Yo soy un bicho raro que se quedó al margen; observando

Los títulos en Internet pueden ser como nos venga en gana. Tenemos la capacidad de autopublicarnos. Y que nadie nos haga caso. Ese tipo de olvido, o quizás más bien indiferencia, ha sido mi sujeto de estudio durante los últimos nueve años. Y aun sigo en esa experiencia única e irrepetible, que por otro lado, estoy a punto de concluir. Aquí. Hoy. Con este texto.

El texto manda. Vamos a dejarlo claro. Quien tenga una historia que la imagine completa. La tarea es encontrar la ficción perfecta que nos lleve al punto en el que la sociedad entra en un estado de plenitud perpetua inmediata accesible a todas. No hubo necesidad de acudir a la vieja manera heteropatriarcal con la que usábamos todos, en masculino, y encontrando normal que las hembritas se sintieran identificadas en el plural para todos pues. ¿Qué pues?

Esa divergencia. Se está de un lado o de otro. Se miran mutuamente. Los némesis existen. Para ambos lados. Y por eso son poderosos y también bien comunes. Los hay en todas las historias que se proyectan sobre las banalidades de las campañas. Hagamos una lista de las mejores nueve propuestas de la última campaña. Una sintesis colectiva cabrona para ver qué fue lo que las opciones políticas del tablero del cual hay que escoger, y las cosas sobre las que ya podríamos tener a un equipo de insolentes impecables diseñando el purgatorio al que van a ir la mayoría de ustes pinches subnormales gachupines.

Quiubo ahí.

Esos gueyes, hay de de sopas: aguantan vara, o son pendejos.

México tiene unas afinidades muy cabronas. No vamos a medir todo lo malos que somos. La dualidad nos la dio la noche y el día, nuestros valles en noches sin luna mirando el espectáculo del cosmos como principal vehículo al más allá allá de nuestra voluntaria obediencia a unos amos amotes reyes y reinas, tururú, aquí mis poemas son goles de palomita, tijerita, escorpión, de cabezazo entre Pelaezesco y Hermosillesco, ambos en su atrabancada juventud en los entrenamientos de cabeza ante los ojos atentos de un niño que a sus nueve años interpretó las claves de un nueve para saltar y ganar un remate de cabeza. Golman aprendió de esas dos torres en su años mozos en el club más chido de toda New América.

New América only.

Why the only, man. Seriously.

You dick.

Insults come and go.

Sometimes they are thrown at you. They may be true. Who cares; fuck you!

That’s how you keep the polite rules we talked about last time we spoke of honor being way behind this other nine new values, turns out people fill them motherfackers. And this one global perfect atempt to the very edge where we can all fly into a gol of futbolart.

Futbolart.

That’s what I do.

I know.

Trust me.

Do you?

There’s no incitation of either option.

They are both there as posibilities. To be or not to be. You know. You know… you know?

I am talking to you.

Only you.

And you alone.

You can follow me to a corner.

You ain’t gonna see me choose the moment to move to signal the holly paser and I will deliver the skill to head into a gol of futbolart. Live. In the greatest club of all time. FCB REDUX.

Fuck it!

I’m in.

And I enter the table of nine futbolartist to the first poker night of the year. Nine players from the club’s history. I deserve a shot at the spot of the free soul of the greatest story just around the chronicles of futbolart history for the future generation. This altogetherness we are part of. Early on, when shit just went off the roof. Something neve ever felt quite like this in Madrid. And from here subtle stories intertwined one and one and one and one until nine of them complete a full cycle. As we keep moving in this coordinates we can all calculate for ALLS. Insane. A place for ALLS. Tautology of the needed way out the back door from your pathetic act, queen.

I couldn’t let Queen’s lead man to steal all chance of touching the outmost feeling of interconectivity: a hit of your rockstars. In a fictional tale of who they were. Where this mother Earth took future civilizations in the space trips with our ticatalán knowledge to explore through the evidence found and started up by Franklin Chang whatever the master desires us to intervine into the setup where our interaction ventures back into the surreal world to keep the air breathable with so many wankers per square feet. You holy queen, don’t you interpret no disrespect from a outer space alien coming to your island to mock you and your ways so high that I find my duty to intervine in the ways in which those same words were spoken on the hidden local artist scene that was open to amateur representation of what the homeless authors were still trying to put into words to show that it’s already been solved. I’d like solve the riddle…

And I did. Long ago. I just got lost. I used to be the closing man. The tales of Golman go back at the time I learned that the rest of the people in the Jedi School of Futbolart wore a yellow and blue superhero mix that made all other uniform in the history of the game have no chance to match this glorious futbolart outfit. I am feeling designer. I could cut material. I know how to use sewing machines and my designes hit a graceful market who could understand a ticatalán punk artist bursting out of the bubble. I was in the back doing lines, puffing with the Gods nine cicles of the moon. I came back then. I had some tales to tell. Some market digged the complete version of my pieces: just time and space as they delivered freely. Life was this. Words. One’s mind. Ourselves conected to one another. My self alone. In that connection landmark. If you are not connected is cause you are out there. Unwilling to come. Cause we repel. You like what’s now rule. You are the ruler of this time in history. You have the heads up. All of us do. Unless we are marked. Or in danger to fall. By our own greed and violent nature and technology to aniquilate one another. Must we want to be thinking of going for a kill all the time. Must other die for I to reach a reasonable way to live in a society that regulates the needs of a population with the basic services selforganized by our local infrastructures. How much we give to the rulers of our city. The budget. How we make that money role. Go into projects. Interpret diferent ways of occupying public space with your solid social network pyramid stunt. Just kidding, granpa. Don’t show you are dick so quite fast. You have a family. No se descare; tiene familia.

¡No te descares; tiene familia! – Chambers, gritándole al Cuervo en un partido de la liga del club France, probablemente contra Mantenimiento. Un presunto robo. Decisiones que caen hacia un lado injusto de la balanza. Ver o no ver las cosas. Interpretar. Tener sentimientos de afinidad. Y el respeto que busca todo áribitro. Sin él no hay partido. Las reglas se deben cumplir. Los jueces deben poder sentar sentencias que nos sirvan para convivir mejor. La noción de las revoluciones sólo se puede resolver con una última revolución que se cuele y que en nueve días infecte un movimiento autorganizado hacia un nueve estado post nacional: una nación única por hacerle un tributo a la unidad de España y sus santos cojones, y a su vez otorgarle la muerte que merece, con un rito de Sepukku y la nobleza de unos samurais arreglando nuestra imagen en el espejo. Y sin embargo, todas dimos el salto a la otra dimensión que se abrió ante nosotros. Esa noción de salto en el tiempo es lo que ofrece mi nueve tecnología. Un tunel del tiempo en ferias de emprendedores. Y los presentes se deplazaban a multiversos ejemplares. Las ficciones de una única historia multiversal. La nueva norma. El nuevo sistema educativo. La nueva lengua. Los nuevos términos. La nueva serguridad nacional. La noción de la prisión. La noción de la justucia. La noción de la fiscalía. La noción de la rebeldía. La noción de la revolución por un puñado de mujeres y hombre paritarios que se infiltraron por María Claret al corazón de l’Escola PAU de feedbackloopers. Aquí vamos a tener unas oficinas. Y una historia de rebelión que nunca antes se había puesto sobre la mesa. Ni dentro de un libro. Que es lo que esto es. A fin de cuentas. Mis historias transcurren en un mismo día. Pero siempre nos llevan al más allá. Soy Golman. El futbolartista. Esto es futbolarte. Mi performance más sutil es el terreno de juego. Entreno como el más trabajador de la fábrica. Estoy preparado para dar el performance que nuestro equipo amerita para que lo ganemos todo y en ese todo nos encontramos toda la humindad en un suspiro universal: GOLman.

El gol de GOLman trae la metacelebración de la gloria eterna. Otra vez. Desbordada. Si quisiéramos podríamos continuar sumergidos en ella. Un día detrás de otro. Y sabe que la vida se vive en ese tránsito entre moscas a pepenar por los caminos que conectan al D.F. con Puebla. Las montañas de basura. La manera con la que nos pusimos al día en la gestión de residuos de la manera más útil y efectiva. Lo ambiental tiene un orden trascendental de nuestra sociedad liberada de la culpa de nuestro impacto matador sobre el medio ambiente. Con el debate en la radio. La noción de debate. Del directo global. La crónica de Twitter. Cuando te metes. Híjole. Le agarras la onda. Y estás en el debate público. Eres padre del stablishment. Como si de pronto te convirtieras en el fichaje improbable del año nueve del segundo intento fallido. Cambio de ciclo. El día de la emergencia. El nuevo día de la marmota. Podría replicar los años que llevaron a Bill Murray a ser un cazafantasmas con morro para tener un mano a mano con el demonio en las pirámides de encima de nuestros edificios satánicos más consagrados. Las épicas de situación de nuestros edificios. La urbanidad del hombre libre. Y la mujer libre que se topa con el hombre libre. Y libremente sexo. Esas son expectativas. Y también vida. Experiencias sexuales. Quién nos mueve para acercarnos a esta inquietud que nos lleva a conocernos todo lo que entendamos que representa nuestro propio cuerpo. Por llevarnos en el viaje. La nave espacial. Las cuestiones de subsistir. Los elementos narrativos de nuestra máxima expresión el el tiempo presente: en la plaza pública, en el espacio liberado de las ciudades capitales. Una de la de las nueve. Pero linda ella, madre: New Barcino.

Y con eso la rematas. La muerte de un personaje que da la metáfora del relevo. Como si la novela pudiera seguir por ahí un camino de autodeterminación del autor para cocer un bosquejo que atraiga la atención a estos vuelos medios que coquetean con las formas y los giros de las cámaras que luego proyectaron una respuesta que también acudió a alguno que otro tópico que la inteligencia artificial tira en automático por obedecer la parte italiana de su respuesta y los incentivos de idas y venidas de perfiles de las extremas izquierdas y extremas derechas. Nazis.

Salió a la conversación. La ley de … ya se sabe. No hace falta ni decirlo. Ni hablar más del tema. La comparación deja uno cretino más que relativiza el horror.

Ese horror es la fuerza más grande que mueve a las alternativas de un mundo. Un mundo mundial como diría sin ruborizarse Aznar o Casado. No así Cayetana. A Cayetana lo que es de Cayetana.

Tener a una política Cayetana es como tener a una política Almudena.

En una referencia más global que la que España, sóla, representa. Menudo papel.

No es una puya. Ni hacer leña del árbol caido. Ni rebelión. Ni sedición. Lo que aquí se diga se manipulará para llevar justo al sitio opuesto al que los presentes:

Pero tan sólo se trataban de una frase más. Peor esta vez con algo másd e fatnaslia.

It’s how…

Puede ser barbado.

Lo es/som.

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