De pronto se te va la cabeza

Y puedes llegar a un pensamiento lejano. O profundo. Un pensamiento no elemental. No trivial. Quizás trivial tras darle muchas vueltas a la serindipia encadana durante nueve estaciones que nos trasladan a un nodo último de resultado de una travesía entre multiversos ejemplares. El Cid campeador traido al escenario presente para enemistarse con Pérez Reverte por una cuestión sin explicación. Ni siquiera lógica. Únicamente por la tiranía de un autor frente a cualquier personaje. Real o surreal. La dualdiad de poder permitirte todas las licencias que gustes o ceñirte a una fotografía exacta de determinada persona y su legado.

Una persona ejemplar.

Lo mucho que puede representar tu padre en tu vida.

La noción de una construcción más plena de nuestro proceso definitivo de ascensión. De la nada. Al nivel más alto de notoriedad. Quizás por una simple foto. Por un chiste. Por una pieza. Por una obra. Por un libro. Por un show. Por una película. Por una canción. Por una reacción. Por pura casualidad. Por un proyecto. Por una opinión. Por un gesto. Por una revolución. Por una circunstancia. Por una solución. Por una propuesta. Por un juego. Por una ayuda. Por un programa. Por un acto transformador. Por una plegaria divina. Por una canto a la vida. Por un respiro ecológico. Por una simbiosis eterna. Por un silbido familiar. Por un recuerdo feliz. Por un relato especial. Por una buena historia. Por un acto fundacional. Por una herejía moderna. Por una opera prima. Por una ópera pop. Por un representación en directo. Por un performance global. Si todo es falso, porque asumir la falsedad más parecida a mi mismo. Sin necesidad de fomentar la creación arbitraria de yo mismos que lo petan en diferentes circunstancias. Claridad de una colectivización plena sin los resentimientos de los que siempre se quejan conceptualmente de una solución general ya alacanzada. Y su divulgación en este plano emocional de una sociedad que destruye la amenaza de la postverdad a través de una última obra de arte: ficción de nuestra singularidad bipolar. El elemento más simple tras nuestra ridícula obsesión por la unicidad.

La muerte de la España grande y una.

El último suspiro de la unidad de España.

Un facha nunca citará a Buñuel.


Hay momentos en los que llegas a puntos y final. Y al llegar ahí te das cuenta que te desviaste. No es a donde quería venir a parar. Nunca di paso. Algo más se introdujo por mi camino. Y volví a enderezar la mira. Y jugué con las mismas cartas que hace tiempo. Como si pudiera sacarlas ahora. Allin.

ALLS > Allin

Esa le va gustar a Gerard.


Una vez más me fui a un sitio sin poder llegar a dónde voy. Una foto. Una secuencia de imágenes. Vivimos en la sociedad de las imágenes a tiempo real. La construcción de una historia que nos contamos por las redes sociales que compartimos. En grupos. En familias. En nuevas hordas de autoorganización. ¿Quiénes están con nosotras? ¿De qué coño hablamos cuando decimos país? Eso es lo que quise decir hace dos posts, y tampoco nunca llegué a eso. Salvo en el título. Luego llego a sitios que están bien también. Pero nos perdemos de un discurso conciso y al lugar. Nos perdemos de la ejecuión perfecta de una campaña de marketing. Nos perdemos en cómo hacer que la pirueta salga como se practica. Pero ya no salimos. Sólamente practicamos hasta obtener la maestría de quién sale y se come el mundo. La voluntad de la transformación es suficiente. Tengo mis cartas abiertas. Y estoy dispuesto a jugar a favor de esta gerencia. Permítaseme un discurso en nueve pabellones del recinto histórico de la segunda sede del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Su conexión al mundo. Con los líderes sociales que yo considero que son de la mejor calidad en la ciudad, capaz de ser la capital de otra cosa que es más grande que la suma de todas las personas/naciones. Una especie de sistema complejo social que se ha creido capaz de aligerar el peso de la gestión de una transformación cámbrica de nuestra sociedad feminista y basada en la dualidad de historias que se cuentan a partir de Pau. Sus cartas. Su arquitectura de sistemas robustos a largo plazo.

Esta ciudad requiere dar solvencia de su capacidad multiversada de un discurso suficiente para asumir nuestra cualidad plena de autodeterminación. Ya somos lo que anhelabamos ser: libres, robustos y duales, pendularmente yendo y viniendo de lo más súblime de la existencia a lo más absurdo del sufrimiento humano que cae directamente sobre nuestra particular circunstancia vital.

Los opuestos se tocan, nos han repetido todo el tiempo. Será que es verdad. O no. Todo lo contrario. Nos la están intentando colar.

Siempre vas a pensar eso de tus adversarios. Relájate. Vamos a coexistir en este convivio social habiendo bajado las barreras y los muros que te inocularon en tu estado continuado de ansiedad existencial culposa, católica, apostólica, pero sobre todo, romana. Forget Greece.

Los católicos son así. Ningunean la antigüedad clásica porque saben que les genera una competencia muy poderosa de lo que representa nuestra cuna espiritual. ¿Por qué dejar de ser religiosos en el sentido de la Grecia Clásica si sus dioses siguen vigentes? ¿Por qué habríamos de creer que Dios Padre es Él único? Y que Dios Hijo, con sus treinta y tres años en la Tierra y su libre albedrio se decidió a generar estas alegorías sociales capaces de llamar la atención de espectadores con voluntad de creer y sentirse transformados por la palabra divina regeneradora. Las sagradas escrituras fueron un relato oral que jugó con más variables de las que hasta entonces nadie había estructurado en boca de Dios Padre, el amo mayor de nuestra construcción heteropatriarcal occidental; a mucha honra.

El encumbramiento del heteropatriarcado con la condecendencia de un feminismo afirmativo que se levanta con su voluntad francesa por plantar cara, finalment, a los hijos de puta machos.

Polanski vs 9 women with a tale to explain.

Is there something?

How many?

How do we judge Plácido Domingo, Woody, Harvey, Bill (Clinton?), Kevin, male predators in what was once Hollywood. And how Quentin misses to address, as one never atempts to destroy your own people. Unless that saves the day. Or the multiverse in which you are in.

And this time, that’s the case.

Problem resolved. Next door key available. Open it and come through…


Still the idea hasn’t come. Nor has the picture been delivered. Nor the story been told. I’ve just gone up the branches as I usually do. Just flowing.

Let me get back in track. Allow me a few more disgressions. I’m not quite ready to settle for a lame excuse to become just like all the others. I find my ways. And it’s only me I mess with. I am the product. And the product can wait. But society must restart all of a sudden.

Who’s been the highest influence in our culture? Which one person? Can single soul trasnforms us all at once? Yes. We can reach oblivion right here: ALLS.


Bruce Lee. Take his life. Take his nature. Take his fatal end. But his legacy is there. Way up there. And we make it our culture. The way our idea gets pitch to a big company who takes it and sells more cars. Because you become the base and flow like water.

Todo empezó con una pregunta al oráculo. Lo peor es que la pregunta fue muy mala. No supe dar con las teclas que me llevaran a definir la pregunta correctamente para someter el resultado al labeling de mi búsqueda vs los contenidos con dichos tags. No me quiero ir muy lejos. Mi rol como arquitecto de datos me sobrepasa a veces, pero lo único que intento aterrizar es la voluntad de llegar a lo más alto: hoy. Y en ese reto me pongo a actuar en conscuencia. Con estos juegos de metadatos y metaarquitectura de sistemas y programación.

Se ríen de nosotros. 23,200 resultados… ¿qué me estás contando, subnormal? ¿Pero cómo va ser eso posible…? A qué te meto… Emoticono de puño metido en la boca. El gesto que define un subconjunto necesario de la subcultura de este país. Un movimiento que define una brutalidad existente contra lo diverso. La flagrante diferencia entre la sociedad que aquí se permite superar todos sus fantasmas, y de pronto encontrarse en Madrid a otra sociedad que se asume justo lo contrario. Como dos facciones que no se mezclan entre sí. Como si volviera Sócrates a jugar en ambos ámbitos del futbolarte.

Perdona, Google. Te endiendo pero no concuerdo. ¿Te vale?

Al algoritmo igual no le parece bien. Pero debe volver a una fase autoprogramable para contrastar el nuevo estado de pensamiento al respecto para corroborar si tiene una afinidad general, o una contradicción letal que por reducción al absurdo valide la antítesis de la hipótesis.

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