La opción uno eran los ticatalanes.
No. Espera. Más afirmativo.
La opción uno somos los ticatalanes.
Mejor, pero qué coño es una, o un, ticatalana/ticatalán?
Si le ponés unos signillos de admiración quizás se te prenda más la banda.
¡La opción uno somos los ticatalanes!
Yahoo!
Excellent.
El ser ticatalán se tiene que explicar. Es tan fuerte, tan fuerte, pero tan fuerte, que se externaliza cada vez que se tiene oportunidad. Hay una especie de conjura social. Nadie se lo había imaginado.
Ticataluña es un país pleno, completo, libre, y sobre nuevo, particular, merecedor de un sitio primordial en la evolución social de los mercados y las naciones dentro del marco único del capitalismo y su tendencia hacia las democracias, teocracias, monarquías, repúblicas bananeras, la UE, dictaduras, comunismos, socialismos, y esta nueva metaestructura social: Ticataluña. La fusión de dos culturas: los ticos, emergiendo a partir de una explosión volcánica, calientes, si quiere toque, no le digo así nomás, con respeto, pero se puede quemar. Esto es así de matizado. Profundo. Nuclear. En Costa Rica nos dimos cuenta de que el sistema tenía amarrado una serie de problemas que resultaba imposible la regeneración de la mierda esta. Y preferimos mirar para otra parte. Esta vez no nos complacimos con la indiferencia. Nos pusimos las pilas. Optamos por un nuevo gobierno. Una visión más allá de nuestras fronteras. Algo que los presidentes pudieran ceder y aportar en el plano internacional que nos lleva a entendernos con el resto de los seres humanos, independientemente de dónde su pasaporte les indique de dónde son, y nosotros aquí, presentes, les damos cobijo con nuestra acción. Nuestra decisión de evacuar el sistema actual, sin necesidad siquiera de enmendarlo, sino con la apertura de la dualidad. Esa opción inexistente en un plano general que nos deja a todos expectantes antes la disyuntiva: ¿a cuál vas a votar?
Mae, depende de lo que ofrezca.
Pero lo que ofrece es todo, para todos, ya, en este plano mental.
Reafirme su voto. Vala a Ticataluña. El botón se lo permite. Venga, monjas. Es como ir al encuentro de un mítico youtuber de tu misma frecuencia modulada. O banda ancha. O servidor.
La proximidad nos multiversó en el plano global de las interacciones entre personas en la red.
Nuestra idea es cubrir las expectativas de una sociedad dispuesta a asumirse parte del otro. No cualquier otro. El más lejano de todos. Viaje. Es su obligación. Para abrir mundo. Ver culturas. Interactuar en ellas. Transformarlas para siempre. Y volver.