Parece una tarea difícil. Impropia de un gobierno. No de este mundo.
Extraterrestre.
Existe. Fuera de la Tierra hay algo. Lo sabemos. Por lo tanto, qué más da si es vida como la nuestra, o como tantas otras probabilidades existen. Combinaciones pues. De 9 en 9. Por poner una norma. Un elemento matemático iniciático. Un cálculo de combinatorias. Una especie de proceso estocástico.
Si se quiere un proceso en esta nueva ciudad que sea como mínimo estocástico.
Un chiste para actuarios.
Los actuarios en la sala ríen.
Los demás no entienden.
Unos, aún así, ríen.
Pillan el humor. Es un estado de ánimo. Algo hay que entender ahí. En esa cultura de la risa. Cultura de risa. Eso es lo que tenemos aquí. Eso es lo que hemos vivido. Por tanto: exaltarla. Ya. Firmes. Ya.
Paso redoblado; ya.
Atención, escolta. Firmes, ya. Paso redoblado, ya.
Ser el capitán de una escolta fue mi primer capitanía. Tengo el honor de quién pretende jugar la escolaridad militar que todos (bueno, excepto las escuelas republicanas fundadas por exiliados de la República que derrocó el general Francisco Franco: el HHHHHHHHH Colegio Madrid) tuvimos en el DF de aquellos años.
El DF ya no existe. Ni México.
Nadie nos dijo que teníamos que hablar de nuestros militares. De la seguridad. De lo que pasa en realidad. ¿Cuál es el plan? ¿Cuál es la estrategia de regeneración para retomar el control social y político de una sociedad abocada a la violencia? La ley sin ley. Ríanse de sus democracias. Ríanse de sus balas. Ríanse de sus muertas. Ríanse de sus periodistas. Ríanse de sus sicarios. Ríanse de sus capos. Ríanse de su hijos. Ríanse de sus hijas. Ríanse de sus maridos. Ríanse de sus esposas. Ríanse de sus amigos. Ríanse de sus mayores. Ríanse de sus vecino. Salga a la calle, no tenga miedo. La cultura del espacio público como existe en cada pueblo de México representa una manera de vivir que tenemos nosotros que nos ha violentado hasta el estado actual pensado por un mundo que necesita hombres armados. ¿Hemos visto suficientes películas del oeste para creernos que el macho se bate en duelo y el problema se va? ¿Qué son? Acaso nueve samurais de la capital del gran Valle de la ciudad capital de México transformado en mito: NEWDF. La nueva ciudad pues. La que gira la tortilla como los liberales liderados por un abogado moreno y cabrón. Pero cabrón cabrón. De los buenos. Chido. Y te fundes, como quieres, con un joven Juárez insolente en su «struggle» para afirmarse en un superhombre nietzscheano por sus pinches correspondencias con cartas de papel y tinta china con el filósofo alemán.
Actualmente, yo no necisto un alemán para hacer las preguntas necesarias para tener cubierto el debate del pensamiento más avanzado de la filosofía alemana más sublime teniendo al mejor aval en la ciudad: Xavier Rubert de Ventos. El pensamiento libre de dos generaciones. La de un mexicano (falso, pero eso lo desconoce el espectador, hasta que de pronto lo sorprendes con una duda que acarreas durante nueve películas, hasta el final de esta última, cierras el ciclo postcinematográfico de la primera peli: esta.
Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gun. Bum. Gum.
I beat Gump taking the p.
I am bigger than Forrest.
I race, Forrest.
I am that good.
I know I can beat the man.
GOLman vs Forrest.
#wearebiggerthanConor&Floyd
Conor&Floyd
I killed that brand.
A movie where a mexican goon comes to LA and BUM: Conor&Floyd go down. It’s a movie, jo.
Conor&Floyd as if they could understand what Santo did to save México from the greates deamons. Santo and Blue Deamon fighting for the safeguard of common space. As it belongs to ALLS.
ALLS.
Repete after me: ALLS.
New lessons of catecism in all nine chosen catholic schools. Only the worshipers of Saint Paul. Thanks the rest, but no thanks.
Jesús is a bitch when he wants. He’s just not going to show it here when he came to the city and we treated him right. As the city opens to strangers, as insolent artist of the dwelling type feedbacklooppers from around here.
I always felt feedbackloopper was a close enough name to give tribute to Stan Lee, by trying to be him. And design a story. And told it. As if people stuck to the literature. Or I left him there. With nothing. Nothing else. Bye.