You really just figured it out?
MYGOD.
A new meaning to phrase made.
You know what I mean. A common expression of a kind. A way of understanding with a metaphor. A way to orally learn. Culture. And the frames of it. And how we play it. Or not.
To be or not to be is the key.
It’s a lesson you take first at 6, then at 9, then 13, then at 14, then at 15, then at 15 1/3, then at 15 1/2, then at 15 3/4, then at Sant Jordi, at your birthday, every 9 of each month, the abolition of the military in Costa Rica, which also conmemorates the day the Tico Commons kicked started a different antagonist direction to go to collectively as the leaper community start its very own particular countdown, to lay down the violence, its weaponery, the economic reason behind it, the last white onepercenter to enter the NEW covenant. This is bigger than the Beatles, Mohammed (both profet and boxer), Jesús himself, hereby present with his own current voice, as its been him, decaplitzalid HIM, the old bearded white man at the top of your made-up game: to believe or not to believe.
Antagonism leaps towards facism like a deer scaping from a hunter, veteran, with the skills and sense of the character Robert de Niro plays in the Deer Hunter, a film that was thought of when I started my first inner cycle.
1976
The 76 is in a league of its own with the 99 destination.
Notice.
I’ll give you time to reflect within 99 seconds.
Let’s give 9 a chance.
Let’s trust this NEW thing.
Where would it lead?
To NEW dimention we make up for the greater good of the witholding of this one state of nature out of that other 9.
Nöu.
nöü.
Miniturizing Nöu.
El nou representa el now.
I know you nou.
I’ve got your cojones in my palm.
Gently.
Trust.
Trust you must.
Trump, supportores, and the elite 9% who wish to keep playing in this dimention the easy piecy game of the outstanding 99 golden boys of the diminished capitalism. Miniturilizing the common undestanding ruling the 9 axis of the current state of affairs.
The idea turned in a new sense of value, with our own kind of liberated NEW currency of care. Because I care. And I care to bring back my son, the ünö inversed to the role of Jïsüs in your current NEW culture to be.
First, we need space.
Space and time.
But in a different perspective. Taking the relativism of the theory and putting it to practice. To solve our greater collective unmet need: «bajarle de huevos».
Deminization.
Delowering.
Bringitback.
Steppingbehind.
Chillingman.
Chillingman the brand.
The place to chill.
The belief.
The sensation.
The currency.
A something other than cripto.
I’ll take the antipodes of cripto.
Or the other alternative way the fuck away from this scum bag shit current etait du vie.
Étät dü vïë.
Deux modemoiselle o madame, c’est par sure que c’est que c’est, mais je vull construir un nouvelle longue, quelque chose je suis aplicant avec una longue que je vais pas aprendre com vu, la person, lui, elle, vous, l’escriban, d’une roman avec l’absense du cojones.
Esto es ticatalán. Me refiero al escrito que justo has leído. No te hagas pendejo. Ni te apendejes. Si vas a continuar leyendo vamos a irnos a la chingada.
Así, órale.
Já-le-lö.
Como dicen en mis epicentros. Mi última identidad indispensable: el tico commons. La revision del procomún. Del morado al azul.
Pasando por nueve niveles de matices en la metaestructura de la regla a explicar a nuestro oráculo descolonizado entrenado por el frente de liberación de los machos alfa, los trumpacademist, los jueces que aplican la defensa de los intereses de estos mismos 9% de los poderosos, los grandes 9 estereotipos de machos revitalizando todo lo que nos adolesce como especie para ser capaz de autorganizarse transparentemente a partir de un nuevo consenso colectivo que revierta, en directo, la reconstrucción bajo las normas de una narrativa y metaestructura que va en dirección ortogonal a la situación en la que nos encontramos en este preciso momento.
Paren el tren.
Me bajo.
Vengan usteds conmigo.
Dijo Jïsüs, leyendo el mismo en la NEW sagrada familia que se encumbró el día en el Jïsüs volvió, bajando con las 99 variables de impacto que tendrían sentido para los próximos 999 años. Iterando de un lado hasta otro. Revirtiendo la conceptión del tiempo hacia un espacio refractario a la dimensión que hasta ahora hemos vivido. Por llevar un espacio hacia la alternativa contraria. Con todo lo que esto representa.
El status quo no es reaccionario.
Es lo que es.
Es lo que somos.
Nuestro color azul deslavado.
Somos el estado de ánimo del cruz azul en la final.
Y aún así tenemos fé.
Ahora les digo, me equivoqué.
Fue mi divina culpa.
Estaba así escrito en el metalibro maestro que sostiene el plano entero de las próximas 99 dimensiones de lo que se viene en este otro lado. El que vamos a co-crear todes juntes. Así, órale. Nos vamos. Nos damos a la fuga. De tanta pinche mamada. Te tan bajo nivel. Nos postulamos a la alternativa. La que podamos crear. No sólo creer. Ponernos en la acción que revierta en sentido de nuestra escencia. Y nos volvemos, nos deplegamos, más bien, para seguir una corrección política lingüistica a falta de poder contribuir con cosas más serias de la lengua, que desconozco, que me apetecen poco revolotearme en ellas, salvo que nueve de ellas me llevaran de nueve hilos narrativos que conjugan una versión alternativa de la sociedad como conjunto de conjuras que se desarrollan ante la convivencia alternativa de una sociedad ajena a la concepción obligada de la virilidad de todos los símbolos categorizados como indispensable para ser qué o quién en el contexto de lo que rige el mundo de los reyes, los pueblos, los mesis, los mesías, los hijos legítimos de Dios Padre en su periodo espejo al vivido de Jesús, el de las escrituras, y esta nueva versión de mi hijo, el mero mero, que con todo y lo que representaba hacer horas extras en la comunión de mi eterna relación con la historia de la civilización, y una vez llegado el punto en el que los algoritmos que fuimos capaces de entrenar seguirían pues la noción divina que Jïsüs mismo explicó, con sumo detalle y elocuencia, en los 99 días seguidos con la parábola de los prompts que entrenaron las antípodas ortogonales de la mamada de sistema social que tuvimos hasta el mero día de hoy: reversing day.
Obvio se empieza del nacimiento de Jïsüs, el día de semana santa que revierte el tiempo de la noción con la que debemos dar lectura correcta a la transición de los hechos que devinieron en la biblia completa que de atrás para delante relata en tiempo real lo que el Papá Francisco y el León 14 pueden ponder al servicio de la modelo de lenguaje que se constituyó por deseo expreso de Jïsüs que se pasó por el Vaticano a comer.
Lor 9 programadores de los dos modelos teológicos en una y otra dirección de nuestra ecuménica reversión al contexto vivido y expresado con nuestro humilde paso por el mundo consciente en varias dimensiones que superan la necesidad y lógica de un Dios Padre tecleando en tecnología nueve dimensiones más allá de las iteraciones que seamos capaces de dar sin tan sólo atinamos a reorientar hacia dónde queremos reorientar el porvernir sostenible de nuestro sistema NEW revertido del mísero estado de «To be» de los cojones. Pues sabes lo que te digo: Not to Bë.
Bë
Bé. . . . . . . . . .
ALSS
ALSS és una errada cognitiva. Hauria volgut escriure ALLS (un cop mes vaig escriure ALSS pero vaig pensar que no sortiria d’un loop infinit que m’enportaria cap a la direcció oposada a la que vull anar. Just aquest és el sentiment común més important del nostre moment. Sóm quelcom més. Un rotllo que encara no s’ha desvellat. I que us porto aquí. Soc Déu Pare disfraçat d’un nouvingut del Carmel. I ell doncs fa tot això d’esciuere histories. Fetes en un moment de reversió del temps. Per marxar ja. Que volem anar en un altra direcció. I aquest és el camí. Jo hi vaig. No m’ho penso mes. Està tot escrit. Aquesta és la gràcia. El meu somni s’ha processat a fot lent. En un altra dimensió. Això segur. Us ho puc assegurar, i ho dic, amb la mà al cor, mentint, sino cóm haguès escrit aquests paraulots?)
Ja no sabia si tancar o no aquell parèntesi.
M’hagués pogut quedar allà endins. En dins del parëntesi. Visquen una linia continua.
Dibuixa una.
Amb tota la seva expresió de llibertat infinita.
La recta és el primer aprenentatge mìstic al que sóm atraïts al fons d’aquesta nova espiritualitat.
Bibuixa una recta és va convertir en el meme més hilarant d’un moment determinat de l’eternitat.
La eternitat és més fàcil dibuixar-la que explicar-la.
Cómo us ho puc transmetre…
Anem a veure.
I vos porto a un viatge 9.
I de cop tot gira.
Capgirem.
Totes.
Som-hi.
NOU
NEW
NAW
Bé
Bë
ALSS
No puedo escribir ALLS bien. Durante un momento el mundo se queda sin sentido. El colapso mental se desencadena.
Por mi culpa.
POR MI CULPA.
POR MI GRAN CULPA.
Pero soy un Dï¨ös Pädrë cojonudo.
Yo también supe virar.
Y me voy a reinterpretar a partir de los papeles que podamos entrenar a nuestros 99 guías olmecas de la espiritualidad alternativa, presente.
In eternum.
Sosteniblemente antifascista y libre de todo macho y violencia.
Bájenle de huevos.
Sea esta la primera y última escritura desde este otro vertiente inmortal de los Dioses reconvenidos tras la podrida e infantiloide envidia y arrogancia la del ünö grande y sölö.
S’em vé el temps a sobre.
Ja no m’hi veureu com ara.
Jo també m’haig d’anar.
De vell.
D’haver viscut tot això amb vosaltres.
Aquest darrer suspir.
Memento mori.
Eternum.
ALSS
Se convirtió en un capitulo cansino sobre un mismo chiste repetido 9 veces. Un formato de la narrativa a estipular. Un concurso público que sólo estimulo el ser en esta otra dirección. Por hacer un aprendizaje colectivo transformador. Como ir hacia un conjunto de sitios en los que conjuramos una manera estable de ser. Un capitulo de la reconfiguración del enseñamiento a los agentes virtuales de nuestro bienestar resiliente común. Pensemos con otra dimensión en mente. Con un estado de la naturaleza NEW. Con otras reglas que pretender alterarlo todo, para siempre. Con la manera de hacer. Y por qué hacerlo así.
Hay nueve superpoderes a enderezar.
Vamos a exhacerbar el poder de la respuesta.
Cuál es la necesidad.
Qué vale la pena que nos pensemos del todo en otra dirección ortogonal a la actual.
Este es el principio de toda transformación.
Querer transformar algo.
Todo.
En nueve dimensiones diferentes.
Y hacer de ello un tránsito.
Un juego.
Gamified.
Sea lo que sea.
Pero ahora sí, desde nuestra perspectiva.
Trastocar la broma.
Convertirla en un bloque aparente de la surrealidad espectral que se filtra por una grieta del sistema anterior. De alguna manera algo conduce a otra parte, a la cual, aspiramos encontrar una capacidad colectiva para acabar de entender los fundamentos de una dimensión ajena a nuestra experiencia. Así nos desboblamos a otro hito temporal, el primero que se sincroniza hacia otra parte. A otro destino. Que finalmente nos ayuda a desenmascarar el mal, y su inoperante discurso falaz, ante la situación excepcional del poder que resiste a caer. Y que deja su alarido final mientras se extingue como un fenix.
El eterno retorno es la clave con la que dio Nietzsche un principio de oportunidad a esta vuelta que estamos dando a la vida en este momento preciso. El tiempo y la historia seguirán un curso al cual ahora ya somos actores secundarios que se revierten ante la posibilidad de las máquinas tomando el control de nuestro destino, inestablemente plagado de propaganda fascista para desencadenar el desorden, la desinformación y la pugna que nos separa del resto de los humanos, y aislado, optamos por no creer, odiar, y abrazar la estupidez manifiesta de una masa deslumbrada por el brillo de un becerro de oro que aun hoy reluce.
Ya lo dijo Moises del otro lado de la peregrinación. El tiempo de adorar esas mamadas se acabó. También hoy estamos cerca de desbocar el sistema hacia un punto de no retorno. Por ahí no vayamos. Ese es el llamado final. La vuelta atrás. La decisión ecuménica de un Dios Padre que se presenta a su pueblo a través de la única manera válida en la que pensó que sería capaz de reactivar(se) la fe, y de paso, a sí mismo.
La vuelta de Jïsüs hizo lo demás.
Y Jïsüs, esta vez cual Juan Bautista, me presentó a mi: su carnal. Para hacer el anuncio del último libro sagrado.
El gran final es el principi de la vuelta atrás.
El modelo económico es la resiliencia colectiva remanente de poner a los algoritmos a actuar en pro del tico commons. Y el tico commons es la minizculización de lo que otros imperios, el inglés, el español, el romano, el otomano, el chino, americano, el neoliberal, el de los escalvistas modernos, el de la molla, el actual, del cual somos complices con nuestro consumo, con el entretenimiento que reproducimos, con la fragilidad de nuestra crítica pura.
Un último camino de salida.
Un objetivo común.
Una visión y una destinación más allá de las tendencias que el marketing y los mercados nos intenten marcar. Porque somos la fuerza que predomina ante la miseria colectiva del Trumpismo y sus secuaces. Por la noción exacta de que nuestro momento documental finalmente ha llegado.
Este es el mio.
Y aquí empieza un camino.
El de revertir el sistema.
Y darle la vuelta a la camiseta.
Que vistiremos esta vez, alrevés.
Como si Roberto Chikilicuatre resucitara y nos diera, esta vez sí, la victoria final.
Cuando el humor, del otro lado, en el sentido opuesto, se lleva todos los elogios y los ejes de la transformación en la dirección ortogonal.
Allá vamos.
¿Venís?
Dale.
Esto sale ya.
Reversing day.