There’s nothing more lifechanging.
The thought itself.
Today.
Some will remember.
Some will create an image. Fiction. Memory to become. To die.
If life could be poetry it’d be a contest of fools who choose to show up.
And you are there.
You; holly.
You: Oly.
Oly Gallo was the greatest futbolartist that came from the mountains of Oaxaca. His real name… who cares. He would become a diferent character every nine units.
Time, you see…
Oly Gallo was a way to go high. A new era. Newera.
Newera state.
A new state to add to the fifty motherfucker stars. I am the new one. I have to talk to lone star first. And we have a thing going. It’s rocking. It’s so good. It’s a life hack performance. As if Artificial Intelegence could be roasted. ROAST AI. My new Nexflix seeries. Fuck Netflix: I’m coming out as the new Netflix of my own personal stash. My motherfucking stories to transform all others. No fucking military dreams. We have two ways to look at it. You are not in danger. Trust me. You have the guns. You have the means. You can get us unless we enable estates to hold up to the so solemnly swear, whatever it says, you did took an oath at some point, or just because luck had it you showed up in life. Here. And we, too. We, I.
We, I.
WEI Industry.
You are this one narrative.
It could all be marketing.
The marketing of ourselves.
The story we are driven to undertake.
This shit is meant to happen.
We are here to nail it.
You have to buy the book, read it, and get back to commons.
You are either in because you read the Harry Potter books, the Lord of the rings books, the Illyad,
Chaos: my masterpiece.
I debuted a monday of Juny 3th, 2019.
Al teatre del meu carrer: Ferran.
Un grup de haters s’autorganitza a Twitter per donar-me pel sac. A per mi. No saben amb qui es fican. Jo puc ferir si veniu a mossegar. Aquesta és la clau de les arts marcials. El control de no tenir por. L’ausencia de por. La afirmació de saber estar al multivers propi.
El dret aquest és la polla.
El té tothom.
Que qué és tothom…?
Jo soc l’ùltim en arrivar.
A mi, si us plau, no m’infleu els collons.
Que ja ens coneixem.
Punyeterus ticatalans.
Cada frase potser un llibre.
Imagineu quina morra: un parell de paraules: un llibre.
Imagineu-vos quina morra: un parell de paraules: ú lliure.
Doncs aquí ho teniu… vos; lliure.
El ticatalán como idoma en el que publica esta editorial, que nace hoy, y que sale con la marca WEI. Se lee güiai. No confundir con guay. Ni con güey. Pese a la aclaración, nos damos cuenta, todas juntas, de que los grupos que se forman así sin más, pero naturalmente segmentados cada uno en su corral, y con las simpatías de los que comparten una misma crónica social común, a la que pertenecemos todas. Libres. Ya de entrada. Seamos españoles, costarricenses, … mae, de pronto se introduce un giro inesperado en la historia de lo que verdaderamente querríamos todos hablar, que es esa comunión sublime a la que finalmente llegamos todas resultado de la propuesta de un candidato que no se presentaba a tiempo a las elecciones que habían acabado de pasar. Pero el sistema, al menos como guión, funciona como un género. Una industria sustitutiva. Un último adios. Dios visto por Nietzsche en el instante que lo percibió muerto.
Esta es la ironía que ignora casi toda Alemania.
Y en cambio puede venir un latino tropical que vive a 9999 km de distancia pero que un día entra a Berlin y la toma como Wilder con su crew. Berlin está liberrada desde el 1945. Ahí no hay temor. Esto no vuelve a pasar. Los límites de nuestra concordia se relatan en la historia de esta consciencia colectiva compartida que tenemos todas como alemanas. Personas alemanas. La universalidad de lo alemán. Bien visto. Bien llevado, quiero decir. No se vaya a pensar que mi texto confunde quién fue el malo y quién fue el bueno. O quién fue quién en esta historia. Dicen que las historias las escriben los que ganaron. Y nos damos cuenta de ello cuando nos explican las guerras que ahora sabemos que son inventadas. Para la prosperidad de una industria. Y una idea de sociedad, potenciada sobre todo por los comics que os coméis felices, resto del mundo, cuando nos creemos la narrativa de los gringos por nos apetece sentirnos gringos. Sin serlo. El sueño americano. Ellos mismos lo anuncian en su crónica de una nación moderna. El yes we can que le compiaron a unos niños de nueve años que se pichacearon al equipo campeón del mundo de las little leagues de New América. El partido más esperado de todos los niños de 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, años.
Extended teens.
Y un partido especial: resto del mundo.
Ese sentimiento tan americano. Nosotros. Nuestra cultura. Nuestro entretenimiento. Nuestro american dream. Nuestra autocomplaciencia mediática. Nuestra industria creativa. Nuestros jóvenes vigorosos. Nuestras rebeldías inacabadas. Nuestras madres fundadoras. Nuestras nueve lenguas. Nuestras ciudades industriales. Nuestras obsesiones enfermizas. Nuestras armas adoradas. Nuestras albóndigas y boloni. Nuestras minorías arribistas. Nuestra democracia y manipulación de la justicia. Nuestras fronteras expansivas. Nuestra idea de mercado. Nuestra potencia industrial. Nuestra innovación tecnológica. Nuestro saber mental. Nuestra fusión con las montañas, los ríos, las playas, los árboles, la nieve, las olas, los animales, las plantas, las historias. Nuestra última invensión: New América. El país que me inventé para mutar el resto de las alteridades en un sola: resuelta.
Esa sociedad está lista.
Es esta.
No tenemos otra.
Por más que el plan se rezague nueve años.
Si finalmente, tras nueve años lo conseguimos, nos daremos con el canto en los dientes.
Pero esa es la opción de la hostia que viene a ser superada por una opción inclusive mejor que la audiencia humana no se espera, tanto en su versión de telmárketing del minuto 99 del día. A esa hora en la que sólo se congregan los frikis. Los amantes del 99. La red social ulterior. Tras lo otro. Que venimos.
99 minutos del día.
Mi modelo es intensivo en la concentración de la tarea. En 99 minutos lo tienes todo. El resto es para tí. Te llevas el resto del día. Pero en esos 99 minutos conseguiste un sprint que dejó extasiado a Gerard.
Casting de Gerards:
Requisits:
Ú, dir-vos Gerard.
I dos, poder respondre amb la veritat com a mìnim una de les dues respostes que va fer a en Broncano.
A llavors… qué tenim?
Una historia d’actualitat que ens porta a Esplugues a casa d’una compa colombiana. Parce, pase. Es una vaina distinta. Un cierto tipo de latinoamericanos vibramos en la misma magnitud. Y estamos en línea con la insolencia más divina. La sacralidad de una nueva guía: un rito iniciático al que se entra por una moda que de pronto toma Internet. Y lo cubre todo. Satura las opciones. Inunda en abundancia. Saciedad y paz. La colectividad cambió a partir de es circunstancia. Nos vimos capaces. Rellenamos los baches. Borrón y cuenta nueva. Abrimos sistema en un multiverso paralelo. ¿Quién se viene?