El último octubre del año nueve

El cupo vasco. Lo que pagamos y lo que no. Albert Rivera ante el público: enfrente, una vasca. Un sistema. No priviligiado. Si el país Vasco cayera el estado no vendría a salvarnos. Nos caeríamos solas. Albert quiere que se haga bajo taquígrafos. Los vascos se financian de la misma manera desde hace miles de años. Albert lo considera injusto respecto al marco referencial constitucional que es lo que verdaderamente mueve el dinero que aportamos al sitio al que los ciudadanos pagamos impuestos, en el supuesto de que paguemos.

Aguente la risa.

Y la respiración.

Y el hambre.

No sería mejor darles el referendum y derrotarlos. Y de una vez por toda enterrarlos.

Albert pide respeto a su tierra. Conozco a muchos catalanes que no están de acuerdo con la violencia. Y todo aquello que podríamos discutir, como la financiación, la salud, los servicios públicos, la atención a las necesidades básicas insatisfechas de los gitanos y los vecino de Carmelo y .

No me entendió mi pregunta, señor Rivera. Proponemos el referendum, les ganamos, y bye bye. Y el señor hace un gesto con los ojos: gilipollas. El gesto puede decir muchas cosas. Los diálogos entre… Pero el referendum anularía la idea del independencia. Perderían. Pero de verdad partir un país por la mitad o levantar fronteras nunca nos va a definir. ¿Qué queremos? Buenos servicios públicos. ¿Buena sanidad? ¿Niños y niñas conjonudas? Feministas incluyentes con las chavalas ciudadanas. Un profesional de enfermería está delante de 16 pacientes, y la ley dice que deberían ser 6. Los sanitarios españoles y los de la salud son de los mejores del mundo. Ahora bien como bien dice usted los servicios públicos se ven desbordados. Hay que ver si hay que aumentar esos ratios o los debemos incrementar. No son ratios. Debemos encontrar mejores métodos para gestionar la sanidad. Muchas veces hay más politicos que gestores sanitarios. Yo propongo que sean médicos. Una médico en Castilla la mancha gracias a nosotros. Lo que te digo es que hay una necesidad real de mayores personales asistencial. Creo que no solo es poner al frente a un político, sino a un profesional que sepa cómo hacerlo mejor con un tipo como Golman que conozca la sanidad y que sepa cómo arreglarlo. Pues yo se. Es verdad hay que incrementar. Y me comprometo lo que el presupuesto permita. Lo que usted me dice es que sabe de la importancia. Las enfermeras, una de las profesiones más valoradas. Porque cuidar no lo hace cualquiera. Solo las profesionales del cuidado. La enfermera. La mujer enfermera. Los hombres enfermeros… dude. Qué es broma, cojones, tiu. Ja no puc ni fer una broma mig picantona amb un colega perque et posas de cul. No vaig d’aquest pal, jo no puc escriure un guió tan barruer. Jo no podria dir coses d’aquest calibre. Sembla que el mon em parla a la oida. I només m’escolto jo. Aquesta conversa és només meva. I no existeix enlloc més. Per aixó la ment ens supera a totes. Perque és lliure. Per la seva complexitat neuronal ens dibuixa cóm aquesta vida sera un ecosistema de muntanyas i valls que dibuixan un canvi de baixada fins al mar. Vindre amb un dron. I fare 99 cims menors que baixen bé cap sa platja. De Chirripó a Manzanillo. De Chirripó a Zancudo. Y ahí me quedo hasta surfear esa izquierda. Matizado. ALLS…

Necesitamos una respuesta que sea dos cosas a la vez. Nunca lo entendemos bien a la primera. Entendemos justo lo opuesto. Y eso no va bien. Luego nos damos cuenta y le damos la vuelta a la tortilla. Antes de que se queme. Si la tortilla se quema está jodido el asunto. Cruda no vale nada. Sabe mal y te chinga el estómago. No mames. Un respeto. Que tienes familia. No te descares. Ahí está la contención. En ese grito. Ese gesto. Lo que fuimos en la cancha. Lo que fraternalmente nos condiciona a ser parte de un rito de afirmación del trabajo en equipo: el deporte entre futbolartistas. Esa es la nueva profesión que introduzco, humildemente, en mi propia piel como el más original y dispuesto de los presentes a ejecutar esta acción de surrealismo puro y vital: yo soy este que digo ser mientras pueda aguantar 9 días infernales en los que el camino de mis demonios se entrelaza con las afirmaciones colectivas a las que nos disponemos a alcanzar cuando transitas la noche en esa dualidad en la que una noche te puede llevar a la consumación del nirvana. Olvidate del grunch. Esto es más bueno. Más guay, como decimos los españoles cuando queremos subrayar nuestra subnormalidad.

Voy a ser muy duro con los españoles. No me habéis dejado otra salida. Y eso os incluye a todas. Lo siento. Mis tacos por delante.

La taquería que se transita a una taquería de no mames para poner a trabajar a máxima potencia las taquería palenque más punk de la capital multiversal transformada para nuestra degustación universal omnipresente. El multiestado de nuestra plenitud cuántica. Dejad a quién sabe hacer los cálculos matemáticos de nuestro reconfigurado sistema multiversal posibilista con el derecho iniciático de todo ser: nueve niveles de menos a más. Y ya el primer nivel llegas a tocar el cielo con la polla.

Dios, lamentablemente, es machista.

Los chistes de los Monty Python funcionan porque tienen a un gringo. Siempre tienes que meter a un gringo en tu diseño. Eso te garantiza su resolución sublimada. No por nada vienen del ombligo sesgado del modelo actual neoliberal capitalista: amo, qué polla hemos de matizar. El capitalismo tenía entre otros defectos ser muy machista. Y así funcionó bien la industria, la guerra, hasta que ambas entraron en crisis durante el acto más magnificado de lo subnormal que resulta la existencia si potenciamos el estereotipo de la fuerza bruta que el macho representa como beneficial para nuestra supervivencia como especie/familia. Un mismo juego al que ahora nos despertamos juntas cuando leemos un libro. O un texto en el movil. Un tipo que escondía quien era en la red. Y luego resulta que era otra cosa. Un tipo normal. Común y corriente. Un kioskero de la vila.

Estoy conociendo los barrios de la ciudad. Y la ciudad me conoce lo suficiente como para tenerme en cuenta. Y el país, el nuevo, me podría llegar a seguir a otro pinche lugar al que ninguno de esta panda de gilipollas os puede conducir. Y lo digo con el máximo respeto para los gilipollas de verdad que llenan la calle de subnormalidad local magnificada por el efecto propio de los tránsitos de la vida nocturna de una generación que la retroalimenta. Pero si no fuera por aquellos que la rememoran con sus pinches novelas frescas de la insolencia última del carrer. Es lo más. Las argentinas recién disfrutado una vuelta a la representación popular de la izquierda que no son aquellos patriarcas y sus familias de abolengo. La lucha de clases en su momento crítico del no va más. La situación del hartazgo de las personas sometidas a las injusticias recurrentes del sistema que nos podemos permitir. La ciudad en venta para que aquí vengan los que caben, y que lo consigamos reformar la ciudad nos permita reubicar a las personas que se ven desplazadas por la reconfiguración urbana de nuestro sistema complejo social que se reconfigura en un nivel superior de nuestra templanza. Os vamos a intentar convencer con nueve cartas muy concretas y que representan en su conjunto el multiverso máximo asumible que he conseguido rellenar para significar un concepto cualquiera que te acabas de sacar de la manga.

Em dic Pau Golman.

Tinc la sensació de que Jesús em visita de tant en tant i em parla de com haurem de reconfigurar l’historia familiar. I em dona aquest missatge per traduir en pla d’acció a l’any 44, o bé, quant el sol li hagi fet quaranta quatre voltes al sol. Aquest temps. Aquest espai. El panorama. La película és el panorama d’aquest paisatge que segueix al mon que fa aquest relat posible. Com lo que veiem a la pantalla. A la sala de cinema al costat de la casa de Pepi. Soc d’aquests barris: Sant Gervasi, Eixample Esquerra, Sant Antoni, Poble Sec, Raval, Gótic, Born, Sagrada Familia, Carmel. Soc de la platja del Vela, la de davant el Club de Natació Catalunya, i soc dels pocs que s’aixeca a cantar l’himne, de Bogatell, de la Marbella, del Forum i de les tres xemeneies. Ambues: Badalona i Paral·lel. Soc un caminat de la ciutat. I porto anys aqui documentat el meu desig. L’esser un artista la ciutat. Això que has vingut a fer. Aquesta historia que t’expliquem. Anant ràpid. Molt rapid. De cop. Fins dalt amunt de tot Déu: Nou.

Som un nou sistema.

Benvinguts i benvingudes. O vull dir: benvingudes.

Jo parlo de persones. Per tant em parlo sempre en femení. També estic fart dels putos machos i feixistes.

I de cop, el mon nou, es lliura, de cop, de l’estat més subnormal: el macho ìber. Esdevenint lliure i ple. El sublimat estat de gràcia. Naltros ara bé de collons. Per a fi. Ja ens tocava.

No més resistencia. No més lliuta fraticida. No més guerra civil. Meteos vuestra dualidad por el ano más cercano: el tuyo. Y date con eso la posibilidad de penar en la propia penetración anal para un señor maduro hetero blanco, o no. La solemnidad anal. Los que todavía no le entran al dar por el culo. El probar ese jardín. La organización del señor, Nuestro Señor, que cómo vamos a cuestionar sabiendo ahora lo que se goza. El ano como un elemento de liberación de nuestra sexualidad. Nuestras ataduras a todas nuestras cárceles. Desmantelemos el sistema y creemos otro encima que convenza a los anarquistas a los que hago esta propuesta en un encuentro secreto en el sótano del Sidecar.

La vida sexual encuentra su cauce más robusto en New Barcino. Esta ciudad admite toda la sexualidad que estamos dispuestos a refrendar en sociedad. Cada noche. Con nosotras mismas. Estimuladas al máximo para coexistir con un elixir de sexualidad gratuita y retroalimentada por un objeto del deseo que se sale y se mete, se sale y se mete, se sale y se mete, como un ciclo vital de nueve dimensiones de crecimiento amplificado. Los límites pueden ser superlativos en cada nivel. La interdependencia entre las dimensiones son las vidas que viviremos si nos permitirmos escribir nueve capítulos de nuestra vida sublimada al espectáculo de tí mismo asumiendote en el rol más proactivo de nuestra presencia en la resolución definitiva del conflicto global en ese entonces: ALLS.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

ALLS NOW.

I did something terrible I don’t remember. Is it still in me? It is. I tell you. It’s guilt. All over again. We never do get rid of it. We are fucking catholicss.

A catholic joke stand up comedian. Finally, I know what I am. Tis.

I am not good at writing bits. I don’t know how to tell jokes. I just tell stories with several punchlines one after the other without ever stopping until the very very end when everyone in the room has reached the limit of glory: ALLS.


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