Letter to Michael

Lucky, bastard. You guys are lucky to be in Barcelona. How’s confinement going? Have you delivered a little concert from your balcony to your neighbors at 20:00? Let me see a video of that. It would rock. Maybe Pablo can play a tune or two. Send my regards to the big guy and I hope you are enjoying the bridge over troubled waters we’ve prepared for you guys. Do feel free to throw any suggestions. Locals here are also lost. Who isn’t in these scenarios they play for us. Ain’t never been a better time for the ultimate revolution. The last one that concedes the benefit of a wholesome holy system where there’s still others and you keep to still hate their guts sinfully. You are even incentivated creativity of how many diferent ways you could show that same old feeling of disgust against whoever you choose to be your own private nemesis. And love to have him. You so love to hate him. It’s pleasurable as fuck. So why give it up? Why now? Just when it’s clearly still their fault? Why are worried? Still not on us this shit. But they get to play the cards again. A marked deck. And we follow how this shit is handled by our insitutions. Our polititians in tension. Let’s get out of this this health crisis first. Then deal with the economic one. Still, we are here to play. So we go along. A watch them go. And we go to work, if it’s essential for life. Or we are kept home. We are not big right now. Everyone at home wonders about job. Is it still there? Is there a security to survive? As everyday? May I stay lucked up without regerating anything and still manage to come around the end of the month. It’s a miracle. And everyone is up to their necks. And we are all floating in the middle of the ocean, keeping our distances of security, to avoid being contaged. How do you feed a poor persona who can’t beg today. Streets are empty. This sort of confinement as a privilege of class. Of a country. To come up with the social coverage. As a social benefit counted for in our own insurance policies. The stuff we place in assets of low rist and solid return. Bonds. Puts. Calls. Futures. Actuarial science shit only nine players really know how to deliver. Way up there. The major leagues. The number guys and girls. Actuarial minds travel far up in the wo brain. He makes you great. It’s almost always a he. Good nemesis are often men. Hetereopatriarchy never stops working.

Till now.

Let’s take over.

Enter celebrational chorus.

Repeat nine times.

Band goes wild free jamming.

Senderipity is never mentioned again; we only speak of the deamons true lustful act: collective emergence.

ALLSALLSALLSALLSALLSALLSALLSALLSALLS

Do you think you could put some music to this lyrics.

I think we have a potential cristal ceilling braker here.

Let’s take the bull by the horns and produce the greates alternative song ever compiled in Confinement History I.

We are all locked in.

Like some fratboys during the first night in.

How well do you adapt?

Sorry for the personal questions. This is a peculiar letter. It’s written for you. But you don’t get to keep it. You don’t get to keep the content of it secret. It’s not one of those letters. It’s a fictional letter. A game with words. A play. An act of an insolent sole who had the intuition of an old school cinematographer from the UE, or the old CCCP.

Amé a Rusia en el Mundial de México 86. Belanov. Ese uniforme. Aún lo tengo. Es mi más preciada pieza de coleccionista. Una camiseta de futbol con un sentido histórico dimetralmente opuesto a mi educación y cultura: qué chido concepto. ¿Qué hay del otro lado? ¿Cuál es la aportación cultural de esa revolución? Yo que soy bien pinche revolucionario mexicano. No cualquiera tiene revolución. Y menos guerra de independencia. Y ganar gracias a Napoleón. Cómo no vamos a querer París. Sabiendo lo que representa.

La Le Coq Sportif de Francia del estadio Olimpico de Ciudad Universitaria. Ese espacio público que le pertenece al pueblo de la raza más pinche chipocluda de todo el continente, me cae de madre, como si el mismísimo Vasconcelos hubiera proyectado un uso más sororizado de las tierras de un hacendado que separaban Cuicuilco de Copilco. Esa universidad es de los copilqueños. Lo hablamos siempre con un tamal verde picantísimo, reharta salsa, y abundante pollo. No tiene pierde. Los tamales buenos se miden por su infalibilidad. La posibilidad de tunearlos en casa con crema, queso y más salsa, si faltase, es algo que sólamente un vecino colpiqueño ha sabido establecer. Una comunidad de vecinos y vecinas y estudiantes. De ambos tres géneros. Por si las flais, yo ya dejo espacio suficiente para la diversidad. En copilco somos universitarios. Leemos libros. Estudiamos carreras. De todos los saberes. Y vamos a la mejor facultad pública del continente. ¿Te enteras?

¿Cómo no va presumir una persona de esta comunidad lo que representa la UNAM para alguien que la tiene dentro de su marco referencial? Ni los pinches estudiantes tienen tanta maciza, hijo, para darle a la magna casa ese toque de poesía que tan sólo los más ilustres cantinflescos artistas exorcizados de nuestros complejos barriobajeros de los olvidados de Buñuel. Tuvo que venir alguien de fuera para que nos viera más libres de lo que nos pensábamos. Y más guapos. Y más afirmativas y libres de tanto pinche gañán pelado por doquier. Sin dejar de adorar la verga. Y las mamadas. Una cosa no quita la otra. Ni la otra quita que haya machos hijos de su reputísima madre en todos los rebaños del señor. Primer macho heteropatriarcal que no necesita ni mujer, ni novia, ni vergüenza para sacar a la mujer de la costilla de Adán. ¿Dónde se ha visto, Dios Padre? ¿Usted tampoco cree en la evolución?

Pues hombre, la tierra es plana.

Vamos.

Entré en el primer link. Y descubrí que había muchas personas que ya sabían que era redonda. Los annunakis, claro. Los sumerios pues. Con la ayuda annunaki. Y los griesgos, que no son otra cosa que su descendencia. Y de ahí todo. En cascada. Hasta nuestros días. Hasta que Jesús la lió parda. Y la Biblia dictó cómo iba ir esto de los libros. Y los que escribían en la edad media en lso monasterios nos salvaron esos libros para reencontrarlos otra vez una vez inventamos la imprenta. Y el conocimiento se hizo papel. Y leímos como hábito de emparejamiento social con todos los tiempos y porvenires, como el jardín de senderos que se bifurcan de don Jorge Luis Borgues. Y todo aquél autor, o autora, que ahora hay muchas, y muy buenas, artistas de la palabra, y del genio de la liberación del cuerpo, de su yugo heteropatriarcal, y de su infumable moral de tres pares de cojones. Os la meteis por el orto argentino.

El orto argentino como pieza de arte.

La trasnformación de los ortos.

La ubicuidad del orto.

La ortoarrogancia.

La ortodependencia.

El ortorínolo.

La ortoplasmosis.

La mala ortografía.

El orto digital.

Rompeortos.

Me dejé llevar por el rumor de los que comentaban en el artículo que encontré tras esta búsqueda gil. Y vas a parar a los sitios en los que se les ha dado respuesta a todo tipo de cafres en la red. En sitios con referencias simples a lugares comunes con una cierta divulgación de fuentes algo menos fiable libros físicos. Fuentes efímeras. Fuentes subjetivas. No hay un libro con hojas detrás de algunas supocisiones estilísticas de la realidad. Y se genera un debate público a partir de lo que ahí se expuso. Y los haters will be haters. Y están aquí para quedarse. We love to hate. Y se defenderá la doctrina a la que estamos encaminados. Nuestra clase social. Por allá de nuestra inminente caída en las sombras de nuestro confinamiento colectivo.

Esta gente tiene referentes a los que sigue porque tienen cosas que aportarles. Y leen fuentes de primera mano que expresan ideas propias. O ideas de gente buena que habrán leído. Y dan esperanza. O charlas. Y la gente escucha. Conferencias diseñadas para enseñar. Una base más amplia de conocimiento para tener afiliación exclusiva con un único master que distriimos desde nuestra plataforma. Como quien quiere ofrecer que se conecten a esta historia por mi instagram story. Hagamos un repaso de marketing digital. Y sepamos de qué va todo esto. Para salir ya. A un lugar desencadente de otro sistema alternativo. En las antípodas. Sin tener que marcharnos de aquí. Pero empezar en el diseño del nuevo esquema. Y vamos a ir por ahí. Con tranquilidad. Y con un temario hecho a su medida. A la medida de todos. Y todas. Aquí nadie se quejará. Ni levantará muros. Ni siquiera se hará la guerra. Ni el amor. Sera un virus que nos permitirá cerrar la composición de nuestro nuevo sistema global: New World.

NW

The coolest brand comming out of confinement.

Lockdown emmergence.

I am ready to perform.

A countdown.

Ready.

9

8

7

6

5

4

3

2

1

0 – Olmeca

1 GOLMAN

2. Meri

3. Vera

4. Ma

5. Pa

6. Harriet.

7, Laura

8. Ellis

9. Roger

Si en nueve conexiones no llegas a otra dimensión. ¿Qué coño esperas de la vida superior?

No tienes vergüenza. No quieres leer. Te quieres quedar con tu pinche libro único.

No hay de otra.

O lees más libros, o deja de habar de un sólo libro.

El debate al final es: enséñame tu librería.

Lee libros que te transformen.

Entrarle la lectura te llevará a pensar. Y luego a escribir. Y luego a crear mundos nuevos. Ficción. Y debate. Con tu propia experiencia. Y tus lecturas te darán profundidad. Y base para ensanchar el diálogo. Y la base social de nuestro plan colectiva más inclusivo. La plenitud eterna. Para cada equis.

Todos somos una incógnita. Los valores de nuestra variable aleatoria son variopintos. La viña del señor de las matemáticas es multivariada. Casi multiversal. Como las ficciones de otras ciencias. Como quien en la ciencia ficción encuentra caminos más rápidos que gastar el tiempo dando clases. O buscándose la vida. Hay quien enseña porque le ofrecen cátedras. Gente seria. Validada socialmente. Con las medallas corespondientes. Y su último libro. Las ideas de los mejores. Ordenadas a mi manera. Con esa gracia de quién está a la última. Como si pudiéramos emprender la vía de la excelencia académica. Las universidades salen a la palestra. Nos van a enseñar lo solidarias que son. Y lo implicadas con la realidad. Y el mantenimiento de las entradas por nuestro sales funnel. Cada año mejorado. Como quien al final se queda sin extranjeros. Y se convierte en lo que habíamos sido. Los que vivimos sin mezclarnos con el diverso. Yo fui la diversidad para algunso mexicanos del Héroes de la Libertad. Y algún uruguayo melenudo y no menos de un argenmex resalido de Visha. O un chileno hijo de militantes de la izquierda derrocada por un golpe de estado militar. Como si no supiéramos lo que es eso. Aca yo veo una bandera roja. Y hay quién no. Pero eso es muy así en los pueblos belicosos. La noción de la normalidad de la utilización abusiva del léxico militar. La glorificación de la aportación de la estrategia militar a la gestión por resultados de las escuelas de negocios y sus resultados. Aquellas colaboraciónes que luego llevaron a nada, o que mantuvieron los presupuestos repartidos para quienes sabemos que nos lo merecemos. Los pequeños chanchullos burgueses. La cosas de buenas familias. La noción excenta de sospecha. Otros criterios de la autoexpulsión. La propagación de que el virus se muera en nostros. Mientras baja el brote de la pandemia. Y ver que los resultados son algo mejor/peor. Como para saber si vamos hacia arriba o hacia abajo.

Vos si querés aprender a de la vida te vas a google y formulás tu pregunta. El autocontestador te lanza una respuesta. Buscamos entre aquellas que hemos dado. Preguntas que están ya completas en los motores de búsqueda con sus respuestas. La etiqueta es la pregunta entera. La pregunta exacta. Si vos tenes la pregunta exacta en el título, estás llegando antes al primer lugar, si es que Google no te monta por encima a un régimen de cretinos sin credibilidad gastándose la pasta para qu esu fake news navege por encima de la verdad. Por tener mejor retorlaimentación de mi postura. Si es que fueran dos. O nueve.

El caso es que llegué ahí. Y directo a la respuesta. Luego me fijé en su menú. Y vi la variedad.

Acá aprendés de todo. Todo tiene una respuesta. Vos preguntá. Y se te será respondido. Tenemos las primeras respuestas de todas las preguntas que han salido de google. O de bots que alimentan las campañas de marketing de las grandes corporaciones, ávidas en aniquilarte a vos. Insignificante insecto.

Lo cierto es que yo mismo quise venir a este sitio. Yo mismo llegué con mi pregunta de quinceañero para ver a dónde habería llegado si hubiera tenido esta herramienta. Cómo mejorar la infraestructura que nos sirve de apoyo para crecer. Cómo esto lo vamos a masticar para hacer bien la digestión. El pensamiento positivo del que les hablé en el últimos post de coach que escribí en su día en las redes universitarias a las que pertenezco. Desde que me convertí en el conferenciante más aclamado de mi barrio, y que comencé con las presentaciones desde mi balcón. Como un gesto de gratitud a mi heroina: mi mujer. Meritxell. Adjunta d’Innovació i Projectes i Responsable del Voluntariat. Ara endevant de l’equip asistencial que busca nous espais per muntar l’adaptació a les circunstancies que ens comporta está preparats per a les properes setmanes de contenció de la crisi més gran que lliurarem contra un nou context sanitari. Lo que ens juguem és la nostra salut. I en ha tocat cedir a totes. Només lo important cal tenir en compte a hores d’ara. Els investigadors treballen des de casa. L’assistència pels assistencials.

Jo sóc d’aquests altres professionals que ens dediquem a la salut i la gestió de serveis de salut des de l’experiència professional, la formació, i lo que he investigat pel meu compte per aportar millores al que cal fer al systema per apostar per la salut pública. Pero no he aconseguit l’impact factor per a que ningú em fes cas. I no ha acabat de cuajar. I em van llençar com el Barça li va dir adèu a en Guardiola; el primer cop. Per cert, Pep ha donat 1 milió d’euros. La resta?

Quant mou fitxa el boss, la resta ha de fer un gest.

Ningú vol regalar res.

La lluita continua.

Segons plans.

Quins plans, Quim?

Quin plà, Artur?

Quin pla, Mónica?

Quin pla, Pilar?

Quin pla, Jordi?

Quin pla, Ernest?

Quin pla, Miquel?

Quin pla, Xavier?

Quin pla, Golman?

Doncs aquest: Ticataluña.

ALLS

Places you’ll want for you.


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