Divido como yo

Humilde tributo a mi último amigo

De todas las personas que recordaron a Xavier no me iría a tomar una copa por la noche más que Xita.

El resto se los regalo todos.

Ninguno refleja lo que Xavier y yo compartimos.

Nuestra amistad es un secreto.

Nunca nadie lo supo.

Salvo algunos indicios que darían pie a que esta historia fuera creible. O siquiera deseable de existir.

La existenica según el plano de mi filosofía de estar por casa.

Cualquier instrucción que pudiera obtener del pensamiento robertdeventosiano.

Como última religión.

Por el place de reconstruirlo todo.

De manera radical.

Como habría querido Xavier.

Compañero, Xavier.

Jamás llegué a tiempo para hacer aquella producción que tantas veces diseñé para que hiciéramos juntos. Una conversación más. Y pasó el tiempo. Y nunca fue. Y no fue por desidia tuya. Por no querer. Fui yo, y mi X, la que me tuvo a ser aquello que un día proyectamos en el aire, tras escucharnos y retomarnos.

Nuestro primer encuentro me marcó.

Y de ahí todo fue un reconocimiento mutuo entre extraños.

La propiedad de pensar más allá de lo formal.

La exploración de la vida pese a todo.

Con toda la voluntad de un filósofo que entiende a Nietzsche como motor y construye sobre el pensamiento contemporáneo una línea de pensamiento social y político impecable. Hay que romperlo todo. Por cualquier medio. A cambio de la emergencia colectiva. Ya. De un estado de emergencia revolucionaria. O más bien, (e)volucionaria. (R)evolución.

Las maneras en las que Xavier te regresaba un comentario de cierto orden era con la potencia con la que un chamán te traslada el poder sobre el que sus dimensiones se proyectan entre los espectros presentes en este estadio desde las nueve dimensiones que nos separan del rango de ser contemporáneo multiversado con limitación cuántica de la unicidad de la observación pese a los múltiples senderos que se bifurcan en el entrenamiento matizado de la red neuronal de la algorítmica superior ticatalana.

Xavier y yo apuntábamos a la revolución.

Lo podíamos hacer por tener origen dual.

Por haber salido de ahí: NEW américa.

We knew what we were doing when facing the need to dispurt.

We went ahead and did it.

This is here the greatest atempt to disrupte this holy shit up.

And bring about a NEW one.

The sacred one.

NEW.

NAW.

ALLS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.