Mister, estoy listo.
Yo se que no entro en sus planes. Pero los planes nos permiten topar con pared. Fracasar y volver a crear. Todo eso que uno podría buscar en el equipo más competitivo de la historia. La unión popular de una futbolartista que vuelca al juego en una copara de martini. Y se funde en dos tiempos. Hacia el final y el pirncipio de la voluntad ardiendo. Epicureo en la final. Dionisio en el templo para escoger la transformación entera. La avalancha hacia el rincón eterno de tu centro templado con la fuerza justa para dirigir nuestros intereses hacia el gol de Golman.
Sí lo es.
Con eso me basta para explicar la dualidad.
Asturias querida tiene entre Oviedo y la playa una dualidad urbana de dos pueblos enfrentados en el derbi y en todos los dos aspectos a los ue finalmente uno puede aspirar a tener un bando en contraposición a otro. Se entiende que Luis siendo de Gijón conjuga mejor que Barcelona, por que ambas tienen playa y usan más zapatillas que las que se estilan en Oviedo, más afines al Real Madrid. Aunque en realidad el 99% son merengues. Salvo ese 1%. Bendita minoría.
Yo también soy futbolista, o más bien, futbolartista.
Luis Enrique: estoy disponible.
Vamos a ganar la Eurocopa porque soy el arma secreta de una nueva selección que te permite hace una renovación y llevarte a los mejores. A los que van a regresar con la copa bajo el brazo, para una rua brutal en la capital del reino transformado. Con el acto último de la asimilación de las antípodas que nos enfrentan a un némesis que amamos odiar. Y nos fundimos en un abrazo entre asquerosos. La disputa se multiversa. Se abren nuevas vías. Nos alineamos con lo dual.
Hace algunos años yo jugaba bola. Metí más goles en otros torneos. Y tengo la sensación de que si vamos juntos vamos a ganar. Por eso he venido. Por el bien de la Nueva España.
Ahí está. Sólo Golman es redondo.
Y Luis Enrique no me ve.
No estoy bajo los focos.
Me meto por la espalda.
Trans un giro sorpresa y un gesto que avisa el lugar.
Nos entendemos previo al instante justo.
La comunión con un mismo concepto.
Ya todo el futbol está listo.
Todos podemos asistir a la confección de un equipo épico que gane.
Por lo que resulta de la renovación determinante de un sistema.
Por lo que implica que la sabiduría de un competidor con su experiencia nos dirija.
Por entender las diferencias de lo que representa el reto colectivo.
Más allá de apostar por el talento joven sin el CV típico.
Me quedo con Lucho.
La vida pega vuelcos.
Y uno debe estar.
La familia es primero.
Y mientras tanto el tiempo, ingrato, sigue su curso.
Y nos quedamos fuera.
Quiero volver. Volver, volver, voler.
Soy futbolartista. Poeta goleador.
La Nueva España transpuesta.
New Spain.
The new green deal from here.
TNGDFH
Tiengidiefeich.
La muerte y los mundiales.
Yo también tengo una hija. Y no le dije nunca nada a Luis Enrique. Y creo que debo hacerlo. Es el elefante en el vestuario. Y esa fuerza nos la contagiará con su presencia que nos sobrevuela. Y estará siempre aquí. Con este equipo. Con este país. En esta conjura.
Luis Enrique en Google, por Golman. Una búsqueda de trabajo. Un último suspiro de un samurai que no osa retirarse. La lucha eterna del trabajador. La solidaridad de un comandante en la capital del reino inevitable. El paso del tiempo. La dualidad de las camisetas. La transformación de alguien que lo ha sido todo. Merengue y culé. El mérito de dejar de ser. De irse de aquí. De triunfar en otros futboles. De hablar otras lenguas. De llevar a equipos leales. De construir un proyecto de dirección deportiva. Estar en todos lados. En todos los frentes.
Muerdeme el labio otra vez.
El que un día fui.
El melenas.
Puras coincidencias.
Pasado / Presente
Convoca al viejo. Convocame a ti/mi.
Otro convocado: conexión.
Mister;Piqué.
¿Quién sostiene a quién?
Cruyff; Reixac.
Casa’t amb una ticatalana.
Tecnología punta.
Te veo.
Chinga tu madre.
Mira mi boquita.
Presente/Pasado
La dualidad de Luis Enrique.
Roberto y Luis Enrique/Luis Enrique sin Roberto.
Dos caras de una misma moneda.
Este país es así.
La dualidad nos define.
Aún viniendo de fuera.
Sobretodo viniendo de fuera.
Muerte a la unidad.
Muerte a la unicidad.
Viva la multiversalidad.
Así estoy mentalizado, mister.
Quiero querer ese escudo que no es el mio. Salvo si me llama.
Y salirme de esta caja.
Come.
Una estrella me tocó la cabeza y me hizo despertar. Me ayudó con su magia.
Rojo; amarillo; vibré.
Confianza.
Aquí lo fui todo. Más que Mou.
FIN