Los 6 ejes de las dualidades de Golman

El trabajo de un futbolartista tiene todos los matices que caben el un único y gran multiverso particular: el propio. El derecho postpandémico nos otorga al menos ese nivel de libertad: la multiversalidad en su conjunto, pero un único espacio-tiempo para cada individuo, en el que se pueden plantear los principios básicos de un multiverso particular adaptado a nuestra conveniencia. Esta sociedad no sería capaz de aceptar menos que eso. Lo otro, la unidad nacional, la vida eterna, la moral represiva, el sistema heteropatriarcal, la violencia explícita e implicita, el machismo cínico, … ya lo ha vivido en el status quo del que estamos alejándonos.

Pero se mantiene la noción de una unidad particular a la que todos tenemos acceso. El multiverso propio. Es decir, tenemos la noción abierta de lo múltiple, que nos ayuda a conocer los sistemas abiertos y los niveles de libertad, y también, rescatamos la unidad impoluta que se centra en el individuo. En un mismo. Esta vez, transformado por un renovada gracia divina, de la cual formamos parte, y a la que podemos acceder, con la misma facilidad con la que hasta ahora podíamos acceder al diálogo directo con el Dios al que solíamos rezar.

Así que no se asusten. Puede que usted tenga la voluntad de cambiar con este sistema. Pues esa capacidad le será dada. Igualmente, el resto lo podrán hacer. Quizás nos basemos en derechos adquiridos y esas cosas para trazar una línea en el pasado que deseamos rescatar. O quizás esa línea sea la que tracemos todos juntos al dar un salto colectivo cámbrico a un nuevo máximo local al que nuestra emergencia nos porte. Suena bien. Vamos a ello.

Durante varios años he querido simplificar estos proyectos de una manera en la que fueran sistematizados y organizados para que cualquier pueda no tan sólo acceder a ellos, sino que también les permitan transformarse a sí mismos. Y es esta transformación, que viene de las ideas, de los libros, de la creación, la que creo que debemos asumir todos (y con eso me refiero a todas, ojo, pero inclusive si asumo el lenguaje inclusivo feminizado se entenderá que puede ser que sea todo un artificio para colarla, para estar de moda, para no quedar fuera de lo que la masa en su conjunto está consiguiendo. No se azoten, es tan sólo una provocación más, que hago por picar la cresta, pero no por afiliación al lado oscuro de la fueraza. Y quizás en algún momento, el lado oscuro de la fuerza me seducirá y caeré en sus manos. Y en ese momento, saldré de fiesta con lucifer y tomaremos la noche por sorpresa, sin que eso quiera decir que nos tiremos al lío a propagar el mal por doquier sin ton ni son. Nosotros no somos así. Bueno, yo no pongo la mano en el fuego por Lucifer… yo no soy así. Pero nos podemos llegar a entender en según qué coordenadas) ya que a partir de crear nos curamos. Algo más aprendemos al escribir. Algo más sabemos de nosotros mismos cuando trasladamos nuestros pensamientos al papel. Algo más sabemos cuando escribimos nuestras ideas en un ensayo. Algo más sale a relucir en el debate público de este nuevo sistema social emergente. Esa es la idea.

Sin embargo, mi idea es aterrizar la búsqueda expansiva de mis piezas en un esfuerzo sintético de autoorganización, basado en etiquetas que permitan agrupar aquello que comparte elementos comunes. Es un trabajo indispensable de labeling, que resulta que es una de las tareas indispensables para la autoorganización de cualquier sistema complejo.

Se trata de seis ejes duales, es decir, de dualidades que sintentizan la unidad proveniente de dos polos independientes, y que en este ejercicio de creación personal, uno en un nuevo eje. Se trata de crear etiquetas nuevas que no existen en el panorama social, artístico, informacional, con el único objetivo de probar ampliar las fronteras de lo que conocemos a partir de un matrimonio simple entre dos sustantivos. Veámos qué queda de eso.

Los seis ejes de las dualidades de Golman, servidor, son:

  • Artístico-narrativo
  • Futbolístico-documental
  • Táctico-estratégico
  • Social-político
  • Colectivo-emergente
  • Onírico-experimental

Cada una de estas categorías, que por sí misma podría ser un categoría propia, es la base del proyecto creativo performativo que he definido para alinear la persona que soy y aquella que imagino ser. Es decir, el plano de la ficción me permite en este caso asumirme como un personaje que tiene todas estas dimensiones. Y en ese plano, me sirve establecer esta nomenclatura para asociar las piezas que tengan ese tipo de exploraciones, y también, para definir un marco conceptual a partir del cual elaborar una lectura propia de mi surrealidad, y sus antípodas, la realidad. O bien, el mentado status quo.

bty

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