Trader de día, poeta de noche

Un día pensé: voy a ser lo que salga de los huevos.

Y ese día empezó el resto de mi vida.

La vida es así. Uno debe tomar las riendas de pronto. Pero sin termor a nada. NO TENGA MIEDO. Tranquilo. Se dice: trancuilo.

Un tico sabe. Y con eso uno debería tener suficiente; siendo tico. Los ticos presumen en sus redes sociales que ya son los más felices del mundo. Comparativamente saben que nuestro país es toda, y que nos pichaceamos a nuestros vecinos, y la mayoría de «pseudopaises» del continente. Con ese tonito burlón. Con ese tufo de superioridad que tanto odian los nicas, los salvadoreños y los hondureños. Los guatemaltecos se piensan que son mejores que los ticos. ¿Qué guatemaltecos? Aquí está el secreto de América. Como si fueran tontos y por su cuenta no se pudieran dar cuenta. O por el contrario, como si fueran tontos y se pensaran que su realidad blanco heterea patriarcal machista militarista capitalista extractiva demoniáca ultracatólica. Nueve niveles de libertad para el estatus quo. ¿Qué más se le podía dar de ventaja a quién hasta ahora había estado ganando la liga? ¿O las cuatro champions seguidas? Lo que sea: estáis fuera.

En estos momentos la champions se juega tan sólo para ocho ciudades europeas. No es verdad. El resto de las ciudades también ven el partido. Sí, pero ¿quién compite? Compiten sólo las ciudades que juegan en el terreno de juego. ¿Y quién nos representa? Nuestro equipo. Es un tema de quién sale a la cancha a defender nuestro resultado colectivo: ganar.

No hay nada de malo en ganar. No hay nada de malo en el éxito. Sólo que tenemos que ver cómo se distribuye el éxito y el bienestar general. La distribución del sufrimiento y la satisfacción que emana de la gloria. «La Gloria». Una serie de Nexflix que sólo versa sobre la gloria. Es lo que se le conoce como el Newporn. La nueva urbanidad en la que el sexo fue liberado para todas las personas punk.

El postpunk es así.

Los lugares comunes del futuro serán desvelados en los últimos minutos antes de petarlo surrealistamente en un riguroso directo del futuro. En un futuro tendremos que encontrarnos con nuestros cuerpos en la ejecución de una idea de sociedad que está bien consigo misma, y bien en el tiempo y el espacio inmediato presente, y nosotros ahí, en medio de tiranías del encuadre de ni más ni menos que nueve feedbackloopers.

Recordarme: ¿qué coño es un feedbacklooper.

Español. Tranquila. Déjamelo a mí.

Control de fronteras. Yo soy un profesional que sirve al último procomún: el nuestro: el completo: ALLS.

Por tanto, ALLS traspasó las fronteras. Nos derramamos hasta los límites del raciocinio humano, humanoido, androide o neutrino. El mundo es multiversal, y periodísticamente, murió España junto con el mundo. La idea de ambas cosas coludidas. Ambas: una. La noción de lo que es de aquí, turbio y nuestro. A mucha honra. Pablo: tendrás que salir tú solo a dar la cara. Una de tus ocurrencias nos valen. No vamos a desgastar al tío Josemari. Ya no está para estos trotes. Te tienes que formar. Tienes que entender de verdad lo que significan las palabras. Y leer un poco más. Saber de los temas. Estudiar los informes de los listos de tu generación dentro de nuestra clase. Las clases se van cada una a su rincón de pensar. Y piensan cosas distintas. Opuestas. Ortogonales, para ser matemáticamente más mamón, y a su vez, para dejar metáforas matemáticas la literatura de lo que vendría a ser la relación de las masas de lectores idiotizados por los propios autores que leían. La trama venía de la metaestructura triquiñuelosa del pseudoautor. Nadie, nunca, le había publicado nada. Nada serio. Nadie serio. Ha llegado nuestro momento.

No es momento para ir con medias tintas. Esta es nuestra irrupción en la plaza de toros.

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