O un suspiro.
Lo que querrás.
No te vayas más allá.
Es acá.
Acá.
Sentilo.
Es esta comunión.
Es esta utilidad.
Es esta sensación: estar vivo.
Yo sigo vivo.
Feliz.
Dándolo todo.
¿Qué es todo?
¿Hasta dónde llega nuestra responsabilidad individual?
¿Cuál es mi rol en este sistema?
¿Debo asistir a algún lugar a presentarme para realizar un trabajo en particular?
¿Yo te votaría?
Yo gengo una propuesta. Al fin de cuentas, es as mí a quién llaman. Golman, ¿cuándo venís?, me dicen. Y yo nomás no llego. Porque yo no puedo acudir a la cita. Algo me lo impide. No tengo todas las de la ley. Soy un outsider. Es verdad que con proyecto, pero eso puede dar igual. Según su contenido. Según su cuidadosa lectura. Según el capital que se ponga detrás de esas 99 hojas.
El capital puede ser humano. Personas libres. Completas. Plenas. Como un culé hoy. Como un tipo que ha escuchado a Messi: no es momento de silvar a nadie. Aquí hay que ir todos juntos. Eso no pasaba cuando yo iba al estadio. Nadie estaría concentrado en silvar a alguien en una semifinal de una champions. Eso se lo habría gritado yo a cualquiera que me escuchara en mi zona del Camp Nou. Es esa expresión de libertad. Esa catedral. Así se va a un sitio con interés de repercutir en bien común. Uno tiene que decidir a qué clubes se apunta. Quizás no tenga suficiente dinero para acceder a los mejores clubes privados de la ciudad. Pero yo le voy a ofrecer una oferta que usted no se va a poder resistir: la revolución completa hoy. Esta noche. En nuestro garito: Mextizo.
Yo no me voy a ensuciar los pies con unas botas de futbol.
A mi me van a escuchar decir muchas cosas. Tantas, que algunas resultan mentira. Justo lo contrario. Piense en esa posibilidad.
Piense.
Vuelva a pensar.
Si le voy a escribir 99 parábolas nuevas.
Vamos a construir un libro que suplante tanto a la Biblia, como al Corán, como a la Torah. Como editorial. Como autor. Como ambas cosas a la vez. Como si se pudiera algo imposible. Porque nunca se ha visto. Una literatura que no es. Una manera de contar una historia que nunca se haya visto. Una puesta en escena extraordinaria. Un acto performativo multiversal.
Si Rajoy pudo ser presidente de España… si Pedro Sánchez puede ser presidente de España… si Messi pudo meter ese tiro libre… si Junqueres puede hacer campaña con su libertad cuestionada, acotada, por las reglas que tenemos vigentes, por nuestra propia lógica y nuestra propia vía: esto somos nosotras: un lio.
Un Lio grande. Y uno.
Ahí ya estamos dos. Lio y yo. No hace falta más para entender la grandeza absoluta del futbolarte. Jugar con Lio es lo más sublime que existe. Ya en esta parroquia hablamos de sublime todos los sublimados. Esa situación a la que llegamos con el gol. Con la victoria. Con la épica más grande de la historia… otra vez. Otra vez Messi nos mostró un gesto perfecto del futbol al máximo nivel. Esa es la gracia que se vive en comunidad en un estadio de futbol. Y uno puede estar en cualquier lado. Y sentirlo igual. Sólo que son once contra once. Y uno. El árbitro. Y uno, también, pues. Uno mismo. Ahí. Presente. Lo vió. Lo vi. Lo viste.
Cada vez que fui al Camp Nou capturé una parte sublime de nuestra historia colectiva. Y la dimensión de lo que aquí sucede se magnifica a una correlación multiversal. Y nos volvemos más complejos a través de un cambio simple. Un juego que nos propone alguien. Algo. De algún sitio sale. Hay una buena tajada en el anzuelo, y le metemos un mordisco que nos engancha. A partir de ahí. Esa es la tarea de una escritura que te forzara a vos a escribir ahora, a partir de aquí, la versión del próximo capítulo. La noción de multiversos ejemplares que se plasman en una continuación múltiple de la cuestión. De la vida misma. De los factores que nos provocan y nos llevan a tomar uno u otro camino. En plan: esta es la gracia. Ser. Estar: to be.
That’s the fucking answer, Hamlet.
You fucking wankers expect some respect from a fucking New Spaniard?
Well, rhetorical. You know. You’ve been well raised. You are the lucky studious one. The ones.
Those ones need to step up the plate,
I’m traying to ease somewhere,
I’m right in it,
how about now.
I don’t write poetry
as I feel it’s silly
to try rhyme sly
to feed crowds cry
to scare the wise guys
and let women get high
but songs fly by
And wonder why
I let gruesome lies
and get by with flight.
But then I do write poetry. To contradict a thing I just said. To fall into that lie. Because I can’t hide. And I can’t let that unjustified corruptability of our system trap me with the crooked rules of a sacred creed, be it law or God.
The Estate is at stake.
That’s my trap song title.
I can sell a 999 discs of this one song I’ve yet not written.
I can continue to lie and keep writing a new song to blast.
I can imagine the live concert crowd crazy as that 3-0: Messi.
Vamo, Lio; vamo, lio; vamo, Lio; vamo, lio; vamo, Lio; vamo, lio; vamo, Lio; vamo, lio; vamo, Lio.
I can score every 999 seconds
And then be a continuos threat
To disconnect or avoid: do not let me go.
Just flow me some soul into the beat.
And fly in to the circle, babe.
I’m trying to connect with you, babe.
As things get real when you get surreal.
I can keep writting if you keep me off the field.
But yet I’d like to try to rock and roll.
For I have yet to proof that I could Halmet out.
And I could fill the space of a stage in which I stand.
Silent in the dark with the light pointing at my face.
Mute I keep receiving the heat from the people asking.
And I was plane and simple: clar i ticatalá.
Un ocell que ho veu tot com Huitzilopotchtli.
Tenim un lloc aquí al cor que ha canviat de sobte.
Ha tingut a veure a lo que li va pasar al meu porter estimat: Iker.
Es gran qui potser un rival tant gram com l’Iker Casillas.
I avui potser li agradaria rebre l’escalfor que des d’aqui tenim,
cap a un rival d’un senyor de veritat del club contrari: Reial Mardir.
Mardis algunos idiotas pensaron que representaba que era Mordor.
Me gusta picar el ojo ajeno con la puta viga con la encontré la aguja que yace en la punta de la susodicha.
Mi literatura es breve. También podría ser imposible. Un suspiro. Una calada. Un momento. Un tiempo presente.
Yo consigo creer que esto es así. Ahora mismo. Mientras usted lee. Mientras usted me leé. Es una pijada. Se leé. No todos quieren leer. No todos saben. No todos tienen ese hábito. Y no es saludable.
Puede que empecemos a darnos cuenta de que nuestros hábitos no son saludables. Y que mi responsabilidad es monotorizar mis nueve hábitos vitales. Las nueve cosas que me consiguen ser un ser pleno: hoy.
Y eso debería ser un derecho multiversal. En algún punto deberíamos tener acceso a sentirnos en la plenitud de ese 3-0 para un aficionado del F.C. Barcelona. Con esa obra maestra de Messi. Un gol de tiro libre sólo puede ser un gol épico si consigue un gran vuelo del portero rendido. Un vuelo impecable que en lo aparente lo cubre todo. Pero el efecto de la parábola perfecta se cuela por tan solo ese resquicio. Y se cabla al fonde de la red por la vía exterior, hacia dentro. Como quien tiene un pene con una ligera curvatura. Un chiste machista, local y que encima nomás unos pocos, y unas otras tantas, lo entederán. De verdad. No sólo risas. NSR.
Hay cosas que cuando yo era chiquito no existían. Ni yo quería escribir. Al menos no para publicar. Para ser leído. Para conquistar un mundo nuevo. Eso sí. Abrir la puerta y presentarme en la mesa más importante de la ciudad para realizar un llamamiento colectivo final. Un tratado de Nuevo New Deal (NND). Un fake más para una campaña. Un fake con toda la intencionalidad de evadirnos de las mierdas que presentan al menos ocho de los partidos oficiales que tienen representación en nuestra marco referencial de turno: se la ciudad o toda una unión europea, que no me permite, por su propia estructura del pasado, participar en sus elecciones de aquí a menos de 9 días.
No tengo más tiempo que perder. Una obra se cierra cuando se encuentra un final lógico al que asisitr. Una idea de ciudad: comunidad. Mucho más potente ser ese personaje que entra en el mito de los políticos disruptivos futbolartistas. Esos nuevos roles que explotaron a partir de un debate general que se abre ahora mismo en el entendido de que todos debemos hacer algo que rompa con todo el diseño. Un juego de una supraexistencia.
Se trata de supraexistencialista.
Algunos lo confundieron con supremacista. Eso lo hacen seguido. Ahora mismo es más fácil que alguien fabrique una realidad alternativa de tu realidad para hundirte en la miseria y anularte como individuo. Como posibilidad de gestar una dimensión temporal paralela. Como si la insolencia fuera posible. A lo Puigdemont pero con un rockero que de verdad mole. Un poeta de verdad. Un referente más surrealista. Todos nos volvimos locos en Cadaqués. Les vamos a traer la polla sagrada. Y las artistas afirmativas de un movimiento alternativo en el que las musas escribían y se erigían afirmativamente en el lado de la historia que mejor les venía a cada una, consiguiendo así repartir la voluntad de todas las mujeres en dos unidades independientes de espacio-tiempo. Yo aprendí física en la secundaria y la prepa. Pero me lo explicaron muy bien. Me convertí en físico, químico y biólogo. Todo lo que necesitaba ser. Me convertí en escritor, en pintor y en futbolartista. Me convertí en fotógrafo, director y ensayista. Me convertí en bailarín, amante y pendenciero. Me instruí en la decencia, la paciencia y la insolencia. Me presenté a todos los exámenes y los pasé. Cuestioné maestros, injusticias y subnormales. Salté al quite de mis amigos, de las mujeres y l@s güilas. Me excité, me calmé y me vine varias veces. Me toqué yo sólo porque quería explorar mi cuerpo y hacerlo propio. Como todos. Como todas. Me trasladé a perspectivas contrarias a las que en un momento había pensado que eran pilares construidos con el tiempo finito de nuestro pasado efímero, y de pronto, se quema una catedral en una isla, se bombardea una mezquita, se derrumban torres, se decapitan reyes. ¿Qué historia la nuestra?
Europa. Oh, Europa.
Que os follen.
Se escucha distinto desde Itaca.
Aquí esa frase es un costumbrismo.
En cambio hay unos austriacos super ofendidos.
Esa ofensa a la cultura propia. Como si su aburrido concierto fuera la polla. Y lo es. Pero que os follen igualmente. Por la gracieta española gratuita. El todo gratis, ya se sabe, hizo estragos con lo que éramos. Y míranos ahora.
Se os ve el plumero.
A todas.
Y yo solo lo vi. Y me quedé prendado. A lo que sois. A esta España que me tocó observar. Mi España personal. Como Idaho para Gus Van Sant. A story that unfolds in this territory. A script that is to be played by my character: Golman. This is what you do when you can write your own movies. You get casted. You do great in the casting of being yourself inside the story. The truly funny story you are ready to perform. Photography ready. Script, ready. Actors, ready. Production, ready. Let’s do it: nine day production crew.
The first nine days. The first production. The first time out. The comming of the immediate social change. It just a matter of complexity paradoxes clashing at each other.
Golf profesional. I could be that too. It’s all about repetition. About matering the technique. Listening to someone who is telling how you are doing it wrong. Or how to improve. Listen good. And then practice. And practice. And practice. Until the next exercise. Understand the concept. Understand the drill. Redo the example exercise.
There are enough golfers in the circuit. And enough professionals in every field. We are doing good up here. We are at the top of the market. Our team in killing it. We are getting recognition. And loads of money. We are certainly a reference. A priviledged.
People earn a living. Sometimes two to three jobs. Sometimes being entrepeneurs. Sometimes being imaginative. Sometimes on the line. Sometimes, we just don’t make it. Documentary filmmaking is actually capturing this real truth. And we get to see it. Or to be in it. Our land is what we transform. The new system. Complexity. Emergence.
Over and over.
Everchanging.
As good ideas don’t last. But the pleasure we get from them is delicious full time joy. At least, for the moment. A sudden bliss. Do you feel it? Inhale.
Exhale.
Breath.
One more time.