Todos estamos en este mismo proceso.
Nadie entiende entiende nada.
Todo se tergiversó.
Se traspapeló el orden.
¿Os acordáis?
Albert Pla muestra el camino.
Todo se volteó.
Todos cambiamos de sitio.
Reorganizamos el punto de vista.
De pronto ya no éramos el ombligo.
La perspectiva de lo que somos.
Nos trasladamos por virtud.
En Perú… eso no lo sabes ni tú.
El Everest en Jerusalem.
¿A dónde vamos?
¿De dónde venimos?
Parecía que teníamos claro eso.
Pero no a dónde vamos.
Alguno vimos cambiar el mundo.
Y nos reimos.
Y luego el pesimismo.
Nos juntamos para hablar.
La vanidad.
Los humanos pensaban que nos pondríamos de acuerdo.
Que dominaríamos el mundo.
Luchar juntos por dominar el mundo.
Un completo fracaso.
El mundo que era nuestro: dueños.
Seguía girando sin nuestro permiso.
Los sesos tuzodos concienzudos.
Socorro.
Un pajarinto piando.
Los líderes del mundo perdieron el mundo.
Los falsos profestas desmascarados.
No somos nada.
No. No somos nada.
Nada sale como uno desea.
Todo se puede volver en tu contra sin darte cuenta.
Nuestra querida tierra nos guardaba otra sorpresa.
La gente cambió de forma.
Ya no éramos cómo éramos.
Pito entre las cejas.
Una mano aquí, y otra en Timbuctú.
¿Qué harías tú?
Gran galimatías.
Algunos pidieron perdón a la Tierra.
Otros la culparon.
Vaya mierda de planeta.
La tierra está enferma.
Planeta con sus propios problemas.
Cómo estaba el planeta: majareta.
Cuidado que esto se acaba.
Se acaba.