Siempre llego tarde: ¿qué pasa? ¿Qué pasa?

Mextizo soy. Pero me asumí así hace mucho tiempo. Porque llegué aquí y me fundí. Y ya desde entonces fui. Ya aquello lo viví. Y contrasté con la realidad. Otros estaban ahí. Viviendo lo mismo. Fuimos una generación que vivió la apoteosis del buen vivir moderno multicultural al que tienes acceso en una gran ciudad como esta… la New.

Las ciudades New.

Eso podría ser un subtítulo. Y voy y lo hago. Pero no lo hago. ¿Sabes?

Y lo dejo así.

Me invento otro subtítulo con el que empezar a contar una historia más corta.

Yo escritor ya era. Poeta.

Hoy leí una poeta amiga mía. Y filmé un toque. Algo me vino a la cabeza. El plan definitivo para la revolución completa. Todo el mundo habla de revolución y nada pasa. No podemos con ello. No damos con la llave. Algo no funciona. Nos han cancelado el estatus perpetuo que teníamos cuando la vida era ver a David Hasselhof en chaqueta de cuero conduciendo un auto inteligente con un programa de voz de tres pares de cojones. Los hombres eran hombres. No estas cosas que estamos viendo hoy en día. En esto también estoy con Andrés.

Hay que entender que Andrés es un cretino. Como tantos otros. Como yo mismo algunas veces que defiendo en público cosas que quizás me debería guardar para mí. Para no cagarla. Y vas y la cagas. Y en ese juego te quedas fuera. Como tantos otros. Que sólo votamos a los que se presentan al jueguito que jugamos ser. La democracia española.

Yo si tengo que ser un español, o nueve, escogeré con mucho cuidado para no ofender a nadie. Estiéndaseme bien. No soy un suicida. Ni un nazi. Pero tengo la ligera noción de que diga lo que diga, no le va gustar lo que le voy a decir, aunque tenga todo el cuidado del mundo para elegir las palabras correctas que caen sobre un rompecabezas al que le faltaban piezas y jamás se terminaría.

El mundo en el que vivimos es el que optamos todos creer que está sucediendo y en el que nosotros somos actores, actrices, de un narrativa definitiva en la que habíamos alcanzado el bienestar máximo general al que podemos aspirar para nuestra maltrecha existencia que constantemente se va en caída libre hacia el precipicio de la barranca del muerto en el que no podés pensar otra cosa que llegarte a una noche del New Mextizo.

New management, new name. New everything. The concept, I like. I only have to dress on top of it something that could be performed at the greatest theather of my city. And I was going to be the star, director, producer, light disseny and coordination, enterteiner, futbolartist, editor, chef and chief actuary officer.

Me presento: Golman Elizondo Pacheco. Por eso están ustedes hoy aquí, en este show, en esta experiencia, que les vengo a proveer. Yo seré su anfitrión el día de hoy, algo así como el Ricardo Moltabán, que Dios o lucifer lo tengan con un buen debraye. Debrayar es la parte de nuestra cultura que les venimos aquí a presentar desde esta parte Mex de nuestra mextcla. Nosotros queremos ser los méxicos que nunca vemos representado en ningún pinche sitio inculto y malhecho. Comida que a ni fonda de cercas de la casa de la Adela Noriega en quiciañera. 15 años. La fiesta de la presentación a esta nueva sociedad. Bailarán flans, y amor en silencio. Y mamadas así que una chava mexicana equis te va explicar a lo largo de que transcurra la función, de la cual tú eres parte. Estás aquí porque nuestro performance incluye algo más que comida y bebida y tu banda de nueve. Aquí nos la vamos a pasar chingón todas. Y no va haber pedos. Ni desmadritos. Somos verdes. Y eso nos condiciona. Nos da una solución a nuestra identidad jodida.

Tenemos derecho a ser nomás verdes. Y chinge su madre.

Por esa sensación de poder ser otra cosa que no esta pinche mamada que me ofrecen en esos pinches debates culeros. Aquí de ese cuarteto del apocalipsis, y Satán en persona, no hay a quién irles. Pero no se sientan mal. Ustedes no tienen porque aceptar que la finalidad última de nuestro sistema transformado no tome de una vez por todas la dirección alterada al más allá.

Por Dios.

Y así todos contentos.

Les damos a Dios.

Ahí está.

Aquí lo tienen.

Esta es mi demostración.

Su existencia.

¿No lo vio?

Es tu pedo.

Así que a mi me dejas de chingar la madre.

No se si necesito explicartelo en un pinche español que el putito de Marías y valeverga de Pérez Reverte y el mamador de vergas Florentino y la noble candidata Cayetana al grito de sí, sí, sí y la Abascal vestido de luces frente a un toro bravo en un las Ventas repletas de hombres blancos heteros finalmente liberados de sus represiones sexuales. La liberación final del heteropatriarcado a partir del performance sagrado de la homoeroticidad new spanish.

No se pongan flamencos. Hoy no toca Camarón.

El día José José.

La noche de Chavela Vargas.

La rumba del reggaeton.

El tablao de los gitanos.

El son de mi cantar.

La noche de los señoritos del barrio de Salamanca.

Los jueves insolentes.

Los martes martinis.

Los tequila fridays.

Los mezcal miércojones.

Los lunes tras el sol.

Los sábados bárbaros.

Los domingos chilangos.

Los mexicanos son cosmopolitas. Lo es la gran ciudad. Todo chilango lo sabe. Y eso da cultura. Y una responsabilidad bien cabrona. Y por eso estamos aquí con esta pinche puesta en escena, porque México te va dejar con los pinches pantalones en los tobillos. Aquí viniste a pasarte una noche como nunca antes has vivido. Aquí está todo programado para que la incertidumbre y la propia vibra de nuestra comunidad camino al éxtasis superior, lo que nos gusta llamar ALLS, como bien podría ser el nombre de la marquesina de la ventana. Aquí vas a tener las mejores experiencias mextizas de la nueva sociedad supercuidadora.

Aquí, cada noche nos fusionamos con nuestra intensión de retomar una vez más la más ilustre sensación de bienestar a la que tenemos acceso. Comer, beber, cantar, bailar, crear, disertar, filmar, amar, mamar. No mamar.

La sensación de estar en el México Verde. Esto es lo único de la experiencia. El ser así de mextizo: verde.

España lo entenderá muy bien. Cataluña también. Se trata de fusionar las dos culturas. La una en la otra. Los cuerpos fundidos. Esa bella elección. Las mujeres que se afirman en este nuevo modelo feminista, ecológico y postdemocrático. Una solución definitiva. Somos la puta unidad de españa. Y estamos aquí para hacernos la paja más grande del universo. Tenemos la solución. Venir. Descúbrela. En este link.

Y nos vemos en Chabela Vargas. Te voy a dar diferentes razoes por la que venir a una de nuestras pasiones verdes.

El verde como abstracción poética.

El simbolismo de una región de la paleta de colores. Nuestros colores. De hecho, el primero. Un respeto.

A pesar de que cada uno es de un color en particular. Los blancos son muy blancos. Los rojos, muy rojos. Esto, así como parece lugar común, también parece muy cercano a la tradición cantinflesca de nuestra literatura madura: la que practicamos ahora, mientras nos leemos, los unos a los otros.

¿Qué dijo este compadre?

Vamos a darle a eso.

Necesito ya solventar una serie de cosas. Voy al Mextizo, que hoy tengo sesión. Y crecemos un chingo. Nos da alas para volar. Somos superheroínas. Muchas más chidas que la pinche Scarlet Johansson en la última pinche película de Marvel. Me va pasar como con Roma: no la voy a ver. Y todo el mundo ahí, caqueteándose en sus redes sociales con su crítico de arte en un riguroso directo. Rifirafes con extraños.

En el verde esto no se da. No existe la vocación de juntar a los antagonistas. Aquí no van a ver a Rojos o Blancos. Excepto en su día. Y ese día, se les abre una sensión propia que vale más cara, es muy mamona, muy exclusiva, pero muy pinche chingona. No sabes. No, no, no. Lo más nice que hayas visto en tu pinche vida. Los mejor 999€ invertidos en tu vida.

El día 999 del mes.

99 personas 999.

¿Qué pasa si siempre llego tarde?

Tengo que asumir que mis defectos son reales. Vienen conmigo. Son mis señas de identidad. Me hacen una persona sumamente imperfecta. Con unos puntos flacos que nos hacen peculiares. Fatídicamente únicos. Pero se podría llevar el paz. Si tuviéramos defectos tan grandes que nos los pudiéramos modular, estos no deberían por qué costarnos nuestra existencia. Son nuestra debilidad reinante. Lo que opaca nuestros puntos fuertes. Estamos analizando la vida como un todo. Y en ese todo, nos sabemos falaces. Impostores. Ineptos.

No se hunda. Es usted tan cretino como cualquier otro ser vivo. Todos, inclusive otras especies, sienten ese vacio existencial. No se aflija. No al menos el rato que está con nosotras. Aquí viene usted a pasarselo increible. Va usted a flipar en color verde. Déjenos acompañarle. Este es un despegue singular, que sin duda esperamos que vuelva a tomar.

Nuestra cocina está aquí para transportarlo a ese lugar. Nuestra experiencia está llena de un sentido completo que usted adquiere con nuestra múltiples cartas. Nosotros no le vamos a dar un única opción. Nueve días en los que aprenderá diferentes maneras de mezclar nuestras culturas. De una manera más afirmativa y sabrosa. Usted nunca se lo imaginaría así. Queremos que te fundas con nuestra cultura. Te vamos a llevar de la mano. Despegamos en unos momentos. No pierdas detalle. El sonido. La experiencia. Los orígenes. Nuestra historia mezclada. Nuestra atracción mutua. Nuestro resentimiento superado. El momento de poner este despacio al servicio de todo aquél que busque la tranformación que pasar por aquí provoca en cada ocasión que nos visita.

México nos desborda. Mextizo nos enseña qué tanto. Ven con tu banda. Esta ciudad se transforma esta noche en otra urbanidad. La nuestra: New Barcino. Otro mestizaje de Mextizo.

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