Día 2: a veces los títulos nada de que ver

Saturación: la contemplación del ser

Si los títulos nada que ver con el cuerpo, diay, ¿tonces qué? Una birra. Una birria.

El futbolarte es así.

Lugares comunes. De eso se trata. De todo lo contrario. Y seguir siendo uno. Este es mi caso. Yo pretendo salir. Y no venderme. Paradoja en sí: vendiendo. O peor aún, vendiéndome. ¿Qué? ¿Qué de qué? ¿Vendiendo qué? A mí. Mi obra. Mi culto. Mi credo. Mi tiempo. Mis servicios. Mis objetos. Mi libro. Yo vine aquí a hablar de mi libro. Al fin y al cabo, debo elegir a qué español voy a chupar la polla. Ya está. Ya lo decidí: sos vos.

#cómemeloshuevosmaldini

Ahí lo dejo. Un primer contacto con el comer. Una polla, claro. Es el arte del doble sentido, sobre todo cuando la gente cree que sólo existe uno. Esa es toda la gracia de la ironía. Planea por encima de los que nunca la detectan. Esos pocos que la atrapan en el instante son los privilegiados con el gesto de devoción al arte más puro: estar ahí.

Uno, ya pleno, sólo tiene que acudir a la cita del día. Salir de casa. Y llegar a tocar el mundo con el dedo. Como si tuviéramos algo que contarnos. Todos. Usted me entiende. Usted lee mucha mierda. Pero también leé libros. Y los libros, ¿quién lo hace? Pues eso. Yo quise jugar a ese juego más sublime. El que persigue un soñador cuando llega a la capital del mundo literario en habla hispana y decide: voy a jugar es juego. Voy a plantarme en la industria como un tucán que llegó del trópico con ilusiones, con el descaro que un sudaca saca a relucir entre marqueses y burgueses en Sarriá para que lo publique una editorial de primera. El caché lo dan los años.

Aquí todo empezó hace 40 años. La constitución lo marca todo. Y nos encontramos en la crisis de los 40. Los 40 principales. En fin, realeza en nuestros hombros, hay que sacar al águila blanca de su tenaz contradicción. Pobre, no sabe hacer otra cosa que cazar. El elefante blanco en la habitación soy yo. Vino aquí a desconfigurar la vaina con tanta insolencia y esa música que nos invade el cuerpo. Por Dios. Que alguien pare este ritmo sabrosón con el baila mi cuerpo al son de tu tuntún.

La música bailable latina puede pensarse que tiene un mensaje distorcionado de la realidad. Las sociedades hemos cambiado mucho. Las sociedades hemos cambiado poco. Quizás ya bailábamos lo que éramos. Quizás el respeto por los otros ya nos lo inculcaron bien en nuestro esquema social desde hace ya unas cuántas generaciones. Quizás no. Podemos tener años de retraso. Quizás 40 años. Hemos avanzado, pero tanto así, tanto así. Siempre hay un pero. Y las cosas se ven distintas cuando estás ahí y ves lo que no funciona. Por qué el modelo se va a la mierda, pese a que todos queremos ver otra cosa. Los nuestros no han ganado todavía. Estamos al filo del precipicio. Otra vez. Con un caracter juguetón que no sabemos si es el más adecuado para visitar el Gran Cañón. Pero nos vale verga, porque nos invitó un indio. Y visitamos su territorio con su guía. Somos de otra estirpe. Rendimos culto al local. Al primero. No al invasor. Somos origen. No sólo disrupción. Somos pecado. Somos herencia. Somos redención. De otro Dios. El tuyo. Ya está bien. Creemos en la comunión. Rezamos bien. Salimos adelante gracias a este aliento divino que una vez más sopla a nuestro favor. La noción clave de la religión es el espíritu. En nuestro caso en particular, el santo. El Santo. El luchador. El invisible. El que es canonizado tras años de beato. O que de entrada vemos que cree tanto y que es señalado con el dedo por los nuestros. Hasta que muere injustamente. Como un martir de la fe. Como Jesús. Como Santa Eulalia. Como Sant Pau. Pau.

ALLS

Día uno: nuevos formatos de creación

El día empieza. Van siete minutos. Ya es el día dos. No llegué a tiempo. Suele ser mi seña de identidad. Algunas veces llego tarde. No hay que despreciar las muchas, infinitas, veces, que llego a tiempo. Nunca, o casi nunca, para ser honestos, llego antes de tiempo. No es mi estilo.

Yo respeto; como Bora.

La pausa del punto y coma, la coma no lo tiene.

En cambio le das a la coma un lugar en esa frase donde el punto y coma es reina y rey, aunque es verdad: ¿por qué no coma y punto?

#mifeminismo

Hoy en día es cuestión de opinar. Salir al ruedo. El día que lo haga sólo pretenso salir por la puerta grande. No tengo otro pensamiento. Este, y no otro, es mi arte.

Este último párrafo. Léalo otra vez. Ya poner como tarea leer da por el culo. Al huevón no le gusta leer.

#cómemeloshuevosmaldini

El hashtag más irrerente de la historia de Internet. Perdón, pinches pendejos, LA INTERNÉ.

LA INTERNÉ ganó la palma de oro, el oso de Berlín, el oscar, Morelia, el concurso de cine de Shelbyville, Springfield, NEWDF, NNY, Ticataluña, New Barcino, Nuevo London, Comemeloshuevosmaldiniland, …

Superé el nueve. Me curé. Nunca más volví a jugar. Lo que hice ya está. Esa es mi obra. Yo ya lo escribí. Ya está ahí alguno de estos noventa y nueve días.


¿Qué preferís contar?


a) Días

b) Formatos

c) Naciones

d) Equipos

e) Sueños

f) Operaciones

g) Juegos

h) actos

i) performances.

Ahí nomás, papá.

Nueve dimensiones.

Un pedo muy loco; sí.

#lapausadelacomapunto

#vuélvemeacomerloshuevosmaldini

El insulto gratuito.

#aquéniveldegilipollésllegamos

Ese hashtag lo seguimos y nos vamos a la mierda.

Un argentino te enseña ese despeñar.

Un mexicano te la baja de pechito tras pasar por todas las mañanas de cada uno de los dioses que se nos ocurrió aquí mismo en estas tierras que me vienen a comer los huevos un poco Maldini. Sin ofender al susodicho autor de la frase. El maestro pinto. Gallo Pinto. Mae, primo, no me había puesto en contacto pero estoy preparado para rapear con vos en el estudio esta canción como si fueras uno de esos que iba a asaltar a Sabina y se lo llevaron de marcha a los bajos sitios de la ciudad. Donde todavía va el tiempo de los insolentes de nuestra nocturna embriagues. Sin que se vaya a la mierda todo. Como todas las veces en las que sale el macho ese hijueputa. El hombre mal, como la caracterización de todos los grandes hijos de la gran puta de nuestro entorno. Y nos vemos todos a las caras. Y juzgamos públicamente una vara que nos conscierne a todos. Yo quiero estar ahí. Ya. Estamos pues. Aquí. Presentes. Presente. Y vos das un paso al frente. Y te levantás para contestarle la pregunta a don Gregorio, el director, que le acaba de dar un manazo a Carlos por arrastrar las cosas, en concreto la mesa. Y Carlos dejé de ser Carlitos ese día. Frente a un simbolismo de poder, de nuestros tiempos. Los que mandaban en los setantas y los ochentas. Y te topas con toda nuestra realidad nacional. Con o sin Luis Miguel de fondo… ENTREGATE, AÚN NO TE SIENTO…

Yo le puedo vender a México una gloriosa contradicción. Un libro que viene del extranjero. Pero de hechura local. Se podría debatir que tan mexicano es el pendejo. Así le decían algunos. Los némesis del man. Golman vs némesis en LA INTERNÉ.

Una reacción vomitiva. Claro que sabes lo que es. No te hagas güey.

Emi se soltó, opina Quique.

Todo lo que vivo es relato. Ya desde hace tiempo. Voy publicar lo que escribí pasado por el filtro de sexto piso y lo de mi banda. Es todo lo mismo. Por qué no íbamos a ser nosotros. Mis 99.

Ustedes, señoras y señores.

Un punto para la inclusividad mexicana que ya se refería así a ambas bandas, mujeres primero, y luego, ya con la lección aprendida sobre el machismo y su soplapollés, para en estado ya curado, tamizado, la Nueva España resurge multiversal y bájada de pedo. Una española, me refiero siempre a personas, con lo cual que os quede bien claro que siempre que utiizo el plural utilizo el femenino. Las personas somos femeninas en lo plural. Qué más necesitamos que asumir que merecen un tributo sin que vuestro sagrado falo nos esté dando por el culo. Bajaros de vuestro puto pedestal machos de mierda: cómeme los huevos, Maldini.

Tributo a Pinto. El otro yo. El uno. El portero de matas largas. La antítesis del «Loco» argentino el Gati ese… qué o qué. Y ahí nos tenés, al arquerazo aquél, con sus gloriosas manos, su melena dorada, su sonrisa de insolente de barrio con labia de extractor de petroleo entre los más bravos del interior de este país que ya no existe. Mentira. No nos borrás. Ni vos ni nadie. Cada día salimos aquí, a la melancolía de existir. Con nuestro estado de ánimo trastocado. Como si no tocara romperla por otro lado. En otra dimensión. Con otro sentido. Coño. Espavilar, va. Levantemos la mano. Qué más da que lleven con su brazo derecho días y años levantada con esa palma tan abierta. Es verdad que estéticos estéticos se ven todos juntos y cuando pasaban por el filtro de la mirada de Lenny Riefelstein. Saber la historia de Alemania es como nuestra primera gran tarea mundial. El mundial le gana en alegoría. El futbol va primero por eso. Por su infinita gloria como concepto a ensalzar. El juego. El futbol y un poco más. Eso es el futbolarte en su concepción primera. Luego se transformará en la sociedad multiversal que por este lado de la apertura podemos llegamos a torcer si ustedes y yo removemos este pedo. En serie. Nueve días seguidos. 

Ayer publiqué algo y no lo compartí. Me escondo de mi creación. Me fue a comer y vivir en un mundo espejo paral·lel que me trajo a ese extraño sitio en el que al final soy música. Autor. Cantante. Estrella de cine. Director. Actor. Guionista. Fotógrafo. Sonidista. Chef.

Noi. Vinga.

Noia. Bon dia. Tot bé. No t’ha fet res cap cabró avui. Oh, m’en alegro. Que acabi així el dia.

El tema no anava així. Tothom ho confonia. No s’ho treien del cap: vengança. Qué bé que la Ç sigui un tecla a la que es pot accedir en el teclat que fas servir normalment. De sobte ens dirán com hen d’actuar en un entorn social quelcom familia. Unicitat; multiversalitat. A un museu de la ciutat. Potser petit. Potser el més gran. Puc fer un. Fem un.

I ho faig.

Jo vaig d’aquest pal.

Estic convençut d’ón sóc, qué sóc, qué fem, cóm fem, quant fem, ón cony anar, ón van, qué fan, ón són, qui són, qulecom, Pujol.

Imaginat que en pare tingués una pluma fantástica que fa literatura de la més sublim cada dia. Amagada. Fins un moment donat. Li vam perdonar els seus pecadets, pobret, tots sóm pecados a l’esglesia el diumenge. Cap lliço penso pendre de cap autoritat d’aquest pais. Així us ho dic. De front. Naltres sóm nens de la casa. D’aquests que deixem sense oportunitats i fem veure que ens importa molt de tant en tant. Per que fills de puta al nostre club hi ha un munt de gent bona, molt bona, i no tan bona. I tot i aixó: som més que un club. I aixó només ho pots entendre quant entens que la metafora multiversal a la que ens han apropat el nas per a que només aguesin de ficar el cap per fotre el gol, cony, ho fem: des de ben petits. Quelcom valor entenem que hem de constituir com a manera de fer d’ara en endenvant, doncs fem ho ara. Per sortir d’aqui sota.

Qué cony esperem. Agafem el control del baixell de pau. D’un mon millor. Un altre mon. Not aquest. This UNO. Ticataluña.

TICATALUÑA IS A NEW BANANA REPUBLIC IN MY HEAD.

La pancarta se desplegó en la grada. La directiva sabe que no puede hacer nada contra la autoorganización de nuestra sociedad. Los jóvenes estamos hasta la polla. Que ya tenemos pelillos en los cojonetes. Somos almas puras criados de la Maçia para arriba. Geográficamente. Tenéis prohibido bajar a las barriadas bajas de la ciudad. Defender la calle con la toma de los espacios públicos a todo momento. Yo he defendido la noche con el paso de mi presencia. Durante nueve años.  Hasta que vi todo lo que tenía que ver y cree todo lo que tenía que crear. Y me vine aquí a pensar qué decir para salir. Curarme de una vez. Lo que toque arreglar. Alguien hágase cargo de mi desgracia. Por el amor de Dios previo al descalabro último del abismo. Como si no estuvieramos ahí muchos. A las puertas del abismo.

Mi libro se llamará así: A las puertas del abismo.

Armando Gallo Pacheco. Chinge su madre.

Mi firma se leé así. Es un acto de fe. Una plegaria a mi mamá. Antes que a cualquier virgen. Para sagradas, mi madre. Entonces, qué: ¿quién le inventa un milagro?

Somos unos pastorets. La familia somos nosotros. La sagrada familia. Aquí estamos. Esta es nuestra bandera. Nuestra ciudad. Nuestra arquitectura. Ser de gama global. Por la gracia de Dios que se apiadó de Antoni y le dió benefactores. Esos ricos que valen. Los que ven. Los tuertos entre los polos vacios. Hombres y mujeres sin las dos esferas blancas por un acto dictado por el guion para la acción. Acción.

Es un Tiresias dirá un hater leído. Su astucia la utiliza para ser un gilipollas. Esapa es así.

Esapa era un país más parecido a lo que habían dejado atrás, la puta rancia España.

Esa frase se llevó al tribunal constitucional que tuvo que dictar sentencia sobre dicha literatura de la red que colocaba a la nación en esta nueva encrucijada. Es la única manera de sacar a esta liturgia torcida a la calle por la puerta grande. Que sientan que han ganado. Sólo así estarán tranquilos. Pero ojo. Militares. ¿A dónde nos fuimos? ¿El control de cuántos? Qué hombres pusimos enfrente de la nave. ¿Usted no conoce la Brasil que se viene? Quizás yo ya sabía de la New América post Trump. Pero nunca iban a votar a un pinche extranjero que ni siquiera tiene derecho a ser elegido. La liturgia imposible de una historia de revelión que se postra frente a la iglesia con un disfraz de Sant Pau en la puerta principal ante los ángeles y los testigos que se postran ante un héroe nuevo. El hijo mayor de Pablo, dijo ser. Como si la posibilidad de que Dios Padre pudiera echar mano de su modelo de crear personajes para enderezar la marcha de la divina providencia. Estar bien o estar mal es una cuestión universal. Y de ahi que debamos tratar claramente de qué manera queremos vivir la vida ante un libro sagrado nuevo. Reescrito para que en otros dos mil años un pueblo nuevo se consagre sobre la totalidad de la humanidad, en un momento de paz para asumirse presentes ante un discurso multiversal que le daba en su pinche madre al nazismo y a toda la extrema derecha que como el dragón de nuestro primo Sant Jordi bajó a su muerte a penetrar la tierra y volver flor. El acto de la confrontación con la muerte y la salida del otro lado de la reflexión eterna de nuestra razón de ser en este sublime enigma.

Somos esta canción. Uo.

Somos esta nación. Uo.

Somos esta pasión. Uo.

Somos esta emoción. Uo.

Somos esta visión. Uo.

Somos esta misión. Uo.

Somos este grito. Uo.

Somos esta ilusión. Uo.

Somos tu corazón. Uo.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

ALLS.

Dos bandos se formaron de inmediato. Naturalmente cada ser tendió a su polo. La ciudad sola se desplegó. Este sitio se transita con urbanidad de hombre libre. O liberadores del tiempo y el espacio: los famosos feedbackloopers.

Hay algo que se le permite al insolente en el mundo privado. Los triunfadores de las familias en pole position.  I know the game. The entire game. I am a player. Forgive me for being in zeros. It’s a estate of mind. And I am a hippie in that sense. You fucking know what I mean. I didn’t become a stonner to be ignored by the higher kind of dudes that smoke holy marihuana to connect directly with the sense of higher places. To be at that high level. It’s joy only approach. Pachecos rise to power. A global movement. The red flag just got called off by another clown in power, this time Brazil is on. Wait and see.

React.

Left.

Left.

Left. Anybody there…

Left. Common.

Left. Red’s ok.

Left. Commies aren’t Gremlins.

Left. Hollywood’s enough.

Left. Grow balls.

Left. Who’s riding the machine?

The song spite, spote, spiten. Shit, this language. It puts you in trobule all the time. And I deliver proper English with the tip of my Spanish Polla. Spanish polla restaurant franchise. All of a sudden: boom. 9 cities opened the chain that same day. Nine straight nights. All booked out. For nine months. It’s the first nine days of the month. Every month the event is modify. So is what we are cooking. This only a taste of us. There’s more in every town around. 999 of them. It’s a narrow down story. No musical parafernalia. We are just poets taking over the performance in time and space. As if we could just turn the clock on and pointed to the places where work needed to be done. I am creating a social network. I promised a movement. I went there to explain how am I going to decide why we as actuaries have some higher mandate to serve society break through. And this is my calling. The virgencita de Guadalupe told me right to the ear as she was making love to me. I don’t why, but it happened. And none of us regrets it. It’s our liberty to believe. Nomás faltava.

Y dejas a la sociedad mexicana tranquila un rato. Con todo respeto. Desde mi apreciado planeta. Yo me voy a ir lejos. Pero también puedo penetrar el pensamiento colectivo utilizando la lengua y las claves que aprendí ahí para mover la urbanidad que nos desfine para saquerle a ganar esta vez al pinche país que estamos dispuestos a organizar, ahora sí. ¿Qué contactos tenemos con los narcos?

No hay que contarlo todo.

Eso lo aprendí de Emiliano. El mejor escritor mexicano del momento. El juego de la cultura y la escritura y los temas que debemos afrontar los que lo leemos. Venerarlo es equivalente a cantar bien el himno a la bandera a la hora en la que toca subir el audio de qué tal nos salió lo patriotas esta misma mañana. Tú le quitas el patriotismo a los mexicanos y se te organiza una huelga general surrealista.

Provocar el surrealismo mexicano. Vamos a reirnos cabrón. Lo primero. Saca eso. Dale fuego. Tanque y rol. Y nos vamos directos a Montjuic. Y de pronto la montaña sagrada para los judíos de pronto para tí también. Con la misma milenaria identidad. Porque de ahí venimos. Del pasado más chido al que transferimos nuestra mente, y con ella, el cuerpo en sí. En no abstracto. Pura experiencia. El hoy el ahora. Leer. Seguir.

A la tía Mari le gusta cómo escribo. Te leemos, me dijo. Tengo lectores. Tengo lectores en la familia, flipé doblemente. Y asumí la responsabilidad. Voy a tirar de blog. Ahora sí vamos a provocar el parto. Esto son más de nueve meses. Y no tiene gracia no salir. No hasta ahora. Cuando sales. La incredulidad de lo que ya no tiene vuelta atrás. Después; claro. Así cualquiera.

Lo que buscamos es aprender algo nuevo que nos expanda la mente hoy hacia un rincón desconocido. Es un anuncio a la red. Es un comunicado. Es un video del director general. ¿Qué nos están diciendo ahora? Yo hace mucho transgredí el umbral. Y nunca más volví. Pensaba: nunca mais. El no a la guerra topó con el pacifismo de un ticatalán. Es aquí donde hicimos click España y yo. Ya somos acción. Había que habitarla. Transformarla. Y no era un pura sangre fácil de montar. Pero pude moverme en las nueve dimensiones de la capital del reino. Madrid me acogió como se le acoje a un loco extranjero en New Barcino.

Lo que Cervantes vivió en la ciudad. Venga a nuestro acto. Comerá, beberá y gozará de una puesta en escena en toda orden. La eclosión de la Ciutat Nova. New Barcino. Todo sucedió a la vez. Y se construyó sobre una ilusión sublimada por la alegoría del nueve y de crecimiento exponencial.

Si ustedes tienen esto de respeto por los estudios universitarios, ahora que soy actuario, bueno,… no saben.

¿A quién amenazas, chaval?

Nueve personas lo más oscuras que has imaginado tener nunca frente a tí soltándote esta pregunta. Hay preguntas que son dificiles de entender y otras que literalmente te matan. Y esas meteduras de pata se tienen una vez. Sino el contexto de la transacción se va a la mierda. Alguien pierde el control. Coño. Se nos fue vivo el negocio. Por una gilipollés. Salió así. Expliqué lo que no tenía que explicar. Como la patética historia de mi debut en texas holdem en esa mesa privada de bookies de apuestas en Chepe. Ese allin todavía me atormenta. Y no es para menos. Como a Carlos le atormenta el manotazo del señor director don Gregorio. Hijo de puta. La educación nos entraba así. Pero sabías que no era legítimo pensar que todo funcionara así. A madrazos. Y sabíamos que se daban. Nos habían llegado las historias de los que en el sesenta y ocho salieron a la calle. La toma del espacio público para la defensa de los derechos ante las injusticias propias de nuestros hombres en el poder. Salvo doña Josefa, aquí puro tornillo. Y ya está bien que vayan a chingar ahora sí todos a su pinche madre.

En el machismo mexicano ahí sí no me van a encontrar a mí, mijitos. No qué. Guácala. Sáquese. Qué traes, o qué, cabrón. No mames. Ya así nos llevamos. Hijo de tu chingada madre, órale eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh. Órale, eh.

La inseguridad de un chilango es su virtud. La afirmación proviene de la fuga. El tránsito asintotal hacia el lítimite del sentido. Y nos movemos con ese trotar. Como entrenando con el equipo de futbolarte. Como manejando un nuevo club. Como para introducir el futbolarte con Piqué. En Andorra. Claro que sí.  Es un movimiento de caballo. Como el de Golman. Son del mismo tipo. La misma película. Sport Billies con ángel. Mi propio ángel.

Ángel y Vicenç.

Historia de catalanes barceloneses hablando en español; y luego en catalán.

Ese libro también lo puedo vender en Sant Jordi. En fin. Se puede abrir nueve frentes editoriales. Podemos colocar cada pieza en su proceso editorial independiente. Y salir con una única campaña para las nueve ditoriales que publicaban el mismo día mis nueve primeros libros. Un acto editorial nunca antes visto. Cada día tendría un libro listo. Eso se bebía trabajar mejor, así que el siguiente mes se volví grabar sobre la misma línea argumental. Los mismos actores. La trama evolucionada tras la reacción del público. Y nuestro tiempo para crear. El esto del mes tras el noveno día. Acción y reacción. Un gesto de un feedbackloop que se puede organizar como inteligencia artificial local para decir: ese es de los nuestros. Mira qué alto nos llevó. Se quiso esperar a ser español, el cabrón, para decir esto.

Ya soy español, español, español.

A pocos les gusta mi chiste de: «Muchachos, organizamos un yo soy español, español, español.» «…»

En cambio otros…

Mola que haya sitios a dónde ir que todavía no existen. Ni siguiera hay un sitio al que ir a parar por equivocación. Esa otra práctica. Ese otro plan.

Me caga cuando siento que explicado de más. Cuando se me va la sutileza. Cuando soy un arrocero más queriendo escribir. ¿Pero usted que se ha creido, Gallo Pinto?

Mae, vieras que a mi me decían el Gallo Pinto. Y me vine a dar cuenta un día en el estudio de pinto que la sociedad era con él. Fue ahí cuando Gallo Pinto sacó el rap más matizado de este lado del Atlántico. Había que empezar a devolver. Y me vi obligado a salir al sueño más sublime al que me sometieron. No podía ser tan sólo un esclavo. Debía aspirar a más. Y rompí las cadenas. No me oculté en la montaña, pero poco me faltó. La urbanidad de una gran capital te permite sumergirte en el olvido. Y todos te olvidan. Y te quedas pasmado ante la surrealidad. Y de ahí te crees pastor de un rebaño que no escucha. No hay corderos. Estas ideas… ¿por qué me invaden? ¿Por qué a mí? Padre, ayuda.

Y le consulto a mi tata cómo seguir. Y el mae me responde con su confianza. Mae, le tengo que pagar a un hijueputa una plata que no recordaba que le debía. El mae se puso como todos los demonios pero lo cierto es que han pasado más de nueve años desde que esto empezó a organizarse. Mi expediente para la nacionalidad española tomó tan sólo 9999 días. Un hito más del tiempo. El espacio me quedó a deber en nuestro plan por reformular nuestra capacidad por desbordar todos los límites.

El libro es libro hasta que llega a los ojos del lector, previo pago del objeto y/o archivo. El acceso a una historia completa. Algo más complejo que lo que leímos en el cole de un García Márquez tocándonos el surrealismo sin mojarse en lo más mínimo de los aspectos políticos de cómo seguíamos limitados a sonreirle a los que nos iba bien, mientras fue creciendo el miedo por todo lo demás que los gringos quisieron infiltrar en sus películas de acción y destrucción, sus sitcoms de mierda, y sus series al borde de las verdades a medias con las que se conforman los elementos no motivados hacia el pensamiento crítico más allá de las opiniones de nuestro entorno, o bien, la sociedad americana de La Interné.

Amo ú, ese, a. No sabes cuánto. Es lo más chingón: ser gringo. Si la haces ahí. Otro nivel. Ya sabes cómo bailar con las más guapas. Y eso se sabe que está reservado para quien juega a ese juego. Hay muchachas que juegan a eso. En mi vida intenté ligar con unas cuántas. Y no fui siempre correspondido. Pero siempre hice una luchita cuando me pareció sublime la presencia de tan afirmativa sensualidad y presencia. Un acto de visión sublimada por un ente sagrado que por ahí estaba, maldito, intentándome bajarme a la chava que más o menos me había comprado mi último velo. Y qué más gloria. Se entiende la dimesión de un némesis de ese tipo. Un chamo de estos que te baja las chavas. No eras tuyas. Ni suyas. Ellas eligieron. O se vieron sometidas a aceptar ya no micromachismos. Machismo con todas sus letras. Las tendencias de los niños bien. Los machos con dinero. Macho blanco, macho ebrio. Usted quiere ver cine de protesta. Usted quiere saber qué opino del auge de la exrema derecha. Sinceramente creo que hay que escuchar las soplapolleces que pueden decir, pero también las sensibilidades que tocan con su discurso más «normal». Los problemas de la gente. En cada uno de los 99 distritos del territorio. Y de ahí sacar una nuestra. Y responder a esa complejidad de su localidad. Cómo si alguien me lo pidiera a mí en la campaña. Como si el pueblo me fuera a responder en ese instante.

Another button that doesn’t even go into a 404 page. Idiots. Morons. How some people feel the need to judge and point. And that’s how we role. What we have experienced. How we have been empowered. And we are feeling superior. Maybe we are. Maybe they tells us we aren’t. Or the opposite. Who cares, we are that sort of criollo. And that takes points off. Or on. We are spaniards. We had that will to be indian. For what we believe. Not too long ago we had a different creed. Now I don’t know anymore. Again. I know.

You may choose to feel right. You may too feel, left.

And you can keep going speaking to the holy ways in which duality parts this continent apart. No need to brag, Bolsonaro. We know your kind. We know your deal. How things are going to work just fine in latinoamerican far right nationalists.

The bots are going to now fast what the new left feels about Bolsonaro’s last fart in the face. Macho cinicism in Office. MACO. Maku, pronunciado en ticatalán.

Every right in Latin América is nationalist. They don’t even debate about it. Nationalism is a big thing in all latin cultures. Is like us choosing to be Spain retaining the Catalans against the wall. With a Franco salut in place. As law and order is kept by our hoy armed forces led by the beating king, Felipe Sesto. Camilo Sesto. Bueno.

No mames. Fui corriendo a youtube a ver si encontraba una pinche canción para poner al final de esta pieza. como un gesto de final patético de un post que encima pincha música local. como para entender a un héroe local. Y no encontré más que una canción balada en TVE que se llama vivir sin tí que a punto estuvo de hacer parar mi corazón. Lo más culero que he escuchado en mi vida. Sáquese, voy a poner yo este pedo. Ni madre.

Yo soy otro pedo. Si quiero entenderme con los conservadores españoles quizás empiezo por mi ciudad, hablando de otras transformaciones mentales absolutas. Y llego a un acuerdo con ellos. Y nos vamos antes. Salimos antes. Y todos contentos. Salvo un puñado de 99999 haters. Muchos. Un problema. La gente ama odiar. Y se han posicionado justo en las antípodas de todos y cada uno de mis 99 pilares, en contra de todos los 9 ejes. La respuesta a la ciudad aplica en todas las urbanidades que se hagan la pregunta ciudad capital multiversal.

Eso supongo que es que no. Yo qué sé. Hay gente muy rara. Y hay gente en las antípodas. Y las has conocido. Y coexisten con vos. Es sólo quién impone a quién su  moral y su visión del modelo social que nos corresponde en esta localidad, y en un plano multiversal. Esta dualidad. En este plango general ya nos hablamos de tú entre todos los que podemos sobrevivir dentro de la élite internacional multiversalista. La novena internacional. Esta sí, la definitiva. ¿Por qué se dejaron de convocar esos get togethers?

Rayo y Edgar y la defensa de Montjuïc

Conozco a Rayo desde que tengo siete años, hace unos 35. México 1984. Durante nueve años acudió a mi casa al menos dos días a la semana. Se convirtió en uno más de la familia. La familia creció con los amigos de mis hermanas que por ahí pasaron. Y yo, el menor, tras tres hermanas, me acostumbré a tener amigos mayores. O más bien, de todas las edades.

Si una persona mayor podía ser un buen amigo mío, implica que esa persona supo tender un puente hacia abajo. Con una persona menor. Y el puente nos conectó a ambos. Pero en algún momento, nosotros debemos intentar abrir ese puente generacional de la amistad. Es entonces cuando nos damos cuenta de que no somos simplemente una generación, o una promoción, sino mucho más que eso. Es la primera noción de comunidad, de colectivo, que nos une a varias generaciones dentro de las estructuras noramadas de nuestro entorno: el barrio, la escuela, el edificio, la privada, la ciudad, el país, el continente, el mundo, el planeta, la nave nodriza.

Nos encacillamos rápidamente en el sitio en el que nos dijeron que nos estacionaramos un momento. Alguien con poder nos lo inculcó, y nosotros lo aprendimos. Desaprenderlo sería mucho más complicado. Ese proceso es que nos toca relanzar. Por la virtud de volver hacia atrás. Como si nuestra misión fuera regresar al pasado que ya vivimos. Y libramos.

Imagine la liberación. Estar ya libre de pecado.

Eso lo ofrece el catolicismo. ¿Eso lo ofrece el catolicismo?

Alguien no versado en la lengua ticatalana no entendería la semántica gramaticad de esa dualidad del lenguaje con el que pretendemos comunicar esto, o aquello. Y en ese ritmo está la vaina. Y usted puede leerme. Y comprarme. Yo también estoy a la venta. Ahora. No antes. Este día se va contar hacia atrás. Este es su primer minuto. Son las 00:01. O más bien, bien dicho pues, sería: es la 00:01 minuto. Singular. La singularidad sagrada. El primer minuto del día. No es nada trivial, soplapollas subnormal.

Uno debe saber cuándo decir este insulto en la renovada capital de las nueve ciudades capitales, la mera mera patatera, New Barcino, en su despedida hacia las antípodas de este balón azul que llamamos tierra, y que ocupamos todos, como seres humanos, independientemente de lo que pensemos, podríamos tomar una vía determinada propia que inclusive nos permitiría encumbrarnos en nuestro plan definitivo para destapar el pedo cabrón. Ya, güey. Ya llegamos.

Esta es la cuarta transformación. Estos nueve días seguidos. En buen pedo. En buena vibra hacia el infinito y no tener que decir más allá.

Paaaam, papaaaaaaaaam, paaaam, papaaaaaaaaam.

Let’s talk about world world two. What were you doing when you were wearing makeup as the world was quarrelying the nazis. Think of it. It is the highest you are going to be able to get to: what you see in bastard doing good in an industry where some goons with guns would try to take to you down today.

Persecusion session.

I will get paid 99€ for each of those session.

Because you can buy it here.

It really was meant to be two. As of a second button I call for your easiest guilt: to buy.

So. So you are guilty. You buy. You fall into the marketing marihuano. And you are in there in a world you loath exists. You and them. Your nemesis. You know.

Both sides read the same way. But each undestand their own bias. Antagonists glorious. This kind of literature came in through the wall into our minds and fucks with us everytime in every coitus going on as we tend into a glance of eternity into the other, lover, as thy nakedness opens truly apeling to the grace of each of us, as we are, in front of your nakedness too, with no violence, just us: you and me.

The intimate situation of opening our souls to love. Your body on to another one. Don’t don’t judge. Don’t push it, dude. Seriously, did you undestand what I’ve just told you just know. I want no doubt in your head, you prick. Back the fuck off. What the fuck is in your mind. Priest. Dick. Raper. Macho. Any of the nine types. We are not going to judge every dick ever seen, cause maybe we’ve all been dicks. Some more than others. But you know dicks ever since they start to run shit up against us: the rest. Who the facist in the class. We had this homework in my elementary schooling in Miguel Ángel de Quevedo: Héroes de la Libertad.

Si quieres hablar de libertad ven y consigue tu aval de nuestra educación en seres libres y plenos. En ese estado de gracia en el que superan sus expectativas en un plano secuencia de una película que les hace ver que están sumergidos en un poema épico moderno que nos lleva a estar enjuiciados por el poder de los nuestros maestros del poder: los putos amos. Lo gringos contra sí mismo. La comedia más hilarante desde que el francés aquél lo escribió para la gracia de los que hablan y lo leen en en francés, Marcel Proust. En busca del tiempo perdido. A la sombra de las muchachas en flor. Sexto Piso. Lo sublime lo publican los sublimes. A estos, yo, guardo pleitesía. Somos la tribu. Y esta tribu hace tiempo que piensa lo que opina. Edita libros para abrirnos la puta mente. Pero que leerlos. No basta con comprarlos. Que también. Lo primero.

El marketing ticatalán siempre tuvo un picante distinto que también se podía saborear en los restaurantes del grupo. Mi imperio de restaurantes en los que la experiencia multiversal se paga con la sintonía de este preciso momento de comer, beber, reír a carcajadas de esta programación de los próximos 99 minutos hacia la explonsión mental colecitva de 99 individuos libres, igualitarios, iluminados hasta el saber máximo en el que de pronto todos flotamos como en sitio en Andorra en el que la montaña y unas burbujas me hicieron sentir la noción alerta de estar conectados con la Tierra entera, y nuestro cuerpo, gentil, se ve dignificado hasta la paz a la que aspiramos llegar al menos en este sublime estado de bienestar. Feliz, repirás. Sonreís. Soñás. Volás. Vení. Vení.

Un ticatalán sabe que debe aprender lo otro. Lo que no sabe. Lo que no conoce. Como el caga tió para los ticos. O la salsa para los catalanes.

Un mae como yo ya era algo antes de ser español. Es más. Todavía ni pasaporte tengo. No es una cosa menor. No soy un polizonte. Pero casí. Vengo de abajo. Tan sólo hace unos días dejé de ser inmigrante. Legal. Bueno, legal. Legal legal. ¿Quién es legal? En este país. Vamos a vernos a la cara. ¿Qué tan chido es nuestro pinche puto país? La verga erecta, güey. Y unos güeyes, bien putos, se ven como ofendidos por lo que pudo significar que alguien insinuara que de veritas eras homosexual. Y que sintieras esa noción enferma de atacar. Homofobia mexicana. La que todos tuvimos. En temor que nos da que nos metan la verga por el culo. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio. Ahí está el demonio.

Prisionero 7551. Trumbo. Te meten en la cárcel… ¿por qué? Porque quisieron. Porque podían. Cómo desarticular el sistema de quién tiene el control de la fuerza superior. ¿A dónde lleva eso? Los indignados mexicanos del ITAM pensamos que bla bla bla.

Los indignados mexicanos del ITAM pensamos que bla bla blá.

Yo soy actuario del ITAM.

La virgen de Guadalupe, a las 12:00 en punto de día 12/12/12 iluminó a Golman Elizondo Pacheco a que el día 12/12/18 se produjera el resultado final de una idea que tarda ese tiempo en llevarse a cabo. Concluir algo. Saber terminar. Presentar un examen profesional. Y pasar. Con tres actuarios. No hay audio grabado. Ni falta que hace. Traje testigos. Y algunos llegaron. No todos. Se podía ir libremente, pero tampoco se trataba de llenar el Salón de Actos en el que la Dra. Mercedes Gregorio, mi directora de la carrera, una de mis mejores maestras de la carrera, un referente en la actuaría, dos creo, que nos marcó para que la disciplina de lo que debíamos entender luego diera como resultado las primas que tocaba diseñar y esas a con esas casitas, y esos subíndices en todos lados. Como si la actuaría pudiera tener poética. ¿Por qué no? Quién en va ser el guapo, o la guapa, como no, que me va a venir a comer la polla.

Claro, eso queda muy mal. Muy mal, muy mal, Olman. Golman.

Me corrijo todo el tiempo. No se bien quién soy. He dicho que soy muchas cosas. Y quizás ninguna sea. Pero eso he sido. Ya estuvo ahí en varios momentos. No todos matizados en esa plenitud existencial en la que te mueves en ciertos jiribiris de la vida después de la resistencia: la plenitud sagrada de los ticatalanes.

Yo podría ser escritor. Screenwriter. Un escribidor de guiones. 12.000€. You don’t want your name on it. A ghost writer. A speudónimo. Ganster story. It always makes money. I’ve heard this picture. I want to be payed properly for what I do. I want what’s worth in the industry. I write the mother fucking script on nine diferent Olivettis.

Are you kidding me with this? Pay the man. He’s a genious. And you get pay. Dollars on the table. The way America worked in Hollywood. It’s Hollywood I want to go to, you know. I am only a narrator of a movie you’ve never seen. But I’ll make it look like somehting you are used to seeing. Welcome to the neighborhood, traitor. So you are bullied out by your neiborgs who trasppass your property once you come back from jail from an unjust cause. Like if Oriol Junqueres, RAöul Romeva,

Sudenly scripts valued. Consistently pleasing dicks. Stranger in my own house. Every minute I am behind. Like I have to work for someone else. At their pace. As if I have to fullil their dream: money. But we are too getting richer as the industry succeeds. Blacklisted writers. I could be there, you know. This where I am comming from. And I could break bad too if you push me. But let’s take it down, pura vida, solo good.

And you go tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Tropical.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Trombo.

Gallo. Ser Trombo es el papel más fácil que podría habérseme asignado en una ópera moderna. Lo dijo un día, cuenta Silvia. El día que se los conté en el Liceu. Nadie tenía una mejor historia que la mía entre esos cuarenta. Había algunos genios. True. Pero también había gente normal. Y hasta buena gente. Gente brillante. Malos de verdad. Ricas. Viéras, mae. Haber, había hasta norteñas. En México sabemos que las del norte son así, las de capirucha son asado, y las de Sinaloa, de Sinaloa.

Y uno se baja.

Y se aleja.

Se va.

Corro.

Mi primera novela se podría llamar «CORRO». Un chiste local de un genio colombiano más tico que el pavo real del Castillo.

Andrés Cala es un personaje que resonó en todo el país desde el momento aquél en el que el hijueputa puso ese pase filtrado para llegar a meterla de primera, goooooooool.

Mae, meter los goles era mi responsabilidad. Pero asistir también. Igual de importante. Lo relevante es el gol. Por el bien de todos. El equipo manda en la cancha. Por lo tanto lo primero es el sacrificio físico y el estado mental de un sistema con el que sacamos la pelota tocando como sistema, como dictado por un grupo de voceros del Colegio Madrid encargados de evaluar la máxima de unos valores surrealistas por las materias de Buñuel que recibes desde primero de primaria en la cuna del sistema educativo de la República Española que fue deslegítimamente privada de la gestión de la cosa pública que nos ganamos en una elecciones. Democratas, esto lo vemos. ¿No?

Esa fue mi entrada a la sociedad española pública. A toda ella. A todas ellas. Ellas: nueve. Y esas españas son mías. Y suyas. Solas. Propias. Supremas. Divinas. Ningún poeta vino con tanto cariño a querer reflejar una obra que se desvela ante el tratado de un momento en el que tan sólo se pretende suspender en tiempo y espacio para dar vuelco al pasado.

Pisa. Cambio de sentido.

El juego se da la vuelta.

Xavi dando la vuelta.

Inserte aquí el video de Xavi en el medio de un gol que nos llevamos todos a la garganta aquél día. Lo que allá se vivió. Lo que yo ví. Yo soy un simple testigo. Al que le gustaba escribir. En todos lados. En las redes sociales también. Pero no hice bulla. No me quise exponer. Tenía mis razones. Era un inmigrante legal. No es lo suficiente para ser sujeto de ser visto como peligroso: ilegal. En realidad un día lo fui. Como tantos otros turistas. Pero mi operación era la mejor de todas. Fui un conejillo de indias de los altos vuelos de las multinacionales de dos continentes que se hermanaron. Ese fue mi trabajo. Y era bueno en él. Era el puto amo. Porque tenía una manera seria de trabajar. Una manera en la que me imponía lo que un nueve sale a dar los noventa y nueve minutos que presta su cuerpo al juego sagrado. Mae, es el tiempo. Yo no juego en un campo de futbol desde hace nueve años. Porque estaba en esta vara. Y esta vara ahora sí ya está lista. Se va dejar ver en todas sus dimensiones. Una tras otra. Las 99 dimensiones.

Se me fue el pedo. Expandir la vara al infinito. Una historia que no lleve a ninguna parte. Porque ahí se puede perder libre el pensamiento de quien juega con nosotros a seguir ahí presentes. Lectores.

Comprá este libro.

Mi hermanilla Alejandra era de Holanda. El equipo de futbol de hombres de su salón. No sé si no había

Every name. They called me. I ended this. You are going to tell me how I should have handled it. You did it for more. Dead bullshit on your walls. Rebel genious. You live with that, Trombo. This guy is between the ones who would be willing to go to trial and testify against you. Bias fuckers on to you. They are your nemesis, what were they expected to do. Give you in. Like Judas. Like Poncius Pilates. Trombo. Live that life. Go make it happen. Like that. Against those wolves. That’s what New América expect from you. New Order. Starts music.

New Order covers.

Uno. Blue Monday.

Dos. Got confused. Nice Cave has his own rules. Here it is. Order is not important. Is arriving to that hill top.

Tres.

Cuatro.

Cinco.

Seis.

Siete.

Ocho.

Nueve.

Un jefe entra en tu casa. Y te hace una oferta. Si es tan inteligente como su escritura. Ahí le va una propuesta. Alguien que está ahí está hablando de parte del dinero para hacerte una propuesta. La tomas. Pero no les cedes el poder. Quién te hace ser rico marca qué tipo de rico eres. A quíen te debes. El mercado te puede hacer libre y rico. No están peleados. Aqyí la izquierda y la derecha se besan en la boca. Y follan. Así se resuleve españa. Otro polvo.

Un polvo siempre pudo con todo. Ese objeto de consumo. Esa moda. Eso. Hacerlo así. Sin más. Sin épica. Sin la gloria eterna.

You are not doing it right.

You are not doing it ofther enough.

You ain’t getting the whole deal.

Op in.

Oscar. Spartacus. Writer. Interview. Did you write it? The house on american … Thosand hours writen to send a message. That worthless statue is covered with the blood of his friends. Who was Espartacus. For better or worst I am Espartacus. Written by Trombo. Spartacus. Political controversy. The writer’s credit. Dalton Trombo. Your name writen. Not hidden. You are not nobody. We respect your work. We respect your art. We pay the writers what they deserve, once they get to tell such good stories for the big screen in the New Américan postnation.

Kirk Douglas did it for Trombo. He wrote it like that. And because of that he rose from the erased.

Film community. There’s an elephant in the  room. Me. Black list was a time of evil. No one survived. The situation went our of hand. Each one reacted according to their own convictions. A time of fear. Families lost. Desintegrated. Some lost their lives. When you look back upon that dark time it will do you no good to search for heros, there were any. There were only victics. We did not wish to exchange… what I put my family through. It’s not faire. My wife amazes me. What I say here today is not intended  to be hurtful, it is intender to heal hurt, to repair the wounds that for years have been inflicted to each other, and most painfully, to wourselves.

Murió en 1976. El año en que yo nací. 99 blacklisted ticatalans.

La lista empieza aquí. De este otro momento. Se nos volvió a ir el pedo. Pero los malditos insolentes se pudieron primero en la lista, antes de que los vinieran a buscar los putos fachas de los cojones.

La pelicula de bandos espoñola parece ya muy vista. Pero no con esta perspectiva dual. En la que puedes poner a ponderar posiciones antagónicas entre los presentes. Y salen ahí, y se dan unos tutes. Pero de su antagonismo hecho arte. Con la pura palabra. Con lo que sueltan ganamos todos. Por sublimes se vendieron todos los guiones. Y las nueve películas triunfaron. Es un guión del guión. O una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli dentro de una peli.

La novena dimensión.

Eso puedo puede ser hasta botón.

Mae, vio: amarillo.

Lacito.

Mae, y ahí quedó esta vaina. Con un sutil gesto se guardó el debido respeto y la indignación con las circunstancias. Por ser español, ahora resulta, que pueda tener yo la culpa. Igual sí. Pero estaríamos todavía en el estatus quo. Buscando culpables. Apuntantdo al enemigo. Eso está muy bien. Pero el resultado se traba ahí mismo. Y avanza. Y un día seremos plenos.

Pongamos que hoy lo somos. Todos.

Blanca y pura descansa la paz.

El mae era toda. Era el nuevo español perfecto. Insolente como mi alma. Vieras. Pero la vara era que el mae se tiró a pensar un buen rato. Y se puso a escribir. 999 películas. Y pensó en un proceso. Y lo siguió al pie d ela letra las 999 veces que se sentó a crearlas. O se paró por ahí, ocupando el tiempo y el espacio con la tiranía del encuadre. Transformado lo que ahí se observa en ese rectángulo, y lo que los micros graban. La capacidad aumentada del hombre más la tecnología. El acto en sí de la transformación de lo que observamos. La fotografía como intervención mínima del orden espacial inmediato. El tiempo real. La gente en la calle. Todos cuentan igual. Todos estamos en lo mismo. Esta es nuestra misma farsa.

Hay algo aquí que no chuta. La regla de las cosas. Los que mandan tienen sus responsabilidades. Y el pueblo piensa lo que piensa. Y así nos va. ¿Qué pasa? Estamos dispuestos a saltar al ring con los navajas afeitadas y envenenadas en los espolones. Somos gallos sagrados de pelea. Somos esta historia que quizás debimos haber contado hace unos años. Nos toca a nosotros. No vamos a cagarla. El tiempo se transforma ahora mismo. Transformemos este pedo. Con este gesto. En ese momento. Cuando la noche se tercie en año: viejo: nuevo. Tiempo: espacio.

Un día de 2018 basta para que el resto de los días de 2019 importen. COmo si la gracia suprema la pudieramos experimentar hoy. Aquí.

02:09. Dos horas nueve minutos. El acto está a punto de poner a todos en un cierto orden numérico: 02:10.

El tiempo también gesticula.

Hay que saber ver las cosas. Dejarse ir.

Sorpréndase.

Venga.

Va.

Vamos.

Ya estamos.

Ahí.

Sí.

Aquí.

Aquí.

Así.

Sí.


Y podría seguir una serie infinita. Pero no sería verdad. Salvo que alguien la siguiera. Siempre alguien debe seguirla. Esa es mi razón de ser como nueve. Matar. Morir. Meter. Correr. Pensar. Mirar todas las trayectorías. Pensar todos los multiversos. Dibujar los mapas. Transcurrir el tiempo. Recorrer la ruta. Llegar. Fundirse. Subir. Ascender. Asunción.

Nadie vio cómo subió. Pero la subida fue sagrada. Y allá se quedó. Arriba. No volvió. Podría haberse ido ya. Es algo que así quedó. Todo maldito. Roto. En el límite de la razón. Las incongruencias del entendimiento. Las contradicciones arbitrarias. Las leyes no escritas. El macho sagrado. El rezo eterno. La vuelta atrás. La gestión del tiempo. La espacialidad saturada. El nuevo discurso de fe. Las nuevas reglas del juego. La pauta de un nuevo cíclo. El nuevo sistema antiacadémico.

España no puede subsistir así, ni tampoco resuelta. Por tanto no hay salida. Alguien lo tenía que decir. Aunque fuera en otra lengua ignorada: el ticatalán.

No deja de ser un guion.

No deja de ser un botón.

Un botón es para apretarse.

Apriete.

Vea cómo la liberación de la líbido ticatalana implica que aprendamos la sexualidad a partir de nuestro cuerpo y sobre el respetuo infinito al cuerpo ajeno. A todo cuerpo ajeno. Usted no tiene derecho a acercarse a un cuerpo que lo permite entrar en su espacio explícitamente. Esa es la amenza. El macho. El hombre macho bruto en el momento de su perversión delictiva. Está claro. Las vimos salir a la calle. Don’t be a Harvey. Don’t Spacey anybody. Don’t Cosby around. Don’t Trump thy neighborg. Don’t grab them by the pussy. Don’t take out your Louis. Dicks away. Sanity as they leave the room. We have all won. The regular men and women. Cause some women left too. In that same direction. Somehow. They know. They know. Who are you to judge a man? Who are you to jugde a woman? Cause man ain’t women too. Just so you know, inclusiveness allows us to be separate. A diferent thing. Others that others. Otras de otros. Por estar cada uno en su lado de la grada. Aplaudiendo nuestra cause, que no es la vuestra. No en este aplauso.

Mi gimansio de escuela tendría que ser el de Karachi. Mi escuela tenía la arquitectura más pedera de todas las pinches escuelas. La arquitectura manda parte de la señal de la educación que ahí estamos rebiciendo. Ampliarnos así podría ser la manera en la que redinimos las esculas en los sitios rurales en los que todavía no existe la cobertura de puestos dentro del programa de estudios para la cobertura de las zonas marginales rurlaes por un grupo de feedbackloopers vijando por todos los confines de la dimensión espacio temporal continua en todas sus coordenadas y en todos sus elementos activos.

Y accedemos a la vaina. A tan sólo un apretón de distancia. Click. Nunca antes lo había utilizado como un gesto para disuadir a que otro incauto lo apriente. Capitalismo puro. Cada click tiene un valor. Ahora tengo su atención. Este es el mensaje acelerado. Esta es la obra de teatro. Saldré a mi barrio a proponerla. Como una revolución popular que contradictoriamente se lanza en un teatro de la clase mamona de la ciudad: El Liceu. Y con afán de levantarlos de sus butacas. Un triunfo inesperado para cerrar la historia de un barrio. Vamos a continuar, Gótico. Este sitio vale por cómo lo narramos. Por cómo lo okupamos, como Ocaña bajando con vestido y sin bragas por La Rambla de Canaletas. Como si esa liberación no nos permitiera soñar desde entonces en la transgresión. Este despertar está aquí como capital. You had me at hello.

Click me. On day it will take you somewhere.


Or I’ll send you to my shop. And there, chances are, you’ll buy me.

I am getting better. Still I don’t finish the work. It’s inconclusif. That’s what they told me in the professional exam, in front of my parents. In front of my friends. He is not in. He is not one of us.

That has been the message in the past. Jordi told me: you are not one of us. Nobody had the guts to say it: we are going to have to let go of you. Then they also told me: If we knew it was going to be like these, maybe we wouldn’t have bet on you the way we did. Makes you wonder why he would say something like that other to let be clear he was a dick. I already knew. But examples in personal experience help you get a clearer undestanding. So make your own personal rules. You clarify how you are expected to act when needed. It’s one time on my side, some on your side. I’m going to get back in touch with my own personal crew. And we are going to set this opperation on track. At least until we achieve the nine dimensions of the deal. And I’m putting out there. All at once. ALLS.

Uno de los roles de ficción que últimamente vendí en una sesión por la renovada capital, NEWDF, fue la de performance en una pista de baile. Todas las maneras de bailar. Debía saberlo todo. Podría sostener una especie de escena de baile en el que durante 9 minutos gloriosos se apodera uno del baile en medio de la pista. Es lo que tarda un virtuoso de la pista en tomar posesión del lugar. Es mi rumba personal. El garito en donde me brindo. La experiencia del lugar. Y el comer. Y el beber. Y la insolencia.

Reserve ya.

La vida de una bailarina que triunfa en lo más alto. En Berlin. En Bruselas. En Barcelona.

I missed something important for my famiyly because it was poker night. #whitemansproblems

Pero eso no fue lo peor. Lo peor es que se me olvidó. Y no tenía la razón. Se me fue el pedo. No fue un olvido. Una mala progrmación. Algo más básico que me hace caer en el nivel de subnormal. Un pecado andante. Un tipo repugnante. Uno al que no le importa nada. Ni nadie. Salvo sí mismo. Y su obsesión. Esta le salva. Es pura. Ilesa. Todavía.

Vendrán a negrearla. Ya sabemos cómo. Le tiraremos la maquinaria encima. Para que no vuele. Como si unos hilitos negros de plastilina le obstruyeran la pluma para volar. Yo vuelo. Alto. Al límite. A la frontera. Si estuviera en México subiría con el tren. Me trasladaría al borde. Y también saltaría. Y empezaría a jugar el juego que llevo con mis forajidos de la capital transformada. Puro líder. Nueve insolentes inmortales. Una lista que vino anunciada por un jesuita de confianza de Francisco: El Difunto.

El Difunto se enojaba cuando escribían su apodo en mayúscula. Era el tipo de cosas que decía desde antes de decidir ser un apóstol de Cristo. Ya cuando era soldado llegó a iluminar al resto con palabras singulares que diéron testimonio puro de ser un lider que amaba cabrón a Jesús. Tanto como a Kubrik. El difunto escribió la lista iluminado por la oca sagrada que sustituyó a la paloma en la catedral de Barcelona. Los animales en las iglesias.  Yo en la iglesia. Yo opté por escribir teología en otra religión sólo por estar afuera. Como si el castigo máximo me fuera impuesto. Por irme. O no ir a misa. Como si Francisco se ensañara contra mí. Y nos diéramos un face off histórico, en la red.

Otro día me envía su avión. El que vendió el Peje.

¿A dónde fue a parar ese avión? ¿Cuánto cuesta alquilarlo a su dueño actual para hacer un recorrido alrededor delm undo. ?Una comitiva de 99 pasajeros nos acompañan en la producción. La revuelta se gesta en una vuelta al mundo. Se visitan las 9 capitales urbanas qe se despiertan en el último día del 2018. Como si algo más debiera pasar antes de que se nos escape el tiempo. Un nuevo deal. Una revolución completa. La última de las revoluciones. 

Un libro que algunos prefieren tener en su edición en papel, mi opera prima: con ese valor surrealista: 99 euros.


Este será el primer año que vaya a firmar libros en Sant Jordi. Es el primer año que publico un libro. También es el primer año que iré a la FIL. Luego asistiré a nueve ferias de libro americanas en donde daré una fiesta sopresa en un lugar por decidir la misma noche. Se te avisará en un mensaje una vez adquieras tu entrada. Ya la puedes comprar. Es un concierto. Y un standup. Es un show entero.

9 teatros de la ciudad.

  1. Principal
  2. La Social.
  3. Hiroshima.
  4. Alguno en el Raval.
  5. Tantarantana.
  6. Il Giarinetto.
  7. Lokal
  8. Romea
  9. Liceu

¿Por qué no tomar hoy la ciudad?

Ese es el espíritu. Vivir una aventura hoy. Permitírtela. Acudir hoy al llamado. Dejar el 2018 con toque de genialidad colectiva. Que a todos se nos encendiera la revuelta. En este otro contexto local que explota en los morros del concepto sagrado de la unicidad. Con ello, claro está, queda sangrando la bestia escupiendo sangre por la boca mientras la plaza entera le escucha gemir: va a morir. Todos los presentes lo saben. Ahí desvelan la gloria sagrada del gesto de muerte que una vez acude a su cita con nosotros, en esta catedral. Esto si es un rito, los toros, que no el valle de los caídos. No profanado como está ahora con el velo de la indifernica por los cuerpos anónimos de quienes lo construyeron esclavizados la cruz, rojos joputas, y los ocupan las cunetas y los ninchos, sin identificar. Ni recibir sagrada sepultura. No con sus familias. Movidos para llenar el recinto. Para darle un sentido solmente con el que pudiera estar de acuerdo Roma. No lo olvidemos: somos estado. Como religión. Y como país. Aunque no gozamos de su patrimoino. O sí. Cuando asistimos a la misa. Al culto. A su peregrinación anual. A sus fiestas. Vengan a las iglesias. Se llenarán al final. De otras misas.

Rayo y Edgar fueron a la iglesia del Pi a uno de los conciertos de guitarra flamenca. Sublime. Que hayan entendido la magnitud de la puesta en escena. La calidad del show. Como ver a Golman en directo. Soy un cómico más. Un tipo que escribe. Un Trumbo. Trombo. Qué se yo. Yo sólo escribo guiones. No soy actor. Ni director. Hasta que un día me cabreé. Y lo quiera hacer todo. Entonces diré: why not.

Y lo hice.

Hoy.

Como puedes ver soy muy atrevido. Voy a tocar los mismos temas de siempre. Las mismas historias. Las mismas anécdotas. Una y otra vez. las 99.

Lee esta:

Puede haber botones que no lleven a ningún sitio. Cierto. Pero no quiere decir que eso será siempre así. Un día igual decides tu propia aventura. ¿Qué pasa? No sabes. Es eso. Ya sabrás. Tendrás que elegir. Dos opciones. Saltas o te quedas.

 Todas buenas. Bueno, todas. Son dos. ¿Qué tan mal está tener una dualidad para elegir? Nada mal. Nos abre las opciones. A dos. Simplificando el cacao mental en mi cabeza. A ver: qué elegimos. Ellos o nosotros. ¿Quién soy? ¿Qué discurso defiendo? ¿De qué revolución social soy parte?

De México llegó una fumada sagrada. La llamaban pacheca.

En el norte la vara si dualizó otra vez. La mitad la entendió al chile. La otra mitad: psssspsipssisisiiisiiiií.

Luego, luego. Bien pinches pelados.


El último sueño del año. La defensa de Montjuic. Postdreamum.

La dualidad flexible de esta ciudad requiere que entendamos como nos organizamos para defender la montaña sagrada.

Nosotros ya lo tenemos todo en esta ciudad. Somos Sísifo subiendo a Montjuic. Quizás cambia la dimensión de la piedra, que la llevamos en el bolsillo. No era aquello. Sino el intentar cada día con una sonrisa subir la montaña sagrada. Intentando cumplir hoy con el cometido del día para culminar la proesa. Llevar la piedra a su sitio.

Tributo a los judios. ¿Quién se acuerda de los judíos? Será que vivo en su barrio. Quizás es que ya un día se nos fue la cabeza en el barri. Y fuimos nosotros los que colgamos a los vecinos delos balcones de la entonces capital. Judio colgado no se olvida. Tampoco Aushcwitz. No están solos. Aquí en esta ciudad todo es resilencia. Debemos estar preparados para resistir la pulsión de la violencia. Debemos reflejar la visión completa de nuestra historia ya cincelada con las herramientas del herrero para moldear la piedra que extrajimos un día, ultrajamos otro, de aquél monte sagrado. Oh, monte, permítenos volver. Y entonces subimos.

Esta noche buscaré una piedra para meterme en el bolsillo. En algún momento subiré la montaña para llegar al cementerio a dejarla en su sitio. La pondré encima de la tumba de su padre. Y con ello cubriremos con un manto sagrado la pulsión guadalupana que este año me regalado. Con este manto se cubre la montaña, como si fuera un cagatió a punto de soltar las dulce flatulencia. Ese momento previo a la caca. Bendita seas. Montaña sagrada, un día más venimos aquí, en son de paz, a ser parte del teatrillo de un héreo que no en vano intenta llegar cada día a su meta con esta piedrita en el zapato. Aquí la dejo. Descansa en paz. Ciutat. Desde aquí, desde esta iglesia en el monte yace toda la humanidad. Y el mar.

La dualidad se muestra en cómo subimos la montaña. Cómo podemos darle vueltas y vueltas como si fuera un circuito. Cómo se sacó la piedra de sus entañas. Cómo se llenó de cuerpos y lápidas que fueron y vinieron. Cómo se intentó reinventar mil veces, con la influencia indiscutible de unaas primeras olimpadas: la feria mundial. La ciudad ha tenido dos ya. No extraña que luego siga siendo capital. Siempre lo ha sido. Aquí lo hay todo. Hasta españoles. Y eso es de agradecer. Olé.

Pensi vosté en la metáfora. Aixó és conyás. Diguem-lo ben alt, clar i ticatalá. Sóm un puto conyás. I sempre ho serem. Aixó no treu l’altre. Com aquell que diu. No obstant, no podem ser tant capficats. Hem de baixar del burro, home. Ens has portat fins aquí. I bé. Unes festes més. Un any més. Ara potser toca un altre rotllo. Un altre cosa. Com la irrupció d’un noi que no és d’aquí, ben bé, de la ciutat, sino d’un petit poble aquí a prop que es creu ciutat. O més aviat Paris. Reus.

Pero aixó ja ho va fer Buenafuente fa anys i panys. Per tant, no té merit. Ni tampoc anar a fer-li una mamada com rapidament dirien en Broncano, Jordi Évole, Corbacho, Santi Millan, Albert Om, Berto, Silvi Abril (que potser ella…), Edu Soto y Toni Soler. Los insolentes de una sociedad ticatalana. La comedia nos rescata. En esos límites que entre todos ellos exploran. Como productores. Como showmans. Ese juego. Esa industria. Ese cuento. La risa nos hará libres. Como leer. Como escribir. Como dibujar. Como contar chistes. O monólogos.

Como cambiar de lengua. Y de país. Y de estado. Y de forma. Y de espíritu. Y de religión. Y de credo. Y de ciudad. Y de montaña. Y de piel. Y de cuerpo. Desbordems los propios límites autoimpuestos. Dejémonos llevar. Total. Qué más da. 

Y si nos concetamos hoy todos es una misma humanidad bajo este nuevo hashtag: #ALLS

El ultimo suspiro del 2018 es revelador. Levantamos el último velo. La cuarta transformación nos abrasa. Como si nos pudiéramos fiar de México. Otra vez. Claro que sí. Por aquello de entre tu arte y mi arte. Pues eso. Aquí la tienen.

Una sesión de la Fundación Armando Gallo.

Estas tres letras, FAG, marcan el inicio de una sesión de creación. A partir de esta marca, un relato de documentalismo creativo se desvela. No se sabe qué habrá en esa sesión. Cualquier cosa puede ocurrir. El criterio es simple: la mente se transforma en acción

Aquí podría explicar que mi voz cambia cuando cambio. En ese gesto de posesión me dejo capturar por quien viene. Soy yo, alterado, sin miedo.

Soy un texto que no tiene sentido ni forma, quizás tampoco utilidad, pero sirve para calcular la estructura formal de un elemento narrativo futuro que se sirva de esta misma estética.

Uno tiene muchas veces una elección sencilla. Sólo una. Quizás necesitamos más opciones. Más alternativas. Como tantas nos da un historia, ya sea en un libro, en una película, en un comic, en un crónica.

A su madre, qué chingón poder escribir una cita aquí tan pipirisnais.

La cita en realidad va aquí

La unicidad está pasada de onda. No es lo de hoy. Tendemos a la multiversalidad. Y eso está bien. No debemos luchar contra los tiempos que nos arrastran a un torrente de flujos caóticos que se llevan todo lo que somos.

He aquí una lista de 99 opciones. El mismo formato, noventa y nueve veces. No es una única visión sesgada. Hay noventa y nueve para elegir. Son muchas opciones. Quizás demasiadas. Pero no es infinito. Ni mucho menos. Tampoco es poca cosa. Es el segundo nivel de la serie de Golman: 99.

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919293949596979899
Nueve veces nueve. Suena bien, pero no son dos nueves. Noventa y nueve. Eso es once veces nueve. Entonces sí. 

Subconcious, a place for troublemakers

We got in. It was a scary place. I don’t like it here. My darkest fears. Scare of the basement. Grandma’s vacuum cleaner. And you you put your own. Stop feeding yourself from Pixar’s imagination. Try your own.

Joy.

Sadness.

Fear.

Disgust.

Anger.

One of these five emotions will affect us at one point. We are being part of it. This is our show. We are this right now. Joy. Good. Sadness. Not so good. Still we must be there. Feel it. Live it. Grow it. Fear. Not too much. Just enough to keep us safe. But grow away from that, eventually. Keep you eyes open. Disgust. We hate that. It makes us puke. It gives us the koodles. Away. Anger. That’s it. We explote from time to time. What kicks in. It’s the way we are. Stop. Not all the time. Get your balance in track. Follow the emotion. It’s how this five emotions organiza from time to time in your head. It’s the movie you are being a part of. An animation movie. Flesh and blood. I am positive this is crazy.

You let go. You fly up. Hang on. Oh I wish joy was here.

Why do you like disgust? I ask my daughter. Porque sí, me responde. Es la más cookie. La más fashion. La que revoluciona el cotarro con una palabra. Una acción de disgust nos revuelve la perspectiva. No de una manera trascendental como tristeza lo consigue cuando finalmente todo se arregla, evitando que Riley se marche en ese autobus fuera de su ciudad. Sola. Disgust permite sobrevivir la superficialidad de las niñas bien. Lo dificil que es encajar en los grupos que se forman naturalmente entre todos los chiquillos y las chiquillas de la clase. No todos cabemos, pensamos. Y menos nosotros. Así como somos. Tan raros. Tan únicos. Y nuestra manera de sufrir nos parece tan incopatible con la de los demás. Fear. Esa emoción que nos paraliza. El resto deben hacer su trabajo. Coexistir. Venga Joy. Dale con sadness. Un reggeaton.

What’s puberty? Cuzword library.

We’ve been to a lot lately. After all Riley is twelve now. What could happen?

Saben que escribo

Pero no muestro.

Atentos. Puede ser una trampa.

Ahí está usted. Bien descondiadote. No está solo. Mire. Alrededor suyo puro paranóico. Dese.

México te permite eso. Y más. El límite superior está abierto. Los chamanes lo abrieron hace rato. Lléguenle ustedes a nuestros sitios sin límite para que crean junto con nosotros. O creemos. Quién sabe. Mañana, mañana.

El gesto más sublime que vi a una mujer hacer en esta ciudad respecto a nuestra cultura fue una mujer sueca que conquistó esa mañana la plaza reial de la transformada ciudad. Ciudad abierta.

Como Roma. Pero no la de Cuarón. Guácala.

No te creas, carnal. No la he visto. En buena onda, no soy un cretino. No juzgaría con lengua fácil lo poco chida que pudo estar una de tus propuestas visuales con los chingones hermanos mexicas con los que montas un crew que tu diriges hasta el final. Y es trabajo para todos. Una industria chingona. ¿Por qué no voy allá, cabrón? Uno duda. Piensa: no valgo. Y verga, te vienes abajo. Como ser humano en un drama mexicano. Y ahí sí, todo el pinche país bien preocupadote por lo que iba a pasar en el próximo capítulo de la telenovela. Y Televisa Rey. Luismirey Culture.

La cultura existe en México. ¿Qué se creen? ¿O qué pedo? ¿Quién fue el que se la rifó contra nuestros gibiribayaras? Un güey cagado del newdf es más necesario que pinche actuario del itam. Por eso me volqué a la comedia. A la tragedia. A todo el pedo. Así con la gracia de este valle sagrado. No eres nadie que no conoce la dualidad de los valles: urbano y rural. 

La dualidad nueve veces. Nueve entes en lucha. Nueve opuestos. Nueve némesis. Nueve colisiones hacia lo que podríamos catalogar como un coque con ese Maradona. Vos nomás le podes filtrar un pase como esos a un Diego que más grande que un país. Y los dejás callados a todos. Y luego las risas. Pero habrá los gil…

Y hasta aquí recuperé. Luego escribé 99 minutos y pensé que todo se grababa. Y no fue así. Y lo que en la pantalla estaba no pasaba. Decidí ir atrás sin tomar otra medida. Y tiré. Sin copiar y pegar antes. Confiando en que estaría. Y no leí el error. Ni medí las consecuencias. Fatales. Ya no hay nada. Donde fui un camino, ahora ni recuerdo. Fatal. Estoy estoy fatal. El más duro golpe. El tiempo perdido no recuperable. El vacio existencial. Ahí en la panza. Maldito yo. Maldito seas. Se me fue. Fui un idiota. Y hoara no se si seguir. Para qué. No me gusta leerme. Ni reescribirme. Ni siquiera juzgarme. Lo hecho hecho está. Como eso que escribí. Y sentí que era bueno. Que era correcto. Que se ajustaba con la idea puntal de desorientar, para luego llevar arriba al sentido más fluido de la noción de transformación. Estamos listos. Es esto. Debo ser Nick Cave en Argentina. En ambos sitios. Público. Escenario. El New Yorker me acercó a ello. Jota lo compartió. Yo salí a escucharlo para grabar su afecto mi ser. Y grabé yo una canción. O una ocupación del espacio sónico. Que todavía no bajo. Quise traer el vínculo del artículo pero el New Yorker no me dejó compartir con facilidad. Algo falló. Y yo fallé. Qué dolor. Otra vez. Una perdida creativa. Oh, Dios.

Si escucho ese audio me reivindico. Lo comido por lo servido. Como me diría un día un tuerto.

Jesus is born

Imagine some of the things you believe are wrong. Not just wrong. Proven wrong. That kind of situation. Facts. Historial o scientific. There are no such thing as economical facts. Economics is not a science. Yet they’ve ruled the narrative of how we are to survive to endure life as rational society. They assume rationality, ceteris paribus. I don’t. I open de door for new states of mind to open rather than your good old rationality. Line me up nine of the best economist in the room. I’d like to start a debate.

I believe. Trust me. I do. I was born into a catholic costa rican family. I am not going to say we were a typical family, because I would be lying. But I can say a few things about my family. In fact I could go on for hours just telling the 99 founding stories of my family. But you don’t want to hear them… or do you. Oh, you do.

Ese link le lleva a mi familia normal. Un texto que quizás no hable para nada de mi familia. Y mienta en al menos nueve hechos que se consideran provados para cada lector. El matemático sabe definir las reglas que influyen sobre la ecuación. A mi me gusta pensar que el actuario es un matemático. Y que ama las matemáticas que aprendió. Y ese es el espacio más sublime que nos podemos permitir. Los que acabamos la carrera, y además, podemos demostrarlo. Me recibí hace doce días. Doce y doce 24. Ya lo se: la virgen de Guadalupe + Jesús recién nacido. El niño Jesús.

El niño Jesús es quien trae los regalos en Costa Rica. Los mejores católicos provienen de este pequeño país tropical en la capital del Tico Commons. El Tico Commons fue el primer gran intento por formular un metaestado que le chinge a su madre a juego de las naciones. El juego, no confundir con los idiotas que basurean a las Naciones Unidas. Lo cierto es que mi padre trabajó en las Naciones Unidas como un experto en relaciones marítimas porque mi tata es la persona, que yo conozca, que sabe más de puertos en el puto mundo. No voy a ser yo quien asocie puto con mundo, ni que eso quiera decir algo respecto a los putos o al propio mundo. Como si consiguiéramos afectar al mundo con nuestra acción. Como pecar y que Dios Padre se entere. Piénselo. Es ridículo. Improbable. O si es probable, también una serie infinita de cosas. Si Dios debe dividir su tiempo entre todas esas opciones, estamos mirando a una capacidad estructural de ordenamiento de datos que debería permitir a Dios establecer cuál es el mejor estado de la naturaleza para todas las dimensiones abiertas en el diseño sagrado que pensamos, creemos, que existe en realidad. En nuestra realidad. ¿Qué tal que cada uno tuviéramos la nuestra? Una dimensión particular. Vamos a dar un recurso que no tenga límite. Un recurso abierto. Un recurso que nos podemos abastecer infinitamente sin que dicha variable sea afectada por la variable población, y en concreto, un crecimiento exponencial desmedido. En el plano más extremo del crecimiento del boom descontrolado de la vida que todos nos imaginamos juntos entre dos polos: los lobos capitalistas que se comen el mundo, literalmente dejando vacíos los estancos de recursos naturales y sociales. Nosotros, seres vivos, somos un recurso para el planeta. El único, según nostros, que puede pensar. Vaya endiosamiento el de los putos humanos. Sobre todo cínica en el caso de los soplapollas gilipollas.

Una opera prima de un futbolartista ticatalán. El primero de las nuevas españas. La minusculización de la españa grande y única. O la españa multiversalizada sin el complejo de edipo que proyectamos sobre el amor homosexual que sentimos por jesús al que le negamos la sexualidad por nuestro santos cojones. Un tipo de literatura que te dejara fuera de la institución por siempre. Una especie de juego que llega muy lejos, pero nos lleva a todos a otra dimensión. La pretensión de hacer la película más grande de la historia. Escribir para cine. Lo que los gionistas que ganan premios hacen. Pero en este caso, el hombre orquesta soy yo. Y la familia me lo exige. Por ambos lados. Ya estoy listo. El show está a punto de comenzar. Tomen sus asientos. Ahí les voy. Como Jesús. El día cero de vuestro despertar a un mal sueño. No todo está mal. Pero joder. España, duele. Jode. Y da por el culo. Es volverme español y cagarme en el santo copón antes que Jesús se lo lleve a la santa boca. Esa santa boca tiene la capacidad de experimentar lo que quiera. Es Jesús. Va usted a decirle qué va a hacer o no al mismísimo hijo de Dios Padre. Pero ¿quién cojones se cree usted que es hijo de la grandísima trinidad?

El gesto de insultar cambiando a la puta por la sagrada trinidad. Jesús, Papá y mamá. A no, perdón, mamá no entra en la fórmula. Lo siento, nuestra familia típica tiene sólo al papá, hombre, patriarca, y a su hijo mayor, a quién mandó a ser célibe en el mundo en el que los hombres, como norma natural, buscan llegar a la sensación más sublime a la que podemos acceder a través de la fusión con el cuerpo de otro, y fundirnos ambos en todo: ALLS.

ALLS > Amén.

Ahí queda todo dicho. La afronta con la institución. El cuestionamiento de lo que creemos. Lo que rige nuestra vida y nuestra norma. En este punto estamos en este país. Y no nos damos cuenta cómo llegamos a esta vanguardia, pero topamos con ciertas instituciones que se erigen primeras. Y eso tiene sus riesgos. Es el sistema que nos dimos, dice su pater family. El rey, papá. No el papá. Es es otro rollo, mi rey. En México se adora al rey, y un poco menos al mirrey. El gesto divide la sociedad: los que pueden y los que no. La aspiración de pertenecer a una parte horrenda de nuestra sociedad. Su élite. Los mamones. México es muy grande y complejo. Un país como España, actualmente, no podría cuestionar si México va mejor o peor que España, al menos no sin pasar un oscuro velo por su historia reciente, y sus mea culpas. Todos repetimos: por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa. Orgullosos pecadores. Es un acto de liberación. Poder pecar le ha permitido a la iglesia católica subsistir como modelo social infalible. Podemos hacerlo todo. Luego vamos con los hombres, sólo hombres, asignados por el mismísimo Dios Padre a través de su hombre fuerte, siempre hombre, en la Tierra. El @Pontifex. O acaso el @Pontifex_es. Puede que no sea ni siquiera él mismo. Tan sólo se trata de un community manager. Alguien que toma dictado. Hoy voy a decir tal o cual cosa. Hoy piénsalo tú, Pau. Le dice Francismo a su achichincle que le lleva las redes sociales pontíficas. Es un trabajo mal pagado para la responsabilidad de ser el secretario del elegido por Dios Padre. Jesús en esto no entra. Es su padre el que siempre ha mandado. Sólo hay que recordar cómo termina la historia. Mentira, diría un sacerdato moderno, joven, de la camada de listos del último seminario de Pamplona. Yo puedo ser español de cualquier provincia, pero elijo diseñar mi respuesta desde estas coordenadas urbanas, por asumirme como alguien que en estas determinadas circunstancias en las que me vi obligado a ponerme en contacto con el más allá, y con los nueve grandes poderes de la acutalidad, como si de un encuentro con Satán, Polanski, Bertolucci, Brando, Kev, Harvey, Bill, George y Don.

Donald Trump. What a dick. I know, it sounds like a lack of repect for the highest authority of your neigboring country. You should watch your language. But what kind of authority, moral or legal, or even planer and simpler, with regards to power, the power of money and the power invested in you by the People. We. The new people. People renewed. And you are in on it. You get to cast a vote. It’s democracy, baby.

I can see a whole bunch of friends using the undignify baby at the end of their little celebration of a dick head. I’ve known dickhead all my life. I learned to identify them. And once you spot them you just watch to see the time when he is going to step out of the collective boundaries of our new social contract. A new deal kind of document. If that shit ever existed, Harry. True, man. I swear to God (father?) I do. I did write a new constitution that beat the shit out of the one that was written long ago by our real founding fathers. Fathers, again. No mothers. Imagine if we had the chance to start all over again. That’s the real oportunity, you see. And it is the model of the left that has been missing. We all know the game capitalist are playing. It is called capitalism. And it works wonders for them. And for the big number analysis. The maonomic figures this nine stud economist can show you in nine diferent ways you wouldn’t expect that topic to be narrowed down into the models that define the way these markets evolve over a period of time and given all this crosses with political public policiy making and implementing records. The people who handle this projects. The people who desing these new visions and processes. For both public and private enterprises. You are reaching out away from the system. You disrupt the current social complex system. And we naturally evolve into a new estate that justs pops ups with the hidden forces of emergence. And everthing, and everybody, is fine. We all make it there. Already. Now. As we speak. As we are all in. As we are all united in this song. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS. ALLS.

Imagine the reaching of the higher estate was only given to few at the top. Let’s say 9. Those nine priviledge ones, get an exclusive feeling to relate to. The others can’t have acces to that line of thought. They don’t reach all the way there, yet the ones who represent it and evoke it with new ways of defending it and given the character the chance to stand up for the highest injustice with the clever way out of the conflict. As this is the basic tool we are going to need to get away safely back to my house. And every frequency will be connected. The system is up and running. You get your high end returns. You run the control level at the top. You are now a big player. Big players that know you respect you. And they know you are worth for what you are, without the way you publicl play along in the commons game. Out there. As we speak. As if we are standing at the edge of the future. The sublte edges of this one multiverse of ours. The system up for a break to meet the emergence. Excuse me, please. We are launching in seconds. Nine. Eight. Seven. Six. Five. Four. Three. Two. One…. lift up.

Power to excell. We reach there every day. We are soon playing the current market trends. The pelple who move the main pieces of the game board.

Jugar. On.

Y nos subimos a la red. Y estamos aquí en la frontera d lsistema. Mirando hacia el teimpo presente y sus múltiples fronteras.

Va. Juguemos a esto.

Si tuviéramos que olvidar todo lo que creimos, porque todo resulta que es falso, el camino hacia atrás desescalaría los sesgos de nuestro antiguo credo. Y nos encontraríamos en otro escenario. Creo que tal y como estamos en la actualidad, habrá que empezar a dejar a creer en varias cosas a la vez. Y quizás entonces tendremos margen para volver a crear dioses más completos, infalibles, bondadosos y magníficos.

Si Jesús existió fue para hacer una revolución. Si Jesús tiene sentido hoy es para seguir su ejemplo y formar parte de una última revolución. La que cierra el ciclo inicial, en el que no supimos bien, hasta ahora, cuál era el mensaje.

La llegada de la hermana de Jesús. O algo así. Un mundo en femenino se crearía de nuevo sin esa huella machista que nos ancla hoy día en donde estamos.

Que así sea.

ALLS

Pedro Sánchez y los ministros en el Palau de Mar

La llotja. La plaza de López López. Ya sin su estatua. Quizás falta encaramar al actual marqués. Entonces, quizás, todo cuadradría. Y lo haría por la parte del surrealismo que permite escribir dicha insolencia. Sólo resguardado por el oportuno derecho a la libertad de expresión desde la perspectiva de los editores de España. No Sextos Pisos ni historias, las editoriales de los grandes de España. Y si no lo son, su majestad, hacedlos.

La petición de que a una familia se le convierta en una grande de España no es sólo de estos tiempos. Ya otrora era una tradición entre las buenas familias intentar introducir a las nuevas familias amigas que se hacían un espacio social en el contexto de crecimiento de poder de los tiempos. En su día: hacer las américas. Y bien que las hicimos. Estamos orgullosos de nuestro legado. Y también nuestras familias. Tan blancas españolas. Siempre con estos apellidos. 99 grandes de España. Y los que tuvieron suerte al irse de España en uno de tantos barcos, y en la Nueva España encontraron su crecimiento social, su afirmación en la socidad local, su ascensor social. Para bien o para mal, nuestras familias hicieron todo lo que pudieron. Y aquí estamos. Seguimos en la lucha. Nuestro país es nuestra cárcel. Salimos a ver mundo. Y nos curamso por completo. Volvimos a ver cómo podríamos repercutir en la proyección del procomún. Aquello que nos pertenece a todos. Que nos hace parte del mismo movimiento. Como si fuéramos negros, moros, gitanos, latinos, pakistanies, indonesio, indios, marines o ticatalanes.

Los nuevos grandes de España. Las grandes familias ya no son aquellas que son grandes de España. Son otras. Muchas. Todas buenas. Toda una familia ejemplar. Una salida a esta mandanga. No se diga más. Síganme los buenos.

Hay quien lo entiende. Hay quien no.

Puedo tener faltas de ortografía. Inclusive gramaticales. Algunos de ellos garrafales. Tendrán que ser anotados a la incapacidad de mis editores por encontrar el defecto de mi obra, y decírmelo con tiempo. No tengo editor. Soy un neófito en el sector. Miento. Vengo de una colla de amigos que son, o bien editores, o bien escritores. Tomaron la responsabilidad de escribir. Y de editar libros. Es decir de leer. Y de fabricar libros que perduren. Que se lean. Que seamos una sociedad más lectora. Más crítica. Más creativa. Más feliz. Sexto piso lleva 18 años haciéndolo. Los mismos que estoy en España.

Voy a proponer esta revolución y la transformación de los retrógradas de nuestro contexto local. Y el mundo así. Se abre un día más. Y se une a todo. Otra vez. ALLS.

La autoestima de España

Sus infraestructuras son increibles. Ser conscientes de lo que tenemos. En situaciones de cambio tenemos unas oportunidades extraordinarias para triunfar sobre el resto de los pobres diablos.

España habla de diablos, y no tiene pena. Pena, penita, pena.

Entra cantaor ticatalán.

Bailo una secuencia de pasos que me enseñan los bailaores locales de la ciudad, de dos barrios en particular, en el que a visita recíproca, se dan cita los mejores bailaroes de la ciudad, una vez al mes, a vísita recíproca. Como toda final que se precie. La conexión entre Sant Antoni y la Mina.

Reto: incoporar a todas estas personas al mercado laboral.


Proyecto de país para resolver tal problema.

Reto: Gestionar la transición.

Educación y sanidad. Digo solidaridad. Para que todos pensemos en la equidad. ¿Ah, no estabas pensando en esto? Ah, disculpe. Usted es un grande de España. No un perroflauta.

Mi startup va a tener este comportamiento. Vamos a levantar el techo de la ciudad. Y vamos a ser nueve. Y daremos un salto a 99. En 9 días. Ese es el reto. Ese es el guión que he escrito 99 veces.

Hipérbole. Tarea: recuerde con la quinta de su escuela.

No hablamos sombre nuestras responsabilidades literarias. O nuestra necesidad de participar en la revolución. Y es el momento de volver. Y tomar esa responsabilidad. Con una historia que tenga sentido en el contexto global. Los dos polos no tienen por qué tener un pedo. Y en eso la dualidad mexicana nos lo resuelve. Ya llegamos. Aquí estamos. Es una manera de vivir, no sólo vivir, okupar, el espacio junto con el tiempo. No es sólo el trillado tiempo-espacio. Esto es más informal. Más total. Más guay de paraguay. Sólo algunos españoles escriben el país hermano de Paraguay con minúscula, porque en el fundo, nos chupa un huevo. Tuve que esperar 18 años para ser español. Y ahora los señores que consideraba unos tipos respetuosos y sobrios desde su posición de poder cuando la tendencia del mercado nos llevó a nuestro máximo anhelo capitalista: los años antes de la crisis. Y cómo nos fue para salir del puto hoyo. Como si no fuera fácil levantarse de la cama para ver si hoy sí se destapa el mundo. ¿Qué cojones esperamos? ¿Quién es el idiota que todavía cree en ellos? Los hombres en el poder. No es dificil darse cuenta quienes están fuera de ese consenso general ya aquí, presente. Diga: presente.

  1. Fulatino de tal
  2. Pascual.
  3. Las vírgenes.
  4. Las feministas que cogen.
  5. Las feministas que no cogen.
  6. Ahí están todas. No nos pueden negar que esa solución además de ser elegante consigue el milagro de ser irreverente y salirse con la suya. No hay gracia más grande reservada para unos cuantos pocos sagrados: los nueve insolentes.
  7. En cada palabra puede exisitr un sentido completo superior.
  8. Lea.
  9. Feedbacklooper. Ese soy yo. Me aparto un lugar en el número nueve. Es mío. No me lo robé. Vine aquí. Hay que ir del uno al nueve para llegar aquí. Piénselo: ¿fue usted centro delantero? Entonces vamos a llegar muy rápidamente a a un acuerdo. Con permiso. Y te vas. Eso hago algunas veces. Digo esas palabras. Las escojo para mí. Para mi personaje. Para mi guión. El que me toca actuar. Un Woody Allen. Me encanta el juicio actual sobre el buen Woody. El maestro. El hombre. Sus exentricidades estaban en su obra, y él mismo las interpretó. ¿Por qué no le íbamos a perdonar si somos cristianos? No podemos, como católicos. Nos metemos a todas las casas con su religión. Sin ser imprudente. Alguien lo guía. Vamos a todas. Nos lanzamos a creer otra cosa. Nos atrevemos, por fin, a los multiversos. Y lo convertimos en la propuesta nueve de las nueve religiones reafirmadas. En censo será sobre lo que creemos. No por nada estudié actuaría y me titulé. Una cosa pasó hace dieciocho años. Dos veces nueve. Yo ahí viví la dualidad de nueve vacas gordas, y ahora vengo a terminar este periodo sagrado de nueve vacas flacas. No se equivoquen. No juzguen tan plácidamente al encleque animal. Un gallo idiota a punto de morir le puede clavar una patada local que te corta el pescuezco con la misma calibración que los Bruslí de la renovada capital de este nueve imperio Golmeca. Recuérdelo. Solo hay que imaginárselo. Eso es todo. Pensad el vuestro. Este es el mío. Es una parida. Multiversos compartidos. La lectura de estos mercados alternativos. Estoy en todas partes. Ni cierto. Los chilángos éramos así, y no puedo evitar seguir en lo mismo. La verdad es que yo aprendí chilango ya a que la vida se conectaba a algo superior al pachequear. Ese beneficio en el que uno entra con un fellow pacheco es lo más sublime que México, transformado, puede ofrecer a la banda. Y generalizamos la banda, para que vean los generales, que con un humor insolente podemos reventar una cena de navidad con un chiste que la banda no sólo entiende sino que festeja. Y nos retrata a ambos. En un antagonismo no sólo aparente. Y ahí está el meollo de todos los pensamientos sociales o filosóficos. Yo sólo he hablado de esto. Y esto es lo que ha transcurrido desde que me pachequeo de una manera puramente chilanga. Ahora también transformada por esta otra cosa de acá: Ticataluña. Mi país. ¿Cómor? ¿Cómo? ¿Qué es eso? ¿Pero, cómo? ¿A ver, a ver? ¿Haber, papá, hay! ;-P.

Un emoticono de los de antes. Antes de la locura de las caritas amarillas. Hasta que tuvieron colores y hasta guacarearon. Se pusieron verdes al menos. Estados de animo. Cosas que representan lo que aquí vamos a escribir. Nuestra memoria. Es una red social. Entonces mirastéis. Porque vistéis que no era sólo una cosa en mi imaginación. Sino que estaba ahí. En público. Esperando la respuesta de mi gente. Mi familia. Lo que somos y vamos a hacer en nueve días. En la salida en directo. Una sociedad supercuidadora. Eso es lo que nos imaginamos. Y nos fuimos a una terraza Alex y yo a matizas. Y pensamos la solución. Duramos nueve años. Pero finalmente aquí estamos. Hagan cuentas. Cuenten hacia atrás. Órale, pendejos.

Y uno los trata así. Mexicanos. Pero ya acá nivel Pancho Villa. Pinches gachupines les entran las ganas de mear. Y orinan. No mean. Y follan. No cojen.

Como las chilangas. Las Yolis. Acapulco. No mames, cómo se sentía de ojete. El macho chilango que va a Acapulco y no folla. Es una loza social. Con la que tienes que vivir. Al día siguiente. Y tus cuates que ligaron son padrotes. Y estamos saliendo saliendo con chicas. Y podemos practicar los nueve idiomas de nuestra lengua: el ticatalán.

Pérez Reverte entra en la Academia y pone el asunto sobre la mesa redonda: tenemos un problema con una «supuesta» lengua nueva: el ticatalán. Nos compete hacer un debate serio, soso y sosegado de lo que opinanos al respecto, como salón de la justicia que somos. Vargas Llosa toma apuntes. Pero ya nos los escribe él. Utiliza al esclavo electrónico de Apple que le dicta lo que opinar: Siri: qué. Yo respondería que Pérez tiene un punto y que consideramos importante bajarle a la mamada de llamarse por los dos apellidos, soplapollas. Hijueputa, el peruano de clase alta levantó la voz cuando no tocaba. Y los hispanos lo vieron. Algunos testigos internacionales, algunos franceses, todo el pueblo erecto ticatalán ante el positivo festejo del feminismo ticatalán también extasiado por su cuenta en su gran sublime naturalidad femenia: ella: yo. Ella, uno. Uno, macho, ella. Por el placer de sentir. Por hacernos los embarazados. Qué cojones. Es nuestro. Nuestro cuerpo. Nuestro acto de amor. Volvamos al instante que lo produjo: ese sexo sagrado.

No, espere. Salvo, Jesús. Respondió el alumno más listo de la clase del catecismo de R9. Erre nueve, ya sabes, nueve dimensiones. Ese juego artístico-matemático si lo jugaron en su sistema de educación reconfigurado. ¿Acaso no estamos todos en la revolución? Aquí. Allá. Aquí todos tenemos una responsabilidad que no estamos aludiendo. Y nos lavamos las manos, como Poncio Pilates. ¿Piénselo? Antes de juzgar las escrituras. Como se la han explicado hasta el momento. La moral nuestra es en parte católica. Esa es nuestra cultura. Nacimos con ella. Nos la narraron en la estructura de la semana. Junto con la mejor educación que pueden sostener nuestros padres. Y nos cuentan su historia. De cuando no estábamos nosotros. De antes de nosotros. De dónde venimos. Quienes somos. Nuestra familia. Ese es el contexto en el que lo vamos a okupar.

El movimiento okupa agrade el reconocimiento que un anarquista de La Salud provoque sobre las planicies, las playas, las montañas, las murallas, las plazas, las canchas de futbol, los salones de baile, el Camp Nou y mi terreza.

Tenía que cambiarlo todo así que me puse a ello como si me tuviera que presentar a un examen. Porque no sabían que yo era eso. Que yo aquí fui alguien. Y que tenía un rol social. Que creo que hasta lo compartí en el pasado. Tratamos de encontrar una solución al problema. Y nos unimos como familia. A los nuestros. Y esta es la razón de ser de nuestra performance. Que con este gesto empieza a andar en esta otra dirección. Como un sistema complejo que se adapta y se adapta y se adapta y se adapta y ase adapta y se adapta y se adapta y se adapta y se adapta. La teoría de la humanidad esta. Lo se. Fui llamado a hacer esta única obra. REpetida 999 veces. En un bucle sagrado. Cree usted el suyo.


Eso es lo que hace un feedbacklooper.

Una profesión del sistema de futuro que me imagino aquí, con ustedes. Vamos a darle ese toque completo. Una narrativa que empieza ahora como una presentación en directo de un grupo de rock que musicaliza todas sus letras, aquí y allá, como un conjunto de poesía que ya no existe. No hay evidencia de ello. Ese es el hueco de Alex. Oceano Infierno tenía una serie de escritos y poemas que estuvieron siempre en la red. Desde los inicios. Y fue referente de un underground que estuvimos presentes en su inmersión al mundo de Internet. En esos roles desde lo geek. Desde lo más rebelde del extrarradio. El ímpetu explorador de un samurai con el español bien centrado en los jardines de senderos que se bifurcan como si caminando aquí hubiera experimentado estar también en el resto de la urbanidades capitales, las nueve grandes nuevas ciudades.

Este es el giro de la campaña de marketing que me aventé un día tras tres jaones a un churrumaís de los de a deveras. Si uno no es mexicano porque nace, sino porque recuerda, y asiste una vez más al acto más puro de insolencia que nos permite liberat la urbanidad para todos los presentes: un dos tres por mí y por todos mis compañeros.


El nuevo himno nacional.

Esa es la gran teoría que le faltó a Cuarón para que la gente le tuviera una idolatría ya reverencial. Los muy reverenciados se ve que se tienen que ir a vivir a los Estados Unidos. Se lo pueden permitir. Son unas vergas. Unas vergas mamantes. Unas vergas mamadas. Unas mamadas vergas. Unas mamadas de la chingada. Unas mamadas inversas. Unas mamadas de ellas. Unas mamadas de ellos. No se puto. No sea puto. Relaja tus músculos. Ay, cabrón. Si se te destensó algo. Vea. Mira a este pelao. Otro alla. Nueve se corrieron. Me dicen. Una app me lo informa. Esta. Métete aquí. La surrealidad de un nuevo orden. En lo que resolvemos el resto anótate a este pedo. Y dime algo apenas puedas, cabrón. Pero de verdad.

La libre opinión se gana. Pero se tiene que tener lectores. Sino uno no es nada. Pero siempre han estado ahí. Nomás que no he sacado un libro. Porque estaba esperando acuñar esta solución. Llegar a este extremo de la disrupción. Nosotros vamos a volar la tapa de esta ciudad. Y ahí les va el pedo. Prepárese. Esta navidad todo cambia. El milagro del barrio del Niño Jesús.

Yo no necesito hacer genuflexiones o extravagancias para responder a mi amistad íntima y personalisíma con Jesús. Mucho más allá que este o cualquier otro caudillo, pasado, presente, o futuro. Me la pelan. Todos. Mire. Una fila. Pelador 1. Pelador 2. Pelador 3. Pelador 4. Pelador 5. Pelador 6. Pelador 7. Pelador 8. Pelador 9.