Puedo tener algo que decir

No me lo tomen a mal. Voy a ser muy directo. Y eso a algunas personas les podrá parecer demasiado suspicaz. Delictivo. Aplíquesele la norma terrorista. Lo es. Lo escribió en las primeras dos líneas de este texto. ¿Cómo no va serlo? ¿Qué? ¿Cómo qué… lo que él mismo dijo: terrorista. Norma terrorista. Y todas esas cosas. Bombas, ya sabes. Acabar con nuestro estado de derecho, con lo que nos costó.

Caras serias estudian de qué lado estuvieron en la guerra. Lo que no se olvida. Los bandos. España es dual porque la gracia de Dios en nuestras tierras no dejó esta última lección. Su seppuku. Si optara por hacer un tributo a Mishima, lo primero, por honorabilidad, sería leerlo. Y entonces transitarlo. Y hacerlo te transforma. Eres japonés en el sentido del extremo al que Mishima nos llevó a una literatura alegórica muy bonita y muy bien escrita por su traductor. Sería incapaz de leerlo en japonés. No me he aprendido los símbolos. Si me los explica Lluk, quizás aprendo. Y lo practico con Kioji. Y con Kotomi y Miquel creo una transformación psicológica de nuestro contrapeso evolutivo. El tiempo de las renuncias. Ya lo renunciamos a todos. ¿Por qué no tirarlo todo por el wc?

¿Qué nos costaría desmantelar el dónde está la bolita?

En su faceta crisis.

¿Quiéren correr?

¿Quién tiene miedo?

¿Otra vez?

Vamos a jugar a la guerra otra vez. ¿Quién queda en guerra en estos momentos? ¿Quién patrulla para garantizar el control de los militares. En su campaña fuera de los cuarteles. Hay que utilizarlos. Señor, si no es ahora cuándo vamos a servir a nuestra gente. Úsenos. Tenemos un dinerito ahorrado.

Yo tengo buena relación con los gerentes de hospitales del ejercito. He coincidido con ellos durante toda mi carrera como consultor de salud. Y soy de los consultores que pisó más hospital en la época que nos formamos en la escuela de la consultría española de la vanguardia de los socios directores de la empresa. Las jóvenes figuras de nuestro entramado empresarial de altos vuelos. Según el pequeño empresario que subía en el contexto industrial, en una fábrica, o los contextos urbanos de las oficinas de los edificios vidriera y los oficios modernos de los hipsters autosuficientes. La cúspide de la ola de los autónomos. La vida libre.

La realidad es bien dificil. Pero eres tu propia marca. Y debemos mostrar la entereza de una empresa. Algo que te respalde como operación. Y debes traer tú el cheque a casa. Sobre las líneas de autonomía con las que te hayas afianzado en tu sistema de cobro online. Y por datáfono. Para que puedan pagar con tarjeta, si vienen a recoger su compra a domicilio, desde donde despacho. O si la operación se mueve, allá a donde yo lleve el datáfono. O dónde el datáfono se encuentre reubicado. Como una voz del barrio sobre lo que se puede conseguir en un kiosko. El servicio esencial de la información, la cultura, los entretenimientos de las revistas especializadas en moda, actualidad, cotilleos, toros, sátira política, comic, basketball, cromos de Panini, lotería catalana, T-casual i T-4, com la transformació de l’AMLO a Mèxic. Un acudit aquest últim que molts dels meus propis conneguts no haguésin entés, si bé perque no en parlen ticatalá del tot be, lo que es diu bé, i menys entendre’l, com si donguessim premis per fer-ho.

I si donem? Qué? De premis. Incentius li diuen al mon de l’empresa. I aixó está a la literatura empresarial i està super ben documentat. I ningú ho aplica. O no bé. Potser les noves empreses. Els ESADEs. Ells ho saben tot. I elles, un colló. Per dir-ho fí. Elles i ells és una manera de donar-li un espai segregat enre noies i nois. Alerta. Denunciar. Cridar a la policia. Fer venir l’inspector. Xivar que hi vius aquí. Al sicari que et busca.

Hi ha veïns que ho farien. I això és una putada. Algú et fotreria al punyalada final. I no cal que sigui un barri obrer, o un de rics. La por la tenen els que hi viuen en los slums malparits. On es mou el mon underground de quelcom ciutat. Les forçes de la violencia. L’ús de la violencia dels que hi guarden les esquenes del servidors publics de les forces de seguretat de l’estat. Els que hi fan la feina d’ordenador, i els operatius. Tot és complicat. Això que fan elles i ells. Molt. Salutacions del poble que us aplaudeix. Els mossos van rebre el seu reconeixement els dies de l’atemptat de les Ramblas. No ho oblidarem mai. Van ferir el nostro riu. Innexistent. Convertit en passeig. D’un centre nou a un anel de sortir d’aquesta merda en la que ens vam convertir sense adonar-nos. Com si fossim idiotes. Que potser ho som.

Pero esdenir desig i plenitut només es pot assolir prenen riscos acurats i contundents en el seu retorn màxim available: ALLS.

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