Eduardo Lago y Enrique Vila-Matas conectan con NYC con un policía de cementerios. Un guarda de seguridad, en realidad. Un puertorriqueño. Cristina estaba con ellos. Oficial Jimenez. Cada vez que voy a cerrar, la gente se tiene que ir. ¿Cómo se llamaba tu compañero?, le pregunta Vila-Matas. José Velásquez. Ustedes están viendo la tumba de Moby Dick. Él no se instruye. Muchacho, sepultaron a una ballena.
Jimenez, ¿cómo es la tumba de Melville? Dejan unos mensajes. Escritores. Poetas. Le dejan mensajes y bolígrafos. A ver si pueden heredar la misma forma de escribir. Principiantes. Gente mayores como ustedes. Escritores. Que dejan mensajes.
Una cosa que me pareció impropio fue que me quitaste un libro casi a punta de pistola. Me gusta mucho Melville. Ahí está la soledad de Nueva York. De Wall Street. Los gringos son así como Bartebly.
Tú eres un lector. Nos dijiste que a tí te gustaba leer entre las tumbas. Mi mamá fue maestra retirada en Puerto Rico. Me gusta leer mucho.
Hispanoamericanos qué autores has leído. García Márquez, Cortazar, Vargas Llosa. Vargas Llosa me aburre un poco. El premio nobel estás de acuerdo o te igual? Esos premios me parecen sospechosos. Yo no tengo opinión sobre eso. ¿Has leído a Paul Auster? Sí, me gusta mucho, porque es el poeta de la ciudad. Henry James. La vuelta de tuerca. Las novelas largas no me interesan mucho. Las bostonianas. Me gusta mucho como el autor maneja el relato del narrador. Thomas Pynchon. Te voy a admitir. Don de Lillo. Punto mega, lo leí y me gustó mucho. Thomas Pynchon cada frase es genial. Ese sí que te puedo decir que lo leo entre tumbas. Antes de abrir me leo un capítulo. Lo dificil me entretiene.
Jiménez, te queríamos hacer una pregunta. En el coche había una tercera persona que no dejaba de mirarnos. Ustedes lo conocen pero no voy a hablar de eso. ¿Es alguien que está escribiendo sobre el cementerio? ¿Es Don de Lillo? No.
¿Qué sabes de Cataluña? ¿De Barcelona? No he salido del Bronx. Soy fanático de Messi. Me encantaría ir allá. El cementerio. La librerías. Ir a un partido del Barça. ¿A Thomas Pynchon le gustarí el futbol de Barça?
Mario Jimenez se despide: espero verlos.
Hubo una cosa muy extraña… bueno yo no se… lo podemos contar… ¿qué hace este hombre leyendo libros? Ese nerviosismo que mostró. Ese individuo que iba ahí dentro. Resulta dificil creerlo. Nosotros pensamos desde hace tiempo que es Thomas Pynchon. Tenemos que esperar a que aparezca el nuevo libro de Pynchon para saberlo. Me acordaba sobre todo de la pistola. Los dos iban con la placa de sheriff y de la pistola.
Foster Wallace. Depresión profunda. Años 80’s. No podía controlar sus propias pulsiones autodestructivas. Ver a alguien que desaparece de rente. Silvia Pla se suicidó muy joven. Cuando muere Bolaño se crea una corriente potentísima de simpatía. Foster Wallace: es la persona más adorable y la más atormentada del mundo. Él vivía con los demonios y ellos le ganaron la batalla. Ya se leía. Ya estaba sucediendo todo esto. No lo validaron ni los críticos ni la editorial. Sino los lectores. Una obra muy extraña. 1900 páginas. 900 notas. Generación muy desafecta. Los estereotipos son gigantes. La diversidad extraordinaria americana. Los jóvenes americanos de 20 años están obligados a triunfar. Si quieren que nos engañen para darnos una sanidad universal. ¿Qué nos quieren hacer?
Una literatura que no se casa con nada ni con nadie. No lo hace de espaldas al público. La gente se identifica con lo que él. El mundo: los que están por debajo de 30. Y los de arriba. Foster Wallace no es un invento. Tiene seguidores en Francia. Su muerte no es un gesto publicitario. Es una tragedia que lo convierte en un mito.
La idea de Bolaño como suicida. No hay nada de eso. Él intentó terminar su novela antes de morir. No hay relación entre Bolaño y el suicidio. Quería vivir. Esta apología de Rimbaud. El mito es importante comenzar a estudiar. Ahora que se descubrió una foto a los cuarenta. Se han de revisar todos los mitos. Está muy bien lo que escribió. La juventud tiene que saber que igual era más interesante Berler. ¿Por qué no?
Teníamos que haberle preguntado al policía Jimenez si había leído a Rimbaud.
A Foster Wallace le preguntaron sobre la postmodernidad. Ah, sí, sí, sí… se explicó mediante una metáfora: una noche en la que se van nuestros padres y hacemos una fiesta loca y se acaban las drogas y después está todo sucio, todo quemado, alguien vomitó en el florero. Ese momento. Lo que le ocurre a él es que se encuentra en un momento histórico en el que Pynchon, el hombre de la noche, incluso Don de Lillo, han llevado las cosas a un extremo y de ahí no se puede ya seguir. La trampa de la ficción ha sido descuibierta por la metaficción. Hacía el oeste: se ríe del postmodernismo. Nohabía conexión con el corazón. Ni con la inteligencia. Matamos a nuestros maestros. Y ahora qué hacemos. Franzen: volver al realismo. Si tengo que reducir a una sola palabra cuál es la clave de una relación de verdad: love. Esa palabra llega muy lejos. Lo conecta con la afectividad. Hay que seguir escribiendo con el corazón. Escribir para llegar a este punto extremo. Que parezca que no se puede continuar. Y seguir.
Aplausos del respetable.
FIN
KOSMOPOLIS 2011 // Diàleg K: Eduardo Lago i Enrique Vila-Matas (VO Es) from CCCB on Vimeo.
Ese día Eduardo Lago salió con un grupo de editores, escritores y agentes literarios por el Raval de Barcelona. Acabaron en la Confitería. En donde aparecimos Meri y yo. Meri se sentó al lado de Lago que le hizo una pregunta: ¿tú quién eres y qué relación tienes con el mundo literario? Ninguna. Le volteó la cara. El mismo desprecio con el que se le etiqueta a alguien que no toma agua mineral. Sólo que esta vez nadie aplaude.