sobre lo demás. Sobre todo. Todoso debimos observar como los señores de la guerra, esta vez por su cuenta, se alineaban en torno a un enemigo común, algo difuso, y sobre todo reemplazable, de tal manera que fuimos testigos de su evolución, sus resultados y sus incongruencias. Pese a todo, seguimos bajo ese sistema que nos avisa ahora de más y mayores riesgos. Riesgos a combatir con el ejercito, inclusive si lo que tenemos es una crisis de salud pública. Porque siempre hay personas a las que contener. Y el ejercito, o la militarización de la policia, está ahí para utilizar los recursos que les hemos dado para garantizar la hegemonía de la violencia. O de las armas. O del control. O del pánico. O todas juntas. En ese ente al servicio del poder. Y el dinero que genera. Ese revulsivo económico que inyecta optimismo en los mercados. Una vez entra por los conductos de reciclaje de sus aires de progreso.
Corporate finance. El mundo del dinero sabe que todo es momentaneo. Y que las cosas cambian de repente. Y si el mundo se para y toma otra dirección, habrá que estar atentos. Y mientras tanto los que tienen las armas ¿qué haran?. Sacarlas. Usarlas. Luchar por su superviviencia. Y entonces tendremos guerra. Guerra a guerra. El círculo virtuoso del cinismo armamentístico en el que vivimos.
Brotherhoods of fighters. Ellos se saben en control de los ejercitos. Al comando de los de arriba. A quienes les susurran posiciones. El hombre del dinero y el hombre militar tienen un mismo código: ganar más. Y seguir. A toda costa. Y todo crisis es oportunidad. Y porvenir. Dios está con nosotros. Y con tu espíritu.
Sin duda los cuatro de la foto (¿o eran tres?) se sabían en la cima del mundo. Independientemente de la ONU. Que les den a los demás. Vamos a salvar el puto mundo, oigan. ¿Qué no lo ven? Cowboys. Boys be boys.
Los tres de la foto dejaron al anfitrión fuera de la fiesta. Así son de chulos. O quizás fueron sus medios. Independientes. En sus países creyeron innecesario sumar a dueño de la pelota. Porque tres queda mejor que cuatro. O por lo que sea. Algo en ese gesto de exclusión quedó reconocido en el ímpetu del macho bravo que se come el mundo con su aliento a cigarro y alcohol. No hemos venido a hacer amigos, amigo—le dijo el único con bigote al anfitrión de la isla. La historia necesita tan solo tres. Ya se sabe. Como estos héroes que lucharon por «nuestra» libertad—el hombre del bigote dudó entonces, al no estar seguro que fuera del todo cierta su constantación.
GOLman es un sitio sagrado más allá del mundo que conocemos hoy día.
Nunca aprendimos muy bien la lección de todas las civilizaciones prehispánicas que dan origen a lo que somos más allá de lo que nos han venido a decir en los libros de historia. Una cosa nos quedó clara a todos: el nombre de la tierra que dió nombre a los olmecas: Olman.
Por ello, mi nacimiento como mito del futbolarte dentro de este nuevo sistema va más allá de una creencia, de una lección, de un culto, o de un performance. Se trata de un rito. Recuperamos pues lo primigenio que nuestros antepasados intuyeron con su vida. Más allá de lo que el desarrollo de nuestros compañeros de las antípodas vinieron a aportar a lo que hoy somos, en sintonía multiversal.
I’ve written many stories over the years. But I have been keeping them from you. I’ve been hiding behind my mind, just to come up with an excuse not to show up. I’m back here, and I see the world passing by. I feel alone, and somehow, safe. But alert: I also feel quite the opposite. A fraud. A misguided soul. A hasbeen who’s neverbeen. I’ve been just out here selling a sad story for myself that nobody believes. Not even me. That’s why I’m doomed. My worthless effort to confront my fears lay me down gently into the realms of nothing. I’ve acomplished nothing, yet I feel I deserve to have a place. Somewhere. Somehow. I just can’t handle how this could turn out to be a good story. So I keep thinking. So I keep trying. So I keep writing.
Nonetheless, I figure out I have a way out. Just one shot. This one shot is the story that’s going to safe my life. And this one story is the only one that I could tell. The true story I’ve been trying to be honest to. Because nothing else is anymore. And thus I fail in everything else as well. As it soons becomes a fraud. My fraud. Just like I see it. Like a see the fraud around me. And how it evolves and hunts you down. How it’s going to boomerang behind my back once I feel the releif of having thrown that stone at the right deamon. Pum!
I’m knocked down. My life is fear. I can sense it in my spirit-lost. I used to have it. Now I don’t. I told you already. I am not here for help. I am not here for therapy. I’m just here struggling, like the rest. And my story has been seldom told. So why again? Why me? Oh, lord, send me a sign…
Despair. Don’t show it. They’ll know. You are not supposed to be like this. This is dangerous to the system. They will soon come after me. And they’ll take me down. Like any other outlier that sits in the path of the system-dwelling smocks. Dull-faced hero’s of our time. Or jailmasters, or slavetraders. Murderers working for killers. Explotaition of the human kind working within the networks of our current LIFE. The underground connections to the dark forces within. The mafia culture. The moral doublethink that allows guns and drugs to be both the devil and the glory. And yet, we find the excuse to let it all sit in the same sort of frame. Our circus. And we, the agora, exploit the fact that we are not the evil one(s). Or so we think. But some fingers point at your direction. It’s not me. Like that’s a proof of anything. It’s people like you who brought us here. It’s entirely my fault. Now I know. Forgive me. Fellas, I’m the last sin. And I take pride on it; one last time.
I’ve only got one story. I’ve told it a million times. Or that’s what I figure. That’s what I’ve told myself. I have no proof. Just texts, documents, drawings, schemes. Babling. Over and over, the same story I’ve always told. It’s just it I need. Just this one tale. At point I will release the pain. The struggle will finally come to the end. And we shall still believe what surreality stands for in a leap outside yourself. It’s just that quest I’ve lead. And somehow, it’s still my cross. A holy one indeed. I must carry it on. Alas, here we are at last: ALLS.
Come to think: George Orwell was pointing out a future in which the current beast of absolute power, in power, would act like. As they’ve proven to long for no more than this one way to live without dissonance. The end of rebelion. The magnitude of enough tools to manipulate a gray life of survival.
It’s an authoritarian regime. War far away our little island, with our common enemies. Euroasians. Be that east or west. They are the others. And we are continuosly at war. So we live for war, speaking as if it was peace. I am not sure if that’s newspeak or double think. Or maybe, I am just mutating the past once again through the loophole of this one book set in the course of a futuristic society in 1984: the past.
One could say that the warning on 1984 is very clear. And that distopias are an effort to install in the mind of a reader what things could be like if we turn all controls into one big facist regime. But the thing is, in double think spirit, everyone may point into a facist and yell: you are the facist. The real facist too. So we are radicalized with the intention of finding nazis in every nemesis we hate. And man, oh man, plenty of nemesis out there. If there’s something nowadays is people you can consider your life antagonist at the edge of the cliff. So you quickly jump to the conclusion: elimitate. Before he/she eliminates you.
And it all depends on how much privilege you bear. The higher up, the more peculiar results we see of people afraid. The lutters, oh, they say. People are coming to get us. The barbarians have won. Europe always knew they were there. And somehow the fear is on us. It somehow has prevailed as the sort of fearful society that just can’t get enough. So he constantly fear the other. And there are plenty of others to fear. And if not, you will be guided to fear the correct ones. God forbid you pick your own nemesis. It just doesn’t work that way. You are not suppose to think on your own. Or read books. Just stick with oficial propaganda. Like-minded crowds. The «us» we hold dearest. The true civilized humans. The ones that deserve to rule the world. Again.
People in power. People searching to be that power. That’s the old game of politics. Or maybe the game is really the power shit. Money gets close to that influence. People who seek power are into money. And people who are into power and don’t have the means to move up the pyramyd with their own enterprises, choose politics. Some parties are there for people to be part of the political players that touch power. In representation of the rest. So we can all go about our life. With the same sort of critical attitude that we can hold from our couch, or through our digital platforms. Our social persona is now an activist posting shit online. Like this piece of crap you are reading. I thank you for thy patience. You are trully a good and loyal reader. I sherish you. And wonder if you want to read some… well, serve yourself. You’ve made my day. Maybe even my life. For the rest of my lives.
Multiple lives matter. But let’s focus on the black ones.
Current affairs are smelling like 1984. People don’t read books, on one side. And on the other, they just read one book. Or is it the other way around? In any case, I’ve just felt the need to go about my way into the wrong way to read the play. And end up in the loosing end of this senseless battle. I’d be in this sort of situation. We can be persecuted up to a point in which we piss off the wrong dude. There’s two ways you do that. You piss of a boss of a mafia-like structure, be it one of the good guys, or one of the bad guys, and he, or she (let’s open the posibilities of feminism in the struggle to impersonate the evil characters from the heteropatriarchy power roles on the top of the scheme) sends a squad to hunt you down. In either case, you are a sitting duck. And you will be terminated. Cause the Big Brother is watching you. In every coin. In every camara. In your own phone. In your profiling stamp across the Internet. You think «they» don’t know? Oh, sure they know. They are on to you. Maybe even reading this as we «speak». The creepiest system ever is here, installed in the open areas of public and private space, expect for that little bit of brain left without Thought-police on your ass.
«He wondered again for whom he was writing the diary. For the future, for the past–for an age that may be imaginary. And in front of him there lay not death but annihilation. The diary would be reduced to ashes and himself to vapor. Only the Thought Police would read what he had written, before they wiped it out of existence and out of memory. How could you make appeal to the future when not a trace of you, not even an annonumous word scribbled on a piece of paper, could physically survive?
Winston, 1984. Or maybe, Orwell, 1941. Or maybe Golman, 2020.
En la sociedad llegas a un punto en el que, tal y como está montado el juego, tu posición te deja a las afueras de la normalidad, excluido. Quizás vivir en la periferia de las reglas establecidas conlleve una doble racionalidad: empujar las fronteras más allá de donde está estipulado el campo de juego, y verificar las andanzas de los que deciden transgredir las reglas: para bien y para mal.
El hecho en sí no debería ser causante de la anulación de nuestra entidad como ciudadanos dentro de un marco legal que asumimos como común. De alguna manera asumimos que el juego limpio es la condición que se establece para que todos podamos participar en las mismas condiciones. Pero resulta que no es así. No es así del todo. Porque el terreno está inclinado y algunos tienen más tracción para ir cuesta arriba, pero lo peor, es que algunos sólo tienen que correr cuesta abajo, y anotar en la portería sur. El equipo de los «Sísifos» continuamente deben pillar su esférica y trasladarla, cual salmón, a contracorriente. Y encima el árbitro, marca las faltas que le apetece ver, ya que de alguna manera los colegiados tienen más afiliación a los que más beneficios otorgan en el lado negro de la sociedad.
Por lo tanto, ¿qué salida podríamos dibujar para un esquema como este? Sin duda, nos han pintado la necesidad de ser una sociedad de mentes puras, ya que los némesis se encuentran en el otro lado de la balanza, dando por el culo. Y puede que sea así. Dar por el culo es un ejercicio de patriotismo, sobre todo, español. No se puede ser sin dar por el culo. Es ontológico. Los españoles continuamente estamos removiendo el foco de nuestra ontología, porque somos culos inquietos, además de gilipollas.
Este tipo de afirmaciones quedarían muy mal si vinieran de un «no español». No es mi caso. Soy español, español, español. Mi pasaporte lo constata. Pero no se flagelen, todavía, que esto apenas comienza. Si les urge darme por el culo, apuntaros a la lista de sodomías y gomorradas por venir, que os aseguro que encontraréis que los 99€ de tarifa plana están más que amortizados. Si es que las mentes infinitesimales tienen un debilidad por el cuerpo sagrado de la imagen consagrada en el espejo. Selfie.
No quedan ya títeres con cabeza en este país. Pero no es momento del desánimo ni el desasosiego. Haremos con nuestros cuerpos inertes lo mismo que en su día hicimos para asumir nuestra transición como pueblo a la antesala de los marcados por la providencia para restituir el orden sagrado de humanidad sin culpa, gloria, o purgatorio.
Un viejo ángel de la guarda que tuvo relación con el ángel caído, siendo buen amigo, supo que había una especie de injusticia en el juicio de Dios Padre. Algo similar, le pareció al mismo Ángel, la mala prensa que se le ha dado a Judas «el elegido» cuando estaba dentro de su papel, acercar a Jesús a la gloria de Dios Padre, por los siglos de los siglos. ALLS.
UCLA zoom scholary discussion regarding racist white América.
The following is going to be a transcription of the main things said in this talk, mixed with my inputs on the matter. It comes from a high end debate from local experts on the matter, and the community connected to listen what’s to be said from a University institution regarding the issues that pop up again after George Floyd’s murder.
Breath, breathing. Impact of COVID-19 on black community. Constricted air in a knee on the neck. Stress of parents and grandparents in overcrowded and underresource conditions. Or families separated in segregation camps where inmigrants are separated from their children.
A conversation. University of Missouri. Athethles became involved. Many of the students were extremely depressed. They’ve lost the intensity of the moment. Thinking deeply about the meaning of protest. Demostration being rehearsals for revolution. This very intense moment will not last. It will be over sooner than later. What helps to create such a moment and how we act after that moment. Important for activists. Who are deppresed because the lack of attention to the work they are doing. Sometimes it takes 9 years for the consequences of that work to create a junckure. Keep both the past and the future in how we might image the aftermath. The intellectual work we need to keep pushing.
Longevity. Thanks for the long term struggle. Those who are fired. Whatever hits them. Ungoing boicot. June 5th. 4th aniversary, Cedric Robison. Racist Capitalism. African struggle. Facism. Ending the war on black people. Peace divident. Covid-19 pandemic lays bear this ongoing war on black people. The devastating impact of the pandemic on the existing condition of caged, low waged jobs, … acceleration of boarder crossing. Elimination of labor laws. Struggle to keep the jobs. Getting infected. Meat packing industry. Indian country: epicenter of coronavirus. Centurys of neglec disposesion and enclosure. Racism on asians. Things happening before the pandemic. Shift to authoritarian regimes. Racist nationalism. The catastrophe we were fighting. The most recent set of murders, like Floyd’s. Lay bare the intensity of the struggle. Possibilities on the struggle.
Young people. Courage and risk. Frustration and anger. Militarization of the boarder. Rehersal of what we are seeing right now. Mexicans first. Now inside.
Imagine a new world. Thanks for all the people who have work on that. Thanks to that we have something to look for in the future. Hundreds of years of pandemic racisms. The grief laid bare by these public linching. Criminalization of the unprotected. Calculus of human worths: life and dreams. Young people are teaching us to get across based on our humanity. Just because we breath. Deserve to be here. Ongoing struggle. The power of what Cedric Robinson brought to us. Promise of liberation. Always have the lessons to be freed. Concerning and hopeful and powerful. So proud to be a part of these communities. People who don’t have these conversations. The people who keep having this talks. Still on. Protesting. Black lives matters. Brown, Black, trans… skepticism. The burden of our humanity. Ongoing struggle: resource for us to learn from.
The border. Everyone in these panel have been teachers. Militarization of the Mexico boarder. Surveilance and security industrial complex. The converged effort to create a culture of inclosure and containment. The border complex has increased its presence. Border patrol in 92 was used as part of the work of LAPD to deport latinos. Homeland security integrated in national policing. It’s the same now. Linking what’s happening with Mexico border and antiinmigrant actions. Supreme court rules on DAKA. Solidarity movements. Pride is next week. On the border front Richard Mistrac, fotographing the militarization of the US/Mexico border. Rocks and canions. Southwester. White supremacist messages. KKK mesages. Profecy on how thes linked system of hate and terror. All there written on the environment. A network of networks of solidarity with the same level of convergence.
Miopic. International community. What about? Insight from support and aliances from around the world. The kinds of struggles and resistances on other places. Obviously the response of the linching has been felt all over the world. Racism is not a domestic problem. We are facing racist capitalism. We are very thankful of racial capitalism. The system is responsible for a range of problems we are facing in this society. In the state of Amazonas activist are having police violence. In Brazil 4000 people were killed by the police. Militarization of the police. The danger of the military police. The burning of the forest. An intersectional approach: racisms, sexism and misoginy, transfobia, Maria de Franco, a black trans women killed. A global problem. Adama Traore in Paris. Killed four years ago. His sister, Asa Traoure has been very active. In UK a march took place to Grimble Tower that was burn down in 2017. All the connections and the responses of the globlal responses of the killing in the US. The limitations of the nation state. The militarization of the border is very relevant here. This is a moment where it’s becoming clear that the nation state as we know it is no longer possible. A broad internation perspective helps us in what kind of future we want. Abolish prisions. Abolish police. We move beyond the capitalist notion of the nation state.
Halowing out. Placement of neoliberal market space. Make it in the world on your own. Environmental degradation. The lack of certain kind of liberal state government. A different interconnected understanding. Hollowing out of the nation state. Regulatory turning the estate into a corporate capital governance. The nation estate as we know it is unsustainable. Such a dedicated commitment of nationalistic estates to bring it up. Capital is global for a couple of centuries. The authoritarian regimes mantein a liberal order, they want to remove all barriers to capital movement, but create a barrier against labor power, or regulated life and environment rules. Police power. Military power. Liberal estate has a short history. Social democratic estate starts in the reconstruction. A vision of the estate that could actually help people. Extends then to Europe and elsewere. Social liberal estate. XIX liberal estate is diferent form the XX neoliberal estate. Facism then fucks it up. Vision of internationalism. The beginin of a global vision that focus on the condion of the least of us. Conditions of life for the working people in the entire world. The movement now is deeply international. It builds on previous movement. A decade of BLM. It moves beyond Occupy movement. This internationalism explotes not especifically environment, or color blind, it’s state violence. A very exciting time to see what the future looks like.
Racial capitalims. Connected discrete struggles. Escalation of authoritarian regimes. White supremacist fragility. A lot of people are recognizing to be made to feel that this is a unitetly american problem. We’ve already feeling isolated. It’s not just an American thing. Everybody is hurting. The only thing that has change is that we’ve had enough. Internationalism is mutual recognition that the nation state doesn’t hold anymore. It’s not a time that can be determine what freedom is. Fleamsy fence in the white house. The narrative of how fences are not going to keep anybody in or out. A permeable fence around the white house. You are not welcome here. Women and trans in the front line. There are other histories. Infuriated to Bolsonaro, Trump. It says what you are doing is a lie. We have a diferent set of imagination that you don’e even get.
The narrative.
The dispute of truth and facts. The journalism struggle. Cellphone and camares. A different kind of achive. The powerful role of the miniutarization of the camara. A diferent kind of telling. And a diferent kind of visualization. Due Jordan, activist. This is what poets do. Wory words. The greates possible beauty. Tell the truth. Profound troubling of the truth. The nature of the thruth of linching. Antiblack violence. Public ciclical murders. We would not be talking about it without cellphones. To bear witness. To get to prosecute. No doubt from Fergusson. Brutal beating of Rotney King. The recording of portable devices. The potential impossibility of retribution or gettion close to some kind of justice. Elisa Richardson: bearing wittnnes white black. Citizen journalism. Documenting terror. Harder to ignore. Harder to not see. A piece on the Conversation. Cellphone videos can become a kind of explotation. Get’s distributed in ways that desinziting and numbnes of black deaths. Media: you are not alone. We are here. Recording.
What to do?
What does policy look like.
Care.
The question of care. The kind of care that we see in the streets. Confort. Care and movilization and protest. A care of different way. Collective care.
Recognize the feminist dimention of these new movements. A kind of genealogy that comes back to the emergence of black lives matter. Collective leadership from women perspective. Selfcare. Who does the care? Who is responsible for care work? Who is responsible for labor? The healthcare industry has expanded in the various ways in which it’s been privitized. Something about the witnessing of George Floyd’s last breath. Has become a collective fenomena. We’ve all seen the last nine minutes of this brother’s life. The emotional connection has been lacking in our movement prior to this recent era. We all feel diferent because we’ve witness this. The collective witnessing could render one inmune, but it’s important in which so much has come together from this. Trully and conjunturate moment. This virus could lead us to something new.
Black feminist leadership. Making all lives matter. Black feminist movement. Alicia Garza talking about acertions of what the movement needs a male leader. That’s dying. All these amazing young people caring about each other. They are there to defend their right. Scenes of caring. Strage dicotomy of police. In their own militarism can get all the resources they need. Healthcare workers who can’t get basic necesities to protect themselves. Riana Taylor was murder as a result of a home invation. Social domestic space. Black women of all ages are killed on their private space. We need to pay attention in the way in which black women are killed. At the forefront of the struggle are women. Around the world.
A couple of question.
Small steps individuals can take/ large steps institutions need to take.
I’ve been doing a lot of conversations. Lot of folks are asking what can I do. People want to go to work. It’s really important to remember in the institutions as they are setup right now. One change in policy. A fundamental shift in which we pattern ourselves where we go next. A fundamental introspection of the commitment we are ready to make and the people who are ready to step in. That’s both an institutional question. How quickly no SAT was required. This doesn’t work for our communities. It changed in a second. We have to not be affraind to unpattern ourselves. Where we want to go. What magic we can bring to the show. A personal transformation.
Multiracial coalitions organizing and protesting. How to attact white supremacy in this moment around this kind of challenge.
There is so many latinas organizations. Discovering antiindigeity. People doing this work. Power collective. People used social media. On small and big levels. This work is being done.
Coment on the economy of the violence. Massive distribution of wealth. And how it affects the poor.
A moment of enlightment. I am impressed of how structural racism and institutional racism infiltrated the mainstream. Elected oficial and media talking about it. Work that we’ve been doing for a long time. It’s reacing a fruition. When the governor of Minessota says as a white man I undestand my priviledge. The narratives that it’s generating. Black lives matter. The negative responses that first occur in the context of the Ferguson protest. So many people white are saying; all lives matter. One of the presidential candidates said it. People are beginning to get it. All lives will not matter until black lives matter. The wall that went up around the white house. Workers painting black lives matter painted in the street that goes directly to the white house. We have to saviour this moment. There’s so much hope in this moment. The promises will last. We have to hold on to those promisses. So that we can move on the direction of a better future.
Capital accumulation. Worth noting that there’s a kind of concept of progressive taxes. Privatization of healthcare. Cuomo protectig CEO’s of healthcare hospitals for being sued. Defunding the police. Moving it to transform the healthcare system that doesn’t become the cash of corporate system. Prisions should be abolished. Encarcelation became an investment. The posiblities of this being dismantled. Encarcelation is caging people. There is no shortage of plan to move to the future. Ideas are now being taking seriously. Corporate facism is coming.
Accumulation conversation. One aspect is the role of corporations and creative industries have been playing in the last month. Way more than in 2014: corporative care. One of the things is that corporations are caring. Instagram is corporate advertizmente of black lives matter. Longitudinal movements get compressed in a week that increases the brand power of individual brands, and not the movement. The music industries donating and giving visibilities. Unfair contracts. Profiting of black music to built music empieres without black people. This has been growing.
Do you belive that there are two diferent timelines of freedom. Independence. But still some african americans don’t have it.
I can see that on two timelines. The freedom in France or the USA were depending on the slavement of black or indigenous people. Even for lives who’s freedom depends on the freedom of others. The levels of our own sudjugation depending on the freedom of others.
Projects in the future we can imagine. Possibilities. Hope. Future.
The role of culture imagination. Music. Confinement. The slow time of covid. I wonder if you think culture is a repository for this kind of hope. A way forward. Culture workers. Freedom workers know the power of visual art, and sonic music. Music as part of freedom struggles. Sounds that signal to a past that is an inside story. A bigger story that we can participate. A strengh that is used in organizing how we go in to give speeches. People waiting for contractors. Activist come with music. This is were the leadership is. Part of the sountrack of freedom. Messages that not explicity about freedom. A soundtrack of what we experience together. What’s going to be the soundtrack of our triumph.
One of the reasons white peole are drawn to the US struggle is the power of black music. With that music comes the strugle of black resistance. So much solidarity to black struggle in the US, but not nearly the same level of solidarity for Palestinians of Kurdish people. I think with impact of black music comes responsability. Not only with black people, but with the people of the world. A tendency of black people that we’ve suffered so long, so hard, that we have no space for anything else. I think that the music have opened up new spaces. Black people has been able to use this to open space for solidarities in other countries. Black solidarities in Palestinaians when Ferguson. Open up. Instead of closing up with the world. With Rajava. Kurdish people. Also trying to abolish the police. Radical feminist notions to reconstruct their society. When it doesn’t look like we can get a better future, music gives us hope.
We find a way to come together. 15.000 people that join in 15m. Because the music is good.
On the music note. Black music as a language of solidarity. Kpop fans. Online resistance army. Used their army to use their opposition to policing. They flodded the social media of police.
Two organizations in LA. Envelon. Graphics artist. Someeverthing. Her new organization. Community center. Visual artist and fantasy architect. Future possibilities. Urban gardens for the former encarcerated. New gardens of community. Community food organizations. Putting food in the center.
Poetry. Ross Gay: a small meatfull fact. Is that Eric Gardenr. With his very large hands he put gently into the earth some plants that continued to grow, like converting light into food, making us able to breath. Putting our hands in the earth making sure that we can breathe.
Terry Lyn Carrington. Social Science group. Sountrack of this moment. Music and art allows us to get it. Cecile McLoren. The most amazing jazz singer.
All of us have a relationship of UCLA to the humanities Institute. The larger community. UCHIR.
See it for what it is. A muslim in América. How things change when you place yourself in the other’s persons place. From there perspective changes. Take Hassan’s word for it. Make it your own.
I’m not even American. But his affects me, as we are trying to flip the system around. Not just for the «Land of the Free», but for a new global understanding of our humanity.
I’m New Américan.
Look at this from an Asian perspective. This is where it leads.
El trabajo de un futbolartista tiene todos los matices que caben el un único y gran multiverso particular: el propio. El derecho postpandémico nos otorga al menos ese nivel de libertad: la multiversalidad en su conjunto, pero un único espacio-tiempo para cada individuo, en el que se pueden plantear los principios básicos de un multiverso particular adaptado a nuestra conveniencia. Esta sociedad no sería capaz de aceptar menos que eso. Lo otro, la unidad nacional, la vida eterna, la moral represiva, el sistema heteropatriarcal, la violencia explícita e implicita, el machismo cínico, … ya lo ha vivido en el status quo del que estamos alejándonos.
Pero se mantiene la noción de una unidad particular a la que todos tenemos acceso. El multiverso propio. Es decir, tenemos la noción abierta de lo múltiple, que nos ayuda a conocer los sistemas abiertos y los niveles de libertad, y también, rescatamos la unidad impoluta que se centra en el individuo. En un mismo. Esta vez, transformado por un renovada gracia divina, de la cual formamos parte, y a la que podemos acceder, con la misma facilidad con la que hasta ahora podíamos acceder al diálogo directo con el Dios al que solíamos rezar.
Así que no se asusten. Puede que usted tenga la voluntad de cambiar con este sistema. Pues esa capacidad le será dada. Igualmente, el resto lo podrán hacer. Quizás nos basemos en derechos adquiridos y esas cosas para trazar una línea en el pasado que deseamos rescatar. O quizás esa línea sea la que tracemos todos juntos al dar un salto colectivo cámbrico a un nuevo máximo local al que nuestra emergencia nos porte. Suena bien. Vamos a ello.
Durante varios años he querido simplificar estos proyectos de una manera en la que fueran sistematizados y organizados para que cualquier pueda no tan sólo acceder a ellos, sino que también les permitan transformarse a sí mismos. Y es esta transformación, que viene de las ideas, de los libros, de la creación, la que creo que debemos asumir todos (y con eso me refiero a todas, ojo, pero inclusive si asumo el lenguaje inclusivo feminizado se entenderá que puede ser que sea todo un artificio para colarla, para estar de moda, para no quedar fuera de lo que la masa en su conjunto está consiguiendo. No se azoten, es tan sólo una provocación más, que hago por picar la cresta, pero no por afiliación al lado oscuro de la fueraza. Y quizás en algún momento, el lado oscuro de la fuerza me seducirá y caeré en sus manos. Y en ese momento, saldré de fiesta con lucifer y tomaremos la noche por sorpresa, sin que eso quiera decir que nos tiremos al lío a propagar el mal por doquier sin ton ni son. Nosotros no somos así. Bueno, yo no pongo la mano en el fuego por Lucifer… yo no soy así. Pero nos podemos llegar a entender en según qué coordenadas) ya que a partir de crear nos curamos. Algo más aprendemos al escribir. Algo más sabemos de nosotros mismos cuando trasladamos nuestros pensamientos al papel. Algo más sabemos cuando escribimos nuestras ideas en un ensayo. Algo más sale a relucir en el debate público de este nuevo sistema social emergente. Esa es la idea.
Sin embargo, mi idea es aterrizar la búsqueda expansiva de mis piezas en un esfuerzo sintético de autoorganización, basado en etiquetas que permitan agrupar aquello que comparte elementos comunes. Es un trabajo indispensable de labeling, que resulta que es una de las tareas indispensables para la autoorganización de cualquier sistema complejo.
Se trata de seis ejes duales, es decir, de dualidades que sintentizan la unidad proveniente de dos polos independientes, y que en este ejercicio de creación personal, uno en un nuevo eje. Se trata de crear etiquetas nuevas que no existen en el panorama social, artístico, informacional, con el único objetivo de probar ampliar las fronteras de lo que conocemos a partir de un matrimonio simple entre dos sustantivos. Veámos qué queda de eso.
Los seis ejes de las dualidades de Golman, servidor, son:
Artístico-narrativo
Futbolístico-documental
Táctico-estratégico
Social-político
Colectivo-emergente
Onírico-experimental
Cada una de estas categorías, que por sí misma podría ser un categoría propia, es la base del proyecto creativo performativo que he definido para alinear la persona que soy y aquella que imagino ser. Es decir, el plano de la ficción me permite en este caso asumirme como un personaje que tiene todas estas dimensiones. Y en ese plano, me sirve establecer esta nomenclatura para asociar las piezas que tengan ese tipo de exploraciones, y también, para definir un marco conceptual a partir del cual elaborar una lectura propia de mi surrealidad, y sus antípodas, la realidad. O bien, el mentado status quo.