Todos son intentos fallidos

Hasta que un día… pum.

Y así se solucionó todo el pedo.

Esa es la historia que queremos oir.

Salir del cine, mirarse a los ojos con quien le acompañó y con un gesto decir: eso.

Ese eso es tico.

Ese eso podría ser algo más si el tico lo compartiera: renunciando a su exclusividad.

¿Qué tanto más felices que los otros postulamos a los cuatro vientos?

Ya nos pasamos de verga, como diríamos los mexicanos.

Así de pendeja era Paloma.

La mexicana que usa la frase complementaria inutil.

La que explica chistes.

Pa que se le entienda.

Me van a decir: te estás pasando con un morra.

Y sólo una ciudad, en su totalidad, entiende el chiste.

Esa ciudad también es mía.

Porque un día decidí absorber todas las ciudades.

Y me fundí en una.

La primera que viví.

DF.

Ya no…

¿Existe?

Ibas a decir existe.

Pero algo pasó.

La tensión literaria de un gesto libre.

Nunca se vendió.

Dirán.

Hasta que un día…

Cambian de opinión.

Ese giro.

Esa vuelta.

Usted y su contradicción en un ascensor.

Tensión sexual.

No se sabe en cuál de las direcciones inició el proceso.

Pero el caso es que estamos aquí.

Ahora.

Aquí.

Y esto es nuevo.

De aquí en adelante se me sientan quietos.

Firmes.

Ya.

Imagine usted que uno se presenta así en el gran teatro de mi barrio.

Y salgo a tomar la escena más compleja de la ciudad.

El outcast forajido.

Es una vara del guión.

Como si los guiones existieran, vieras, mae.

Ese mae es lo verdaderamente matizado de la cultura ticatalana: somos la fusión de dos vainas en una. Y esa una, mae, demencial.

La locura como estatuto.

La locura de los valores y el valor de la locura.

Los autores que venden deben hacer un juego de palabras bufón.

Sin humor no eres nadie.

Eso se demuestra en el día, pero sobre todo, en la noche.

Dos cosas seguidas encadenadas para siempre.

Día. Noche. Día. Noche. Día. Noche. Día. Noche. Día. Noche. Día. Noche. Día. Noche. Un dos, un dos, un dos, un dos, un dos,… y paraba. ¿Qué estás haciendo? Arruinas la literatura con tu fantasía estúpida. Querer ser Balzac. Pff.

PFF. El suspiro francés. Un insulto en toda regla. Al que no habla nuestro idioma y viene aquí: a nuestra urbanidad. Si tienes cojones inicia la Revuelta. La última revuelta.

Nos acordamos de la de hace cien años. Y mejor no la estudiamos, no vaya ser que se repita. Recordemos la importancia que tuvo. A qué se enfrentó. Cómo se dualizó la urbanidad. La gente polarizada. ¿Qué me están contando? El mismo cuento local de dos familias enfrentadas. Todo está muy visto. Ya me aprendí la lección. Yo soy muy atento. Observo. Veo. Callado. Y un día mi ciudad me indicó una tecnología. Una cámara. Y comencé a apoderarme del tiempo y el espacio. Y los congelé en esos formatos ya finales. Ya resueltos. Los videitos. Lo que luego todos aprendimos. Y nos fuimos a experimentar. Y todos nos convertimos en fotografos. Y nos construimos una imagen que nos acompaña de nuestra evolución urbana. De las historias de las grandes ciudades. Y sus extrarradios. Sobre todo eso. Los remilgos de la ciudad.

Yo leí a Valeria Luiselli y compartí un respeto inmediato. Y esas personas tienen una historia interior muy rica y profunda. Leerla es un acto de amor. Las palabras que nos llenan que derivan de la historia que escribiste así de una. Como si la literatura pudiera ser simplemente lectura. Nada más. Sólo libros. Lo primero: ser feliz. Lo segundo: leer. Lo tercero: escuchar. Lo cuarto, observar. Lo sexto, editar. Lo quinto, perder. Lo séptimo, probar. Lo octavo, atreverse. Lo noveno, saltar.

Los nueve valores.

Yo pensé un día que los valores podían ser útiles.

Inclusive pasado por el oscuro velo de ESADE.

Y uno ahí, en la contradicción del profesor chingón.

Sus alumnos lo adoran ya desde antes: los fichajes de las escuelas de business.

Los caballeros de los nueve sectores.

Los ilustres ignorantes del estrado.

Los autómatas de la academia.

Los más potentes investigadores.

Los más elocuentes charlatanes.

Los serafines de las trompetas del día final.

Los querubines de Las Fuentes de Tlalpan.

Las Fuentes, esquina con Coapa.

Yo fui fuente y fue Coapa.

Pero también Cuahutemoc.

Yo jugué futbol en la cancha de futbol en la que ninguno de los que jugó conmigo jugó.

Una cancha en un guindo.

Ver futbol cada día camino a la escuela.

De Tlalpan a Coyoacán.

Cuicuilcas.

Todas somos cuicuilcas.

El feminismo cuicuilca.

La noción de las mujeres primero.

Mandatos ley.

Aprobación popular.

Legitimidad en otro empaque.

Un antagonista de Steve Jobs.

I don’t Jobs. Nor do I hate a job. But you have to take a stand at some point. And go agaisnt the flow. Entirely. And let go. Just let go. And you are sped out the highway. You are not paying taxes. You ain’t from here. You are just another mother fucking bum who wants to live off the oportunities taken away to the poor local bastards. Beggars sleep at night in the same crossroad I live. Gotic quarter. Where we hung jews on morning as the bells reminded of somethin holy. Out. We, the people back then from my borrough, did that. And we are aware. We owe someone an apology. Doubt it? Maybe you must. You come from a good loving family from time and time back in the history of how this place was built. And we built a city like the city of Rock and Roll, but with less coke. Speed is diferent here. Mary Jane is QUEEN. And greek is ancient current. Free spirits wondered the streets. Muses, Baco, Dyonysos, Nietzsche, Gallo, Bolaño, Rabasa, Quique y Golman una noche en New Barcino.

Now other megalopolis beats the capital.

New Barcino.

We are builders of the trully smart cities.

Is it now we begin a new model: urban multiversity rule.

Like a cambric change.

Having to leave home.

Exile.

We go.

And we start to move.

I can go to New América to transform it.

I can’t stop being a revolutionary figure in my sweet driven live metaphor. My life is my miracle. A tresure my time and space. And you in it. And you aint in it. And ALLS is complete. We come and go. Come and fall. Back to the greek harmony. Duality, said the east pakistan self. Mohammed Yunnus asked us to embrace duality in banking. And as we have banks for the rich, let’s have banks for the poor. And lens only to women. Well 97%. Those 3%…

A male story.

A female only club.

Un club de Toby de idiotas.

La cena de idiotas de mexicanos babosos.

Todos pertenecientes a varios club de Tobys de la ciudad. Si nos ponemos costumbristas tendríamos que ir a cada «ciudad» de México. Pero no hace falta una urbanidad alternativa a la madre de todas las urbanidades: NEWDF.

El DF revivió de entre los muertos mucho más cabrón que la virgen de Guadalupe presentándosele a San Juan Diego con un mensaje en perfecto castellano de las partes más anchas de Castilla como recien bajada de la muralla de Toledo, hacia la pintura de El Greco, con la gracia de las vírgenes mientras saltan los riachuelos que se corren sin pausa pensando en versos húmedos de Sor Juana Inés de la Cruz. Todas las Juanas mexicanas tienen este plus de la afirmativa lucha de la escritora en el mundo literario y las fiestas que nos expanden los límites de nuestra urbanidad desbordada por chelas, gallos, tequilas, mezcales, wiskis, gintonics, margaritas, tacos y guateque.

Decir reventón queda muy naco.

Todo poeta es naco.

El naco peca mejor.

La naquería divida.

El naco feliz.

Los nacos chamos.

Los nacos fresas.

Los nacos mocos.

Los nacos vs los mamones.

Los nacos felices.

Los nacos ternurita.

Los nacos esclavos.

Los nacos libres.

Los nacos punkis.

Los nacos violentos.

Los nacos sicarios.

Los nacos negros.

Los nacos judíos.

Los nacos nazis.

Los nacos siniestros.

Los nacos cagadísimos.

Los nacos hermanos.

Los nacos ñeras.

Las ñeras nacas.

La naca de mercado.

La naca naca.

La naca en buen pedo.

La naca maldita.

La naca apestosa.

La naca horrosa.

La naca ya sabes.

La naca estupenda.

La naca buenérrima.

La naca flaca.

La naca ruda.

La naca sicaria.

La naca linda.

La naca cosita.

La naca mamasita.

La naca vulgar.

La naca recogidita.

La naca mocha.

La naca chula.

La naca mi vida.

La naca crecidita.

La naca contestona.

La naca revuelta.

La naca macisa.

La naca afirmativa.

La naca perfecta.

La naca musa.

La naca poeta.

La naca muñeca.

La naca mamona.

La naca poderosa.

La naca Diosa.

La naca con Dios.

La naca mamándola.

La naca desnuda.

La naca en armonía.

La naca de fuera.

La naca esta.

La naca sáquese.

La naca mi uña.

La naca mi pelo.

La naca ahora vas ver pendeja.

La naca revuelta.

La naca cuerpo.

La naca cuerpo a cuerpo.

La naca bendita.

La naca virgencita.

La naca santa.

La naca martir.

La naca muerte.

La naca homicidio.

La naca ley.

La naca nada.

La naca cómo.

La naca qué pedo.

La naca no más.

La naca alto.

Ya.

Firmes.

Ya.

ALL

Fui a buscar mi barrio. Mi localidad. Mi pueblo. Según mi vida. Y cómo salimos a la calle. Y nos fundimos con el resto. Las relaciones sociales de quienes viven en casas. Las relaciones sociales de los que viven en pisos. Como si México y España se pudieran entender. Que ya lo hacen. Y mucho. Mejor.

Yo soy de la Colonia Toriello Guerra. Eso te daba una cierta categoría en la escala global del sur más cercano a las haciendas del centro de Tlalpan. Aquí hemos sido pueblo con centro. Y colina. Nuestra ascención del valle. Justo por las Fuentes. Para colarse por detrás en La Moneda. Una distorsión de calles y reglas convierte la continuación de la Calle Las Fuentes antes y después de San Fernando. Eso me une a mi prepa del barrio: el Inhumyc. De ahí soy, y sin embargo, nunca fui.

Ahí crecí. Desde ese privilegio de ser de Tlalpán. Esa colonia tan grande y poderoso a las afueras de la ciudad, camino a Cuernava. Uno es esa ciudad. La que le queda cerca a uno para conocer. Y al final, la conoces. Según te den chance de entrar. Según con quién vayas. A lo mexicano. O quizás a lo novoespañol. Nunca se sabe. Nunca se sabrá.

El cine Tlalpan. Su carterlera surreal. Leer los nombres de las películas en la marquesina. Muchos años la misma película. Cualquiera.

La Apostólica por Moneda. La cancha de futbol de pasto. La cancha de futbol de tierra. Médica sur. Neurología. La curva sublime más radica de Insurgentes, dónde se erotiza Tlalpan en un ir y venir de las piernas y los cuerpos brotantes. El Azteca.

La mística del NEWDF está por venir.

ALLS


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